UD - Albacete: El villancico de la apisonadora

Una metroguagua a la gloria. Camino a la perfección y sin el actor Tom Hanks. La UD de Pimienta, intratable desde el 1 de noviembre ante el Burgos (0-2) –cinco jornadas sin besar la lona y líder de Segunda–, calibra la perfección de su liderato ante el Albacete Balompié de Maikel Mesa (20.00 horas, LaLiga SmartBank). Partido para un coñá caro, un Henri IV Dudognon Heritage (valen dos millones de euros la botella), y estirar el liderato de la apisonadora amarilla. La formación grancanaria, ocho jornadas al frente de la tabla y con únicamente dos derrotas, está de dulce sin el emperador Jonathan Viera Ramos. El rigor defensivo –solo diez tantos encajados en 19 contiendas– eleva a los altares a la propuesta de Pimienta, que sigue sin renovar. A la baja del ‘21’, cabe sumar las de Sandro Ramírez, Álvaro Valles, Benito y Enzo.

La vuelta de Maikel Mesa, capitán de la UD en el playoff del llanto eterno, conforma uno de los grandes atractivos. El lagunero jamás ha pisado el partenón de Siete Palmas como enemigo y llega como la gran estrella de esta nueva versión del Queso Mecánico. Desde la humildad, y con Rubén Albés, extécnico del Lugo, como arquitecto, cabe esperar suspense y algún susto para cerrar el 2022 de local. La formación manchega es el máximo realizador de visitante con doce tantos, igualada con la UD, y se deshizo del Lugo, Málaga CF y CD Leganés con el traje de visitante. El bloque de Pimienta alcanzó la perfección ante el Tenerife en el derbi del aplastamiento y luego firmó una gira asturiana sobresaliente –0-1 en El Molinón y 0-0 en el Tartiere y los últimos 19 minutos con diez por la expulsión de Enzo Loiodice–.

En una política contundente de rotaciones, le toca el turno al central Sidnei. El brasileño se ejercitó ayer de titular y apunta al once como principal novedad. De igual manera, se suma Óscar Clemente, que actuará de enlace con Alberto Moleiro. Al timón, Nuke Mfulu, míster titán de oro de la Wilson.

Con diez tantos favor y solo cuatro en contra, la UD domina y gobierna el Gran Canaria desde la simpleza. Desde el toque de gracia, la arista mortal para dilapidar a grandes aspirantes desde la simpleza de los campeones como aconteció ante el Granada bajo la lluvia –igual que hizo ayer Francia ante Inglaterra–. El nivel de Álex Domínguez es cautivador, así como el resto de la retaguardia. La temporada de Álex Suárez es de Netflix, así como las de Saúl Coco o Sergi Cardona. En relación a Eric Curbelo, que ya figura en la agenda de la Primera División por el interés del Cádiz, guardará descanso. Moleiro, ante la melancolía de Viera, se viene arriba por su lectura del juego. Un Phil Foden del Teide. Combina, entrega en corto y en largo. Golpea y debe acabar cuanto antes con esa sequía realizadora. Si en verano valía 25 millones, no puede lucir esa descortesía en su aspecto realizador.

Con Marc Cardona de nueve, y las bandas para Álvaro Jiménez y el señor Pejiño –héroe de héroes con su doble anotación en el clásico del despiporre–, todo invita al delirio en este cierre de año de local. Con 20 victorias en este 2022, los amarillos negocian un cierre para enmarcar. Superar los guarismos defensivos de Herrera y Kresic no resulta baladí. Da para una novela de Juan José Millás. Arte, caños, sombreros y la orgía del toque. Juega el líder, todos de rodillas. Incluido Maikel Mesa, que exige su cuota de venganza.

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