Un estudio pionero en Canarias analiza la captura de CO2 con microalgas en la central de Endesa

La compañía de electricidad y el ITC ultiman los preparativos para llevar a cabo este proyecto en las instalaciones del Barranco de Tirajana

El Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) y Endesa participan en un proyecto experimental, pionero en el Archipiélago, que pretende estudiar la capacidad que poseen las microalgas para captar el dióxido de carbono (CO2) de los gases de combustión que emite la propia central térmica que tiene la compañía de electricidad en el Barranco de Tirajana, en Gran Canaria. Para ello, se ha instalado una planta piloto que espera por el visto bueno de la Dirección General de Pesca del Gobierno de Canarias para empezar a funcionar. El trámite se puede demorar unos dos meses.

«Queremos analizar la sostenibilidad, así como la viabilidad técnica y económica, de la capacidad de las algas para capturar el CO2 de forma directa, sin purificar los gases de combustión», explicó este martes el responsable del departamento de Biotecnología del ITC, Eduardo Portillo, durante el acto de presentación de este estudio, que tuvo lugar en la central. En la cita, estuvo acompañado por el viceconsejero de Universidades e Investigación del Gobierno de Canarias, Ciro Gutiérrez; el viceconsejero de Hacienda y Relaciones con la Unión Europea, Gabriel Megías; el director general de Endesa en Canarias, Pablo Casado; el director de I+D+i del ITC, Gonzalo Piernavieja; y el director de Generación de Endesa en Gran Canaria, Luis Varela, entre otras personalidades. 

Características

La nueva planta dispone de una unidad de laboratorio para la monitorización de los cultivos y el análisis de la composición bioquímica de la biomasa. Además, cuenta con dos invernaderos que albergan diferentes sistemas de cultivo de microalgas y una unidad de procesado donde la materia prima se trata siguiendo un proceso de deshidratación o pulverización. ¿El propósito? Obtener biomasa en forma de pasta o polvo fino. 

Cabe destacar que estos organismos unicelulares tienen múltiples aplicaciones en distintos sectores, pero en este caso se valorará su rendimiento de cultivo para usos biotecnológicos. «El objetivo es abaratar los costes del proceso productivo y reducir la huella de carbono del procedimiento industrial futuro de la producción de las microalgas», detalló Portillo. 

Según los expertos, tendrán que pasar 18 meses para obtener resultados concluyentes. Ahora bien, en función de ellos, se estudiará la posibilidad de canalizar este gas residual desde la central hacia el área de Desarrollo Tecnológico-Industrial de Biotecnología Azul y Acuicultura de Pozo Izquierdo. «Si esto funciona, podremos llevar el gas de combustión hacia allí y activar la fase industrial –a la que se podrá pasar en unos dos años–. En esta etapa, se trata de que las materias primas sean el sol y el C02 de los gases de combustión, y que los nutrientes provengan del agua residual de los vertidos de las depuradoras y de la salmuera de la desaladora», comentó el responsable del citado departamento del ITC. 

«El objetivo es abaratar los costes y reducir la huella de carbono», señala Eduardo Portillo

A su juicio, esto se traducirá en una diversificación económica «bajo un criterio de máxima sostenibilidad, circularidad y eficiencia hídrica y energética». Además, será posible abarcar en torno a 100 y 200 hectáreas de los terrenos anexos al ITC que están ahora en desuso y que son compatibles con la actividad acuícola. «Si finalmente es viable, se lograría disminuir en torno a un 30% el coste del CO2 a nivel de compra industrial, reducir la huella de carbono y tener un sello verde para poder competir con las industrias de otros países. Cualquier empresa se podría instalar aquí y nosotros ayudaríamos a tutorizarlas», aseguró Eduardo Portillo. 

Por su parte, el director de Generación de Endesa en Gran Canaria, Luis Varela, quiso poner en valor la importancia del convenio de colaboración. «Es una oportunidad única participar en un proyecto de esta envergadura y, sobre todo de esta proyección. Esta iniciativa nos lleva por el camino de la descarbonización, que es algo muy importante para nosotros», aseveró.

Hay que señalar que la instalación de esta planta experimental forma parte de las actuaciones ejecutadas por el ITC a través del proyecto Blueact, una acción financiada por el Programa Operativo Feder Canarias 2014-2020, mediante subvención directa de los fondos Next Generation. «Esta planta, financiada con fondos europeos, va a permitir a las industrias dar el paso para empezar a implantarse aquí y compartir una serie de tecnologías que va a aportar el Gobierno de Canarias para desarrollar la actividad acuícola vegetal marina», aseveró el viceconsejero de Universidades e Investigación del Gobierno de Canarias, Ciro Gutiérrez.

Innovación y avance I+D

El ITC ha experimentado una notable ampliación en el área de I+D en Biotecnología con la incorporación de una nueva línea de postproducción con la que se consigue extraer, de forma sostenible, los compuestos bioactivos puros de la biomasa algal –con fines biotecnológicos– y dar otros usos comerciales a la materia prima restante. Las infraestructuras y equipamiento con los que se ha dotado esta área hacen que todos los procesos de producción, procesado y postproducción se alimenten de energías renovables bajo la gestión de una microrred en sistema aislado, consiguiendo reducir la huella de carbono del ciclo de vida de esta actividad industrial basada en la explotación acuícola vegetal marina. | LP/DLP

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