Más de veinte años de lucha para frenar la ampliación del aeropuerto

La plataforma de vecinos afectados por la posible expropiación de sus propiedades denuncia que "nadie le haya plantado cara a Aena"

La alcaldesa de Telde, Carmen Hernández, en una reunión celebrada en 2018 junto a los vecinos de Ojos de Garza afectados.

La alcaldesa de Telde, Carmen Hernández, en una reunión celebrada en 2018 junto a los vecinos de Ojos de Garza afectados. / José Carlos Guerra

Benyara Machinea

Benyara Machinea

Los vecinos de Ojos de Garza han solicitado reunirse con los presidentes del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, y del Cabildo insular, Antonio Morales, para tratar de frenar el Plan Director de la tercera pista del aeropuerto de Gran Canaria, después de haber recibido múltiples aplazamientos. La petición ha sido plasmada ya por el Ayuntamiento de Telde, que el pasado viernes emitía dos escritos en los que trasladaba las reclamaciones a ambas instituciones. "Este ya es el último recurso que nos queda para ver si se dignan a recibirnos", exclamó la presidenta de la plataforma de vecinos afectados por la posible expropiación de sus viviendas, Margarita Alonso.

Desde la primera notificación para proponerles el realojo que recibieron en 1999, los residentes de las zonas de Ojos de Garza, La Montañeta y Caserío de Gando han llevado a cabo numerosas protestas en forma de huelgas de hambre y acampadas frente a la delegación de Gobierno. "Hemos tenido el respaldo de nuestros políticos en medios de comunicación, pero no ha habido uno que le haya plantado cara al ministerio de Fomento Aena a lo largo de estos 22 años de lucha", denuncia Alonso.

La alcaldesa de Telde, Carmen Hernández, defiende en el escrito presentado que, ante la conyuntura actual de crisis, resulta inviable proceder al proyecto para incorporar la tercera pista del aeropuerto. Por su parte, la presidenta de la plataforma de afectados pide que "si no van a ejecutar el plan, que nos quiten esa condena de encima, que nos liberen de esa carga y nos dejen en paz". "Si no salimos en los medios de comunicación, si no protestamos, si no hacemos huelgas, no se nos escucha, parece que no somos importantes", reclama la vecina del barrio. 

El foco de las críticas por parte de los residentes de la zona se encuentra en las circunstancias que rodearon a la votación que tuvo lugar en 2001 para aprobar el proceso de realojo. La asociación denuncia que muchos ciudadanos no habían recibido por correo su convocatoria y que las cartas dirigidas a La Montañeta se desviaron al área de El Calero. "Si van a seguir adelante con el proyecto, que anulen la encuesta que se hizo en su momento por los numerosos errores que cometieron y que desde el primer momento hicimos públicos y los denunciamos", demanda Alonso.

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