Dos remontadas seguidas afianzan el poderío de la UD

Las reacciones ante el Ibiza y el Mirandés, las primeras del curso, confirman el aprendizaje del equipo a sobreponerse a la adversidad

Los futbolistas de la UD Las Palmas y demás miembros del personal hacen piña antes del choque frente al Mirandés. | | ANDRÉS CRUZ

Los futbolistas de la UD Las Palmas y demás miembros del personal hacen piña antes del choque frente al Mirandés. | | ANDