Trece años después, todo sigue igual: el torreón de alta tensión que ocupa un carril en Telde

El Ayuntamiento de Telde y el Cabildo de Gran Canaria proyectaron y construyeron el viaducto de San José de Las Longueras sin tener en cuenta la presencia de un torreón en medio del trazado y trece años después de su inauguración todavía sigue ahí

Espectacular choque de una guagua contra un torreón en Gran Canaria

LP/DLP

El viaducto de San José de Las Longueras que iba a convertirse en un símbolo de modernidad de Telde y, de paso, aliviaría la densidad del tráfico en el puente que une la Avenida del Cabildo con la GC-41 se inauguró en septiembre de 2011. Sin embargo, uno de los carriles en dirección subida nunca se abrió porque un torreón de alta tensión se erigía firmemente en medio de la calzada. Trece años después, todo sigue igual.

Desde que se impulsó esta infraestructura viaria en el mandato 2003-2007 hasta hoy, ha habido cinco gobiernos locales presididos por Francisco Valido, Francisco Santiago, Mary Carmen Castellano, Carmen Hernández, y Héctor Suárez y Carmen Hernández (Alcaldía compartida en el gobierno anterior) que no han solucionado el problema. Ahora, en el sexto ejercicio, el Cabildo y el Consistorio, con Juan Antonio Peña al frente, aseguran que la cuenta atrás ha comenzado.

La torre que forma parte del tendido eléctrico que atraviesa parte del municipio de norte a sur amanecía hoy llena de los cristales rotos de la luna y ventanas de la guagua de Global que ayer se empotró contra el muro que lo rodea. Al lado, seis guaguas de una compañía de transporte privado utilizaban el carril cerrado como aparcamiento.

Estado que presenta el viaducto

Estado que presenta el viaducto / LP / DLP

El cronista oficial de Telde, Antonio González Padrón, asegura que el error fue el proyecto en sí. "Me opuse desde el primer momento a ese viaducto porque creía, y sigo creyendo, que era del todo innecesario, puesto que ensanchando el puente nuevo, el que está al lado del parque Pinocho y que sigue la línea que marca la Avenida del Cabildo, era suficiente".

El historiador defiende que ampliar este paso "resultaba mucho más económico, el 25% de lo que costó el otro", cuyo presupuesto final fue de seis millones de euros, pese a que inicialmente se calculó que serían 3,9. Sin embargo, añade, los gobiernos del Ayuntamiento y el Cabildo, presididos entonces por Francisco Valido y José Manuel Soria, respectivamente, defendieron que "iba a marcar un hito en la historia de Telde". Incluso, "una concejala se jactaba diciendo que se iba a hacer un puente como el de la Peineta de Sevilla".

Rodado

"El proyecto se hizo para que fuera pegado al acueducto que realizó Juan León y Castillo en la segunda mitad del siglo XIX y entré en cólera porque colocar algo tan ultramoderno al lado era un desprecio y minimizar su obra y memoria", asevera González, quien añade que junto a él se levantaron muchas otras personas para protestar por esta pretensión. Finalmente, el trazado se 'rodó' unos metros, "aún extremadamente cerca para mí, que insisto en que lo más racional era ensanchar el otro".

Viaducto de San José de Las Longueras

Viaducto de San José de Las Longueras / LP / DLP

Una vez adjudicada la obra, explica el historiador, los ingenieros se percataron de que existían problemas en los terrenos de los extremos donde sostiene el viaducto, lo que casi duplicó el presupuesto, así como la imposibilidad de negociar adecuadamente el traslado del torreón de alto voltaje. "Hace 20 años la compañía eléctrica se negó a cambiar su ubicación porque no es una simple estructura metálica, sino que había que corregir toda una línea de alta tensión, con los gastos que eso conlleva, solo porque una institución pretendía construir un proyecto en el lugar que ocupaba", por lo que eran las administraciones públicas las que debían asumir ese trabajo que, por otro lado, suponía llegar a un acuerdo que no se alcanzó con los dueños de los terrenos aledaños. Y ahí quedó; el Ayuntamiento no volvió a intentar expropiar los terrenos hasta ahora.

Uno más

El cronista de la ciudad apostilla que "al final tenemos un puente que no solo no ha aligerado la densidad del tráfico, sino que casi obliga a la gente a seguir echando por el que nunca se quiso ensanchar solo por el empecinamiento político". González continúa diciendo que la ciudadanía está "cansada de inauguraciones de infraestructuras que luego están sin utilizar" y pone como ejemplo "la estación de guaguas, que tras la inauguración nunca se usó porque las guaguas no entraban", la Casa de los Sall o la fábrica de ron, "que se suman a otras propiedades en el abandono", como la antigua sede de la Concejalía de Turismo la casa de Los Medinas, conocida también con la de don Chano Álvarez "y una larga lista interminable de bienes que están abandonados u ocupados".

"Al final tenemos un puente que no solo no ha aligerado la densidad del tráfico, sino que casi obliga a la gente a seguir echando por el que nunca se quiso ensanchar solo por el empecinamiento político".

Antonio González Padrón

— Cronista oficial de Telde

El proyecto

El viaducto de San José de Las Longueras, que pende sobre el Barranco Real de Telde, tiene una longitud de 70 metros y tiene una tipología atirantada con un pilono asimétrico colocado en el extremo situado en Los Llanos. Tiene dos carriles en cada sentido, aunque uno de ellos sigue inutilizado por culpa del torreón contra el que chocó ayer una guagua y hace diez meses un taxi. Además, la vía continúa sin alumbrado público y la falta de mantenimiento hace que su estructura metálica blanca presente un estado de oxidación.

Viaducto de San José de Las Longueras, en Telde

LP/DLP

Aunque el proyecto fue diseñado e impulsado en el mandato 2003-2007, no fue hasta 2011 cuando comenzaron las obras, abanderadas por el vicepresidente insular, Román Rodríguez, y el regidor teldense de entonces, Francisco Santiago. Junto a los representantes políticos un vecino y activista social, Juan Santana, participó en el acto de colocación de la primera piedra "en una esquina del viaducto, donde se forma la curva". A lo largo de estos años ha visto cómo el torreón continúa firme en el mismo lugar impidiendo la apertura total de esta obra y aunque ha sido siempre "un guerrillero", ahora quiere dar un voto de confianza al alcalde y al consejero de Obras Públicas, Juan Antonio Peña y Augusto Hidalgo, que anunciaron en septiembre su intención de trasladarlo en breve.

De hecho, mañana hay prevista una reunión entre ambas administraciones para revisar el convenio que suscribirán para terminar esta obra y que determina que una vez que el Ayuntamiento expropie el suelo necesario el Cabildo procederá a rodar la torre y arreglar la carretera.

En ese sentido, el regidor municipal asegura que la expropiación "es la parte más fácil" puesto que "el expediente estaba iniciado ya en Urbanismo, pero nunca se materializó, por lo que será un trámite más sencillo".