La batalla para evitar la propagación del mosquito ‘Aedes aegypti’ en Gran Canaria

El Gobierno de Canarias, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y el Instituto de Enfermedades Tropicales de la Universidad de La laguna colaboran junto a los vecinos de Piletas para erradicar la plaga desde inicios de diciembre

Iván Alejandro Hernández

Iván Alejandro Hernández

A finales de octubre, Enma comenzó a sentir ardor y quemazón en sus tobillos y rodillas. “Era un picor demasiado agresivo, con la piel roja, con bolsas”, recuerda. Decidió acudir a su centro de salud y le diagnosticaron sarna, recentándole una crema. Se la aplicó, pero ni el enrojecimiento ni el picor se fueron. "Fui otra vez y me dijeron que no era sarna, que era algo que me había picado. Me pusieron un tratamiento con pastillas y cremas", añade. Había sufrido las picaduras de Aedes Aegypti, un insecto que puede ser transmisor del dengue, la fiebre de Zika o la fiebre amarilla y cuya mera presencia implica la activación de una alerta nacional. El pasado 27 de diciembre Enma, desde su peluquería en Piletas, barrio de Tamaraceite de Las Palmas de Gran Canaria, dice que ya está mejor y ya no le han vuelto a picar.

En una de las esquinas de su negocio, a la entrada, ya tiene colocada una trampa para estos mosquitos. "Yo tenía plantas de bambú y orquídeas. Me dijeron que ahí ponían los huevos, dentro del agua y las tuve que tirar", añade. Desde inicios de diciembre, la Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de la Salud, el Instituto de Enfermedades Tropicales de la Universidad de La Laguna y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria combaten al mosquito en un área de 500 metros de Piletas, entre sus viviendas o jardines.

Fue el 28 de noviembre cuando Salud Pública recibió una alerta desde la plataforma de ciencia ciudadana Mosquito Alert sobre la presencia del mosquito. José Díaz-Flores, director del órgano, relata que "se hizo un análisis molecular del mosquito, porque morfológicamente no se podía saber si era Aedes o no". Una vez lo pudieron confirmar, el 5 de diciembre, Sanidad activó el Sistema de Vigilancia Entomológica y se inició la colaboración entre administraciones para coordinar las actuaciones. De forma paralela, se celebró una reunión vecinal, a las que acudieron unos 80 residentes, para explicar las actuaciones a acometer, "porque sin la colaboración ciudadana es muy complicado ejecutar medidas efectivas", remarca Díaz-Flores.

Enma Pozo Izquierda muestra la foto de un mosquito en su peluquería de Piletas.

Enma Pozo Izquierda muestra la foto de un mosquito en su peluquería de Piletas. / Andrés Cruz

En total, se conformó un equipo de unas 35 personas que han trabajado de forma incansable con presencia constante en la zona. Según la evaluación de riesgo de la Secretaría de Estado de Sanidad, hasta el pasado 22 de diciembre se inspeccionaron 481 viviendas; de estas, se localizó la presencia de adultos o de larvas y huevos del mosquito en 57 casas. En concreto, se confirmó "positividad en seis formas inmaduras y siete adultos de Aedes aegypti". Por su parte, el Ayuntamiento ha llevado a cabo tareas de limpieza y desbroce de maleza en la zona o retirada de escombros; también ha tratado el agua de presa, donde se dan condiciones idóneas para la cría del mosquito.

Fumigación y trampas

Entre los días 21 y 22 de diciembre, se llevaron a cabo las fumigaciones por parte de una empresa privada en 24 viviendas, previo permiso de los vecinos, en las que se habían detectado adultos, huevos y larvas. A ello se suma, de forma posterior, la colocación de distintas trampas: 60 BG-Sentinel en el interior de las viviendas, destinadas a controlar las densidades de población del mosquito, y unas 100 ovitrampas, que se colocan en exteriores para vigilar la expansión, "ahí las hembras irán a depositar huevos y comprobaremos semanalmente si hay huevos o no y en qué zona", explica Jacobo Lorenzo, director del Instituto de Enfermedades Tropicales.

Jacobo Lorenzo, director del Instituto de Enfermedades Tropicales, muestra una de las herramientas para combatir el mosquito Aedes aegypti en Piletas.

Jacobo Lorenzo, director del Instituto de Enfermedades Tropicales, muestra una de las herramientas para combatir el mosquito Aedes aegypti en Piletas. / Andrés Cruz

Con un equipo fijo de siete personas del laboratorio de entomología médica, el Instituto colocaba este 27 de diciembre las últimas trampas en Piletas. "Tenemos todo este barrio y los circundantes blindados", asegura Lorenzo, quien revela que aún quedaba pendiente conseguir el permiso de algún vecino que habita viviendas en riesgo para poder acometer las fumigaciones y colocar trampas.

Más de un año

Para poder dar por erradicada la presencia del mosquito deben pasar 18 meses. "Es el plazo que establece la Organización Mundial de la Salud para concluir que un territorio está libre de mosquitos", señala Díaz-Flores. Por lo tanto, durante dicho periodo, se revisarán semanalmente todas las trampas colocadas, se realizarán controles en los domicilios y se fomentará la comunicación con los vecinos.

