Telde

El campamento de la ilusión

Jinámar ofrece cada periodo vacacional un refugio en el que los menores aprendan en comunidad

La idea es crear una comunidad mejor y hacer desaparecer los tabúes al barrio

Campamento Jinámar “Construyendo Comunidad en Familia”

T. M. R.

Un campamento diseñado para construir comunidad en familia, y cuyo objetivo se centra en hacer una sociedad mejor, crecer entre amigos y aprender mutuamente los unos de los otros. De este modo se ha ido desarrollando este campamento, organizado por el Instituto Bahá'í de capacitación y desarrollo comunitario que se celebra en cada periodo vacacional y desde hace varios años en los alrededores del barrio de Jinámar, en Telde. Concretamente en el parque de las mil palmeras, en el espacio comunitario del invernadero.

Con el tiempo, la forma de llevar a cabo este campamento ha cambiado, y aunque es cierto que la esencia siempre ha sido la misma y que los voluntarios juegan un papel fundamental, el espacio ha variado. Madres, abuelas, jóvenes y algún padre que otro han puesto su granito de arena para hacer de Jinámar un espacio idílico para todos, haciendo que los tabúes sobre el barrio desaparezcan. "Queremos quitar la mala fama a Jinámar y construir en positivo", aseguran los voluntarios.

Los voluntarios explican que cada campamento tiene una temática, y que los niños desarrollan hábitos y cualidades, así como virtudes humanas. En él, participan niños de 4 a 10 años y en el programa de prejóvenes (adolescentes), que va desde los 11 hasta los 15 años. Mientras que los más pequeños disfrutan de actividades y deportes de todo tipo en horario de nueve de la mañana a dos de la tarde, los más mayores hacen servicios comunitarios y reflexionan. Además, estos también hacen noche, ubicados en la finca del bailadero.

Esta vez la temática ha sido los duendes de las virtudes, y se ha trabajado el lenguaje amable y la paz

En esta edición de otoño-invierno han participado 150 niños y prejóvenes y alrededor de 25 voluntarios, que son los encargados de desarrollar todos los talleres junto a los niños. Canciones, bailes, yoga o juegos. Todo sirve a la hora de crear un ambiente sano en el que la inspiración es fundamental. Este año, la temática ha sido los duendes de las virtudes para los más pequeños, trabajando la paz, la obediencia y hábitos como el lenguaje amable.

Bienestar animal

Durante el campamento, los participantes recibieron la visita de la asociación de bienestar animal Jinanimals, que pudo concienciar a los niños de cómo se sienten los animales con los fuegos artificiales, tan habituales en estas fechas.

Además del voluntariado, hay varias entidades colaboradoras que hacen que este proyecto siga adelante, como es el caso del club deportivo Axinamar , la asociación cultural Entre amigos, jinanimals y empresas del barrio, como es el caso de panaderos y supermercados. El ayuntamiento de Telde, prestando el espacio, también hace posible que en cada periodo vacacional se desarrolle el campamento, así como la asociación educativa Educon Canarias y el Gobierno de Canarias a través del Ministerio de Igualdad en el marco de la corresponsabilidad, que han apoyado el proyecto económicamente, cubriendo las necesidades de materiales, transportes, camisetas o comidas.

Los voluntarios aseguran que una de las ideas es quitar la mala fama a Jinámar y construir en positivo

Xiomara Hernández, trabajadora municipal, facilitadora comunitaria y monitora deportiva asegura que se trata de un espacio donde hay un apoyo mutuo para conseguir y construir comunidad. "Siempre hay alegría y se crea un espacio parecido a un refugio de paz y amor, cada uno pone sus talentos al servicio de los demás y todos aprenden de todos". Para Xiomara, que se ha criado en el barrio, asegura que para ella, servir en el barrio como trabajadora y como voluntaria es la pasión de su vida. "Es como devolver todo lo que un día me dieron a mí, porque los niños no solo son criados por los padres, sino también por la comunidad", sentencia.

La despedida de esta edición, como no podía ser otra, fue a través de un festival de familias por la paz, donde tanto los niños como los adolescentes presentaron lo aprendido durante estas semanas y compartieron una comida con familiares o educadores que pudieron asistir. Un campamento comunitario donde el buen ambiente está garantizado en cada periodo vacacional y donde los menores aprenden jugando.