Miguel Ángel Ramírez sigue sin dar pistas claras sobre el nombre del nuevo entrenador de la UD de cara a la temporada venidera. El presidente de Las Palmas expuso que, hasta principios de junio, no puede dar a conocer al elegido por respeto a la relación contractual que mantiene el técnico con su actual club.

Eso sí, el mandatario amarillo adelantaba que el acuerdo con el próximo inquilino del banquillo está cerrado desde el pasado mes de marzo, y que éste ya sabía que si conseguían convencer a Quique Setién para que continuase al mando, algo que intentaron hasta el último momentos, lo acordado con el que será el sustituto del cántabro quedaba en papel mojado. También aclaró que la dirección deportiva ha elegido una opción continuista en cuanto a estilo de juego.

"La alternativa a Setién tiene ahora dos condicionantes. Uno lo conocerán cuando presentemos al próximo entrenador y otro era que si durante el periodo hasta el fin de temporada yo era capaz de revertir la situación del propio Setién, entonces Setién seguiría en la UD Las Palmas. Y por lo tanto, el compromiso con el próximo técnico no iba a valer", expuso Miguel Ángel Ramírez.

El presidente de la UD, que confirmaba la presencia de Juan Carlos Valerón en el cuerpo técnico del primer equipo la próxima temporada y la continuidad en el mismo de Rafa Cristóbal como preparador físico, también hablaba del perfil 'bajo' del nuevo inquilino del banquillo: "Nosotros buscamos talento y eso no significa experiencia. Significa capacidad, posibilidad, apuesta... El entrenador reúne los perfiles que queremos. Cuando vino Setién, venía del paro y sin entrenar en Primera. Miren ahora el resultado".

Migue Ángel Ramírez confirmaba que, hasta el mismo final de campaña, intentó revertir la situación con Quique Setién para que hubiese un acuerdo sobre su continuidad. Incluso explicaba que, en la previa del encuentro ante el Barça, tuvo una reunión en el despacho del míster con el cántabro y sus ayudantes. Reconoce que estos últimos no conocían la oferta que la UD le había ofrecido a su 'jefe' -10 millones de euros por cinco temporadas y si mantenía al equipo cinco jornadas seguidas en puestos podían cesarle sin pagarle los años venideros-, y que él mismo pidió que se grabara en vídeo el momento en que la explicaba.