Calle en Piletas, en el barrio de Tamaraceite (Las Palmas de Gran Canaria).

Calle en Piletas, en el barrio de Tamaraceite (Las Palmas de Gran Canaria). / Andrés Cruz

"Lo principal es eliminar los puntos de cría", remarca Lorenzo. Para ello, resulta fundamental la colaboración ciudadana en aquellas viviendas que tengan contenedores de agua de lluvia, por ejemplo. "Los vecinos están adoptando las medidas, vaciando todo tipo de contenedores para que no se acumule ese agua y la hembra no pueda depositar los huevos y parece que gracias a eso se va controlando", añade.

Alta capacidad de reproducción

El Aedes aegypti precisa del agua para poder poner sus huevos; cada vez que entra en contacto, puede depositar entre 20 y 30, que tardan entre unos 15 y 20 días en eclosionar, aunque en ocasiones puede ser un periodo incluso menor. En su etapa adulta, su promedio de vida es de unas dos semanas.

Presa de Piletas, en el barrio de Tamaraceite de Las Palmas de Gran Canaria.

Presa de Piletas, en el barrio de Tamaraceite de Las Palmas de Gran Canaria. / Andrés Cruz

"A diferencia del mosquito común, que ponen los huevos en balsas, los Aedes los ponen de forma individual, con lo cual la supervivencia de cada uno es mayor. Están acostumbrados a ambientes más extremos, entonces son, por decirlo de alguna manera, más inteligentes", detalla Lorenzo.

Riesgo moderado

Por ahora, el riesgo de establecimiento y expansión del mosquito desde Piletas a toda la isla es moderado, si bien, la posibilidad de que se convierta en transmisor de algún patógeno es bajo. "Ninguno de estos insectos son positivos para los virus como el dengue porque no están distribuidos por nuestro territorio. Si estuviésemos en una zona endémica, donde ya está asentado entre la población, sí que tendríamos un problema. Los pocos casos que hemos tenido han sido de personas que han viajado a zonas endémicas y han llegado infectados. Para que se propague, una persona tendría que venir a Piletas con el virus en sangre, que es algo muy difícil porque normalmente eso dura una semana, y que el mosquito los picase para que, a su vez, infectase a otra persona", especifica Lorenzo.

El equipo de vigilancia entomológica del Instituto de Enfermedades Tropicales de la ULL trabaja para erradicar el mosquito Aedes aegyti de Piletas.

El equipo de vigilancia entomológica del Instituto de Enfermedades Tropicales de la ULL trabaja para erradicar el mosquito Aedes aegyti de Piletas. / Andrés Cruz

En el caso de Piletas, el principal problema es que la densidad del mosquito es "bastante alta", según Lorenzo, en comparación a otros episodios, con el añadido de que las condiciones climáticas, con humedad alta, vegetación y agua, son favorables para el Aedes aegypti. Si bien, como parte positiva, agrega que "una vez que se acotan las casas o territorios positivos, se puede trabajar rápidamente para controlarlos" porque cuando encuentran su alimento, que son los seres humanos, se quedan en zonas circundantes.

Comparativa

Como ejemplo, Lorenzo compara este episodio con la detección Aedes albopictus en la zona residencial la Vuelta de los Pájaros, en la parte alta de Santa Cruz de Tenerife, al que resalta como el más complicado de batallar debido a que cuenta con muchas zonas ajardinadas y al comportamiento de ese ejemplar, que "no se queda en las casas, sale a los jardines o se introduce en los vehículos y es mucho más difícil de controlar".

En cambio, el Aedes aegypti "vuela poco, es torpe y coge más altura de un primer piso; de hecho, la gente aquí se ha quejado de picaduras debajo de la cintura", apunta Lorenzo. "Esta es la séptima semana en Vuelta de los Pájaros en la que no detectamos ningún mosquito. Ahí te das cuenta de que las medidas han tenido efecto. Esperamos que la densidad de Aedes disminuya hasta no detectar ningún", manifiesta.

Episodios con Aedes

Según el director general de Salud Pública, Canarias ha tenido once episodios de presencia del mosquito Aedes, desde que se detectara en Fuerteventura por primera vez en 2017. Sin embargo, solo en 2023 se ha registrado su introducción en seis ocasiones. "Cada vez es más complejo el asunto", reconoce Díaz-Flores. Entre las causas, explica que el Archipiélago "está rodeado de lugares donde hay presencia del mosquito, como en Madeira, en Cabo Verde o en Marruecos, incluso en la península" y la globalización favorece su entrada con cada vez más frecuente a través de plantas

"Los últimos casos han sido así. Vienen los huevos o las larvas de los mosquitos. Y aquí tienen unas buenas condiciones, con agua para reproducirse, temperatura y humedad adecuada", dice Díaz-Flores. El objetivo que se persigue desde el Gobierno de Canarias, que tiene implantado un sistema de vigilancia entomológica, "es controlar estos episodios desde un inicio. Si un mosquito se empieza a mover o a crecer por varias zonas, entonces es muy complicado erradicarlo. Eso ha pasado ya en algunas zonas de la península. Pero nosotros, al ser islas y tener este sistema de vigilancia, la idea es seguir manteniéndolo y retrasando que el mosquito pueda llegar a implantarse".