Íñigo Ruiz de Galarreta, mediocentro de 24 años que pertenece al FC Barcelona, en cuyo filial jugó la última temporada, está cerca de fichar por la UD Las Palmas y convertirse, por tanto, en el organizador de juego que le falta a Manolo Jiménez. La entidad amarilla, que mostró su interés por hacerse con sus servicios al inicio del verano y en el pasado mercado invernal, ha convencido al jugador y sólo falta que los clubes se pongan de acuerdo.

El escollo principal radica en que la UD lo quiere en propiedad y el Barça no está por la labor de deshacerse de él tan fácilmente, por lo que las negociaciones versan sobre la fórmula para salir de la entidad catalana. El futbolista, que acaba contrato en junio de 2020, y que antes del filial azulgrana militó en el Numancia, Leganés, Zaragoza, Mirandés y Athletic, tiene varias ofertas de equipos de Primera, entre ellas una del Getafe y otra del Lega, sin embargo, está dispuesto a bajar de categoría a cambio de tener un papel protagonista como el que tendría en la Isla.

La contratación de Ruiz de Galarreta es absoluta prioridad para Toni Otero, secretario técnico de la UD, que trabajó para el Barcelona el curso pasado como ojeador. Considera el gallego, y también Jiménez, que es el idóneo para convertirse en el mediocentro titular que ha de guiar el juego amarillo. Se trata de un futbolista con buen manejo del balón y criterio a la hora de elegir la mejor opción.

A pesar de su corta edad, el donostiarra tiene ya cinco temporadas de experiencia en Segunda e incluso cuenta con un ascenso, con el Leganés en la 2015-16. Un año antes, estuvo a pocos minutos de lograrlo con el Zaragoza, pero un gol de Sergio Araujo hizo que el que subiera fuera, precisamente, el club que ahora le quiere. Pero falta el acuerdo con el Barça.