El fracaso escolar en Canarias tiene un sobrecoste de 224 millones de euros

El fracaso escolar en los distintos niveles educativos en Canarias generó un sobrecoste económico de 223,9 millones de euros durante el pasado curso 2022-2023, cifra que engloba los gastos de la repetición en educación primaria, ESO y bachillerato (54,6 millones de euros), el no aprovechamiento de recursos por fracaso escolar en ESO (46,9 millones) y por abandono temprano en bachillerato (22,6 millones), grado (19,8 millones), grado medio (30,9 millones) y grado superior (49,1 millones). Así lo recoge el Informe del Coste Económico del Fracaso Escolar elaborado por dide.org, la compañía internacional de tecnología educativa que cuenta con la recomendación del Ministerio de Educación, a través del Programa para la Orientación, Avance y Enriquecimiento Educativo (PROA+), con el sello de Excelencia de la Unión Europea (UE) del Programa Marco Horizon 2020, y con el apoyo de entidades e instituciones universitarias a nivel internacional.

En base a las estadísticas del Ministerio de Educación y Formación Profesional, el informe recoge que en 2022 repitieron curso en Canarias 1.216 alumnos de educación primaria, 5.290 de educación secundaria obligatoria (ESO) y 1.614 de bachillerato. «El gasto por alumnado en educación primaria que hubo para el curso 2020 fue de 5.629 euros, y sabiendo que en el curso 2022-23 hubieron 80.252 matriculados en dicha etapa, el gasto total en esta etapa educativa ronda los 451,7 millones de euros. Así, la estimación del sobrecoste de la repetición en educación primaria, en base a dichos datos y tomando como referencia los datos de repetición del curso 2021-22, asciende a 6,8 millones de euros».

Las Islas superan la media estatal en alumnado que no está en el curso que le compete por edad

En el caso de la ESO, el informe de la compañía dide.org calcula que el sobrecoste de la repetición se establece en 36,6 millones de euros; y en Bachillerato, en 11,2 millones de euros. «Con todo, de los 1.103,2 millones de euros invertidos para las tres etapas contempladas, se estima que 54,6 millones de euros no alcanzaron su objetivo de conseguir la promoción escolar, lo que representa un sobrecoste por la repetición de curso de 8.120 alumnos y alumnas , el 4,7% del total de alumnado matriculado».

A estas cifras hay que añadir las correspondientes al fracaso escolar en ESO (6.774 alumnos que salen del ciclo sin el título) y al abandono temprano en bachillerato (3.262 alumnos) y en los distintos grados de Formación Profesional (12.692 alumnos). En este sentido, la proporción de abandono temprano en el Archipiélago alcanzó una media del 11,7%, 2,2 puntos porcentuales menos que la media española.

Respecto a la tasa de idoneidad inversa -alumnado que no está en el curso que le corresponde por edad- oscila entre el 12,7% de Cataluña y el 39,8% de Melilla, con una media nacional del 24,5% en el alumnado de 15 años. En esta franja de edad, Canarias supera la media estatal con un 27,2%. Sin embargo, en los estudiantes de 12 años, las islas se sitúan en el 12,1%, al igual que la media nacional, que oscila entre el 5,3% de Cataluña y el 21% de Ceuta.

Tasas de idoneidad

En el análisis de las tasas de idoneidad por edades desde el curso 1999-2000 al 2021-2022, junto con las tasas de alumnado que sale de la ESO sin el título de graduado desde el curso 2001-2002 al 2019-2020, y las de abandono temprano desde 2005 hasta el 2022, los autores del estudio señalan una «clara tendencia positiva», al alza en el caso de las tasas de idoneidad y decreciente en el caso del fracaso escolar y el abandono prematuro, especialmente a partir del curso 2007-2008. «El objetivo de este informe no es analizar detalladamente las causas de los posibles cambios de tendencia de estos fenómenos, pero parecen guardar más relación con la situación económica del país que con las sucesivas leyes educativas que se han promulgado y derogado en las últimas décadas».

Los autores del informe detectan que las tasas de desempleo disuaden a los estudiantes del abandono temprano de los estudios

Se contrastaron las cifras de fracaso escolar con la evolución de la tasa de parados en Canarias, resultando que, a mayor tasa de desempleo, mayor la probabilidad de reducir las tasas de abandono prematuro y fracaso escolar en general. «La esperanza de vida escolar parece aumentar cuando se sabe o se cree que un bajo nivel de estudios puede significar engrosar las cifras de desempleo o acabar ejerciendo trabajos precarios y obteniendo por ellos salarios insuficientes para afrontar el coste de vida. Esto puede ser motivación suficiente para la permanencia escolar».

Sobre los efectos de las sucesivas reformas educativas en el fracaso escolar, los autores del informe apuntan que la carencia de un pacto de Estado por la educación ajeno al color político, dificulta poder evaluar su alcance global y sus consecuencias. «Cambiar los criterios de repetición puede afectar a las cifras de idoneidad, igual que el hecho de incluir planes de refuerzo o recuperación para prevenir futuras repeticiones, pero esto no basta para solucionar el problema de fondo. Hay otros elementos que deben tenerse en cuenta, como dotar de herramientas que permitan la detección temprana de dificultades».