Puntadas de futuro en Jinámar

Cada martes y jueves, en el centro cívico, las participantes aprenden a patronar y coser bajo la atenta mirada de Amabile Lago y Sara Giménez 

El proyecto surgió «de forma natural y orgánica» de la inquietud de las propias mujeres de Jinámar

La iniciativa impulsada por Educom Canarias cuenta con el apoyo del Cabildo y del Ayuntamiento de Telde

Puntada a puntada, un grupo de mujeres están cosiendo su presente y su futuro en Jinámar. Cada martes y jueves se reúnen en el Centro Cívico del Valle y bajo la atenta mirada de Amabile Lago y Sara Giménez trazan líneas con precisión milimétrica para trasladar sus ideas a un patrón y construir sus prendas de ropa. 

Empiezan siempre compartiendo citas inspiradoras que ellas mismas seleccionan para «dejar atrás todas las preocupaciones y afrontar las clases y el día con más energía». 

El taller Tejedoras de Unidad, Cosiendo Comunidad es uno de los proyectos que se han incorporado a la red social del Plan Integral de Jinámar de la mano de Educom Canarias y además del apoyo del Ayuntamiento de Telde, que ha cedido el espacio, cuenta con la financiación del Cabildo de Gran Canaria a través del programa Gran Canaria Moda Cálida

Sara Giménez explica que esta actividad "surgió de forma natural y orgánica". Varias de las mujeres que participan habitualmente en el taller de actividad física que ofrece el Ayuntamiento en el barrio habían comentado su interés por aprender o retomar la costura y, con un poco de suerte y apoyo emprender laboralmente con este oficio tradicional. 

Este deseo planeó sobre ellas y se extendió a las mujeres que colaboran en los campamentos urbanos que se celebran en el parque de Las Mil Palmeras y tras la pausa obligada por la pandemia volvieron a retomar sus sueños. Y la suerte llegó. "La asociación Educom Canarias vio el potencial que tenía esta idea para canalizar el talento del barrio y seguir contribuyendo al proceso de construcción de comunidad y ayudó a hacerla realidad".

"La asociación Educom Canarias vio el potencial que tenía esta idea para canalizar el talento del barrio y seguir contribuyendo al proceso de construcción de comunidad y ayudó a hacerla realidad"

Sara Gimenez

— Profesora del taller

Desde el mes de abril más de 40 mujeres aprenden juntas patronaje y confección y ya están preparando un desfile y una exposición con sus trabajos para final de año. 

Con cada puntada se cierran también heridas y etapas. Magdalena Santana, de 70 años, ha recuperado la alegría después de muchas pérdidas personales. Siempre le gustó la costura y de joven hizo sus pinitos con "con otro sistema". Ahora la pena ha dado paso a la ilusión por "reciclar prendas o hacerme cosas nuevas" y compartir un rato con más personas. 

María del Pino Sánchez, de 54 años, tenía "espinita clavada porque siempre me gustó y aunque de niña fui a clase, luego no cosí más". Destaca "lo serviciales que son las profesoras" y confiesa que le gustaría trabajar cosiendo. Su amiga Olga Delia Santana, de 56 años, también había estudiado un año cuando tenía 15, pero "cuando me quedé embarazada lo aborrecí y le regalé todo a mi madre, que era costurera. Prefería tirar una blusa a coserle un botón". Ahora ha reconectado con este oficio y se acuerda da mucho de su progenitora, que nunca entendió su rechazo. 

Otra de las alumnas, Carmen Rosa Falcón, afirma que este taller no solo le ayuda a coser para ella y sus hijos, sino que "me ha ayudado a saber todo lo que se hace en Jinámar y conectar con mis vecinos", mientras que Ana Rosa Nóbrega asegura que le ha "devuelto la vida" tras varios problemas de salud. 

Este taller aspira a sentar las bases para crear empleo en la industria textil y para ello cuentan con una maestra de lujo, la italiana Amabile Lago, que trabajó durante 35 años en su país de origen con firmas como Valentino, Armani y Versace y adapta las clases para dar respuesta a las necesidades de cada alumna. 

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