Un joven encapuchado atracó en la tarde de ayer un salón de juegos de la avenida Rafael Cabrera de Las Palmas de Gran Canaria. El asaltante, de unos 20 años de edad, portaba una navaja con la que intimidó a la única dependienta que estaba en ese momento en el local. El botín fue de 2.400 euros. Este atraco es muy similar al perpetrado hace un año en el mismo establecimiento, aunque con la diferencia de que el local cuenta ahora con tres cámaras de vigilancia y una alarma antiatracos.

El joven, de 1'80 metros de altura aproximadamente, con ropa y bolsa deportivas, y con capucha, entró sobre las 18:00 horas de ayer en el salón de juegos por la puerta principal y de forma directa fue a la cabina en la que se encontraba la única dependienta. Precisamente ayer era para la empleada, de 22 años, su segunda jornada de trabajo en esta empresa de recreativos.

El atracador se aproximó hasta la joven y aprovechando que estaba abierta la puerta de la cabina, sacó el arma blanca, con la que le pinchó en un costado, al tiempo que la amenazaba si oponía resistencia. La trabajadora sufrió varios rasguños en dicha zona causados por la navaja.

Tras llevarse el dinero que había en la cabina -2.400 euros-, el atracador se marchó de forma tranquila a la calle, momento que la chica tocó la alarma. En el salón de juegos se encontraban cuatro clientes en el momento del atraco.

Varios agentes del Cuerpo Nacional de Policía llegaron al lugar del robo pasados cuatro minutos después de darse el aviso. Todo apunta a que el atracador se fue de la zona en un coche o una moto.

MÁS SEGURIDAD. Otra trabajadora de la misma empresa, que se desplazó desde Telde a la avenida Rafael Cabrera al saber del atraco, resaltó que "faltan más policías, más seguridad. Es verdad que los policías nacionales han respondido muy bien hoy [ayer para el lector], pero necesitamos más vigilancia, tanto de día, como de noche".

Esta empleada que se acercó a la capital grancanaria sufrió cuatro atracos en distintos locales de la misma cadena de recreativos. "Llevo más de 15 años en la empresa. En un atraco me dieron un puñetazo y en otro me amenazaron con un palo", explicó la mujer, que insistió que "esto es habitual en este sector. Por eso hace falta más seguridad en estos tiempos de crisis y de más necesidad de dinero".