Vacaciones entre olivos y guacamayos

El Centro Ecológico Los Olivos recibe a un centenar de niños en su campamento de verano, donde les enseñan a convivir con la naturaleza y los animales

Campamento infantil en Los Olivos (Telde)

LP/DLP

Benyara Machinea

Benyara Machinea

Un centenar de niños disfrutan de sus vacaciones escolares acompañados de animales y de vegetación en el campamento de verano del Centro Ecológico Cultural Los Olivos, en el barrio de Las Medianías. Los pequeños, de entre 3 y 12 años, aprovechan estas semanas de agosto para desconectar de la urbe en un entorno que también se encarga de producir un aceite de oliva virgen extra que traspasa fronteras.

Los campamentos de verano están evolucionando y los niños cada vez tienen más opciones para disfrutar de sus vacaciones escolares alejados de las cuatro paredes de un aula. Eso bien lo saben los 100 alumnos que están pasando el periodo estival en la finca de Los Olivos, un espacio natural de Las Medianías de Telde en el que descubren su lado más agreste acompañados de más de 70 variedades de animales. En su granja escuela, que cada año visitan 11.000 escolares, muchos conocen por primera vez lo que es acariciar a un conejo, limpiar establos o hacer un paseo en burro.

El campamento les brinda la posibilidad de interactuar con los animales, bañarse en sus dos piscinas, participar en actividades deportivas como tiro con arco, kartings o airsoft a la par que desarrollan su creatividad con todo tipo de manualidades. Durante la mañana de ayer los inscritos, que oscilan entre los tres y los doce años de edad, ultimaban los carteles y papagüevos que les acompañarán mañana en su versión particular de la rama, con la que se sumarán a las celebraciones de esta semana con motivo del día de la Virgen de las Nieves recorriendo toda la finca.

Mari Pino González, coordinadora del campamento, enseña a los alumnos a amamantar a uno de los baifos.

Mari Pino González, coordinadora del campamento, enseña a los alumnos a amamantar a uno de los baifos.

El amplio rebaño que hoy ocupa las cinco hectáreas de terreno es fruto de la afición de José Luis Moreno, propietario de la finca, por el mundo de las aves. Las especies exóticas con las que comenzó han ido ampliándose hasta albergar una fauna de lo más variada, que compone un centro turístico de referencia en las Islas. Variedades como las gallinas japonesas lograron captar la atención de Alexia Castellano, una de las participantes del campamento que, tras haber conocido la finca el verano pasado, ha decidido volver un año más. "Cada vez que me acerco a una jaula vienen las gallinas hacia mí, eso es lo que me gusta de ellas", explicó la alumna. 

"Aprenden a respetar la naturaleza y ven que la leche y los huevos no salen del supermercado"

Cada día los menores se adentran en tres actividades distintas y pasan de una jaula a otra a bordo de un pequeño tren en el que cantan al ritmo de una serie de temas infantiles. "Lo más positivo es que aprenden a respetar la naturaleza, saben de dónde salen los productos y ven que la leche y los huevos, por ejemplo, no salen del supermercado", aseveró Mari Pino González, coordinadora del campamento. 

A algunos les cuesta más que a otros adaptarse al cambio de entorno, pero "es muy raro el que no termine adaptándose a estar con los animales y a guardar amor y respeto hacia ellos", añadió la coordinadora. Prueba de ello es que, cuando oyen la idea de amamantar a un pequeño baifo, todos quieren ser los primeros en sujetar el biberón. 

Acabar con el miedo a los animales

El objetivo de muchos de los padres al apuntar a sus hijos a estas actividades es precisamente acabar con ese "miedo" o respeto que sienten los menores hacia los animales y hacerles ver que son en realidad inofensivos. Los monitores les acercan con paciencia a los animales, dejan que les acaricien y les guían en ese proceso hasta que son capaces de guiar a un pony durante un breve paseo, sin ir más lejos.

La idea de lanzar un campamento de verano infantil en la finca surgió hace ya una década con la idea de conseguir "que los niños estuvieran más libres y aprendieran que no todo es jugar o estar pintando sino que es importante que también sepan hacer otras cosas y que conozcan a las aves y animales", incidió González. Es por ello que decidieron ampliar la oferta formativa y las visitas de centros escolares al calendario no lectivo, habilitando "un sitio donde los padres puedan traer a los niños y que se vayan contentos aparte de jugar, aprender y estar entretenidos". Uno de los aspectos que más agradecen los padres, aclara, es que "gocen y regresen cansados a sus casas".

Los alumnos practican a diario actividades deportivas como tiro con arco, carreras de karting o 'airsoft'

El campamento se desarrolla por semanas y los padres son los que eligen la duración del mismo en función de sus necesidades. Los primeros niños llegaron el 26 de junio al recinto y las actividades continuarán hasta el 7 de septiembre, con opciones de transporte directo para llegar al terreno y de almuerzo en el comedor escolar.

Una de las principales particularidades de este espacio está en su producto estrella, un aceite de oliva virgen extra que ha traspasado fronteras y que les ha permitido alzarse en dos ocasiones con el Superior Taste Award que se celebra cada año en Bruselas. Con el fin de descubrir su secreto decenas de personas acuden cada domingo para conocer de primera mano cómo se elabora el aceite y se envasan las preciadas aceitunas. 

Una de las alumnas sujeta a un guacamayo en el campamento.

Una de las alumnas sujeta a un guacamayo en el campamento.

Al mismo tiempo, el recinto es escenario de multitud de celebraciones, como bodas, bautizos o comuniones, para los que cuentan con un amplio espacio de comidas. Gracias a esto la plataforma nacional bodas.net les ha premiado en los últimos Wedding Awards con las recomendaciones de los que han celebrado en Los Olivos su enlace matrimonial. 

La última distinción que han recibido es la declaración de interés público de la Consejería de Política Territorial del Cabildo de Gran Canaria al tratarse de "un ambiente totalmente diferente a lo que ya existe en temas de campamentos, de visitas, porque todo está bien programado, los niños no se aburren y conocen cosas nuevas", concluyó González. 

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