Cáritas denuncia que la nueva ley que ampara a las trabajadoras del hogar no acaba con su precariedad

Cáritas reivindica el trabajo "esencial" de colectivo durante la conmemoración de su Día Internacional: "Siguen siendo invisibles""

Acto de apoyo a las trabajadoras del hogar desarrollado por Cáritas Diocesana de Canarias en su sede de la capital grancanaria.

Acto de apoyo a las trabajadoras del hogar desarrollado por Cáritas Diocesana de Canarias en su sede de la capital grancanaria. / Cáritas.

Iván Alejandro Hernández

Iván Alejandro Hernández

Trabajar durante 24 horas al día casi sin descanso de lunes a sábado, sin contrato, con sueldos bajos, cuidando a personas dependientes, en ocasiones, con amenazas de ser denunciada para ser expulsada del país sin protestaba. Empleadas del hogar como Amira, María o Dayana (nombres ficticios para preservar su seguridad y su trabajo) han narrado a Cáritas Diocesana de Canarias la precariedad en la que han tenido que desarrollar unas tareas esenciales en la sociedad, pero invisibilizadas. Las tres han sido atendidas por la organización religiosa, que durante 2023, prestó apoyo a 150 personas en situaciones similares, de las cuales 65 finalizaron su itinerario de inserción y 21 consiguieron firmar un contrato.

Para denunciar las condiciones en las que muchas trabajadoras del hogar desempeñan su labor, Cáritas Diocesana de Canarias celebró este 4 de abril un acto en su sede de Las Palmas de Gran Canaria enmarcado en el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar del pasado 30 de marzo. Con pancartas en las que podía leerse "respeto para todas", "luchas por tu dignidad" o "trabajo en condiciones precarias" las personas reunidas en el barrio de Escaleritas, todas con camisetas blancas, leyeron un manifiesto bajo el lema Empleo doméstico. Trabajadoras invisibles.

"Las personas empleadas del hogar siguen siendo invisibles como trabajadoras, como mujeres, y como migrantes", ha recordado la organización, que es la única que sigue trabajando con un recurso específico de orientación e intermediación laboral para este colectivo. Ello a pesar de la entrada en vigor del Real Decreto Ley 16/2022 que ampara legalmente a las trabajadoras del hogar, pero que en la práctica no garantiza sus derechos ya que "las familias, en muchas ocasiones, no pueden hacer frente al gasto que supone la contratación", explica Elisabeth Herrera, técnica del área de Empleo de Cáritas Diocesana de Canarias.

Economía sumergida

De hecho, factores como que el desarrollo de esta labor se realice en el ámbito privado y esté marcado por la economía sumergida impide conocer la cantidad de personas que se dedican a este ámbito ni sus condiciones, que en muchos casos se desempeña incluso sin vacaciones anuales ni días libres o permisos médicos. "No podemos saber si la trabajadora tiene los descansos establecidos por ley, si tiene un ámbito privado para descansar, si está en modalidad interna... no hay herramientas para poder paliar eso", lamenta Herrera.

Concentración en la sede de Cáritas de Las Palmas de Gran Canaria en apoyo a las trabajadoras sin hogar.

Concentración en la sede de Cáritas de Las Palmas de Gran Canaria en apoyo a las trabajadoras sin hogar. / Efe/Angel Medina G.

La organización sí tiene constancia de testimonios como el de Leticia Guevara, hondureña de 38 años presente en la convocatoria con una década de experiencia como empleada del hogar. "He trabajado sin que me dieran de alta en la Seguridad Social. Hay sitios en los que he tenido empleadores que a veces te niegan hasta un vaso de agua. A veces trabajaba 10 horas al día y tenía que llevarme mi propia comida", narró a los medios de comunicación. También señala que ha tenido experiencias positivas en las que han respetado sus derechos laborales, pero critica que la gran mayoría de experiencias que le ha tocado vivir han estado marcadas por las irregularidades. "He vivido situaciones inhumanas, con una cantidad de horas desorbitadas", reitera.

Ley de Extranjería

Además, Cáritas también manifiesta que la ley de extranjería aboca a las mujeres migrantes a trabajar en este sector sin contrato por su situación administrativa. Por ello, demanda reconocer sus derechos fundamentales con una regulación extraordinaria para personas extranjeras en España.También demanda mayor supervisión e inspecciones por parte de la administración para garantizar y velar por el cumplimiento de la ley.

Para favorecer que las familias puedan cumplir con la legislación, también demanda un sistema de apoyo que ayude a afrontar los costes. "El problema es que muchas familias, aunque quieran hacer un contrato laboral, no pueden llegar a esos costes porque tienen que hacer desembolso de un salario mínimo interprofesional, que es 1.134 en 14 pagas, además de lo que implica el desembolso de pagar seguridad social. Hay familias que, aunque quieran hacerlo, no pueden asumirlo".

Conmemoración de Cáritas Diocesana de Canarias del Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar.

Conmemoración de Cáritas Diocesana de Canarias del Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar. / Efe/Angel Medina G.

Y, por último, Cáritas incide en la importancia de una mayor formación y sensibilización en el sector, añadiendo una mirada de género que facilite el equilibrio entre personas trabajadoras, así como una mayor conciencia y reconocimiento social sobre la labor de este colectivo, que considera imprescindibles para el desarrollo de la sociedad. "Existe escasa sensibilización sobre las tareas que realizan (...). A veces a las trabajadoras del hogar no se las considera como a cualquier otra trabajadora", dice Herrera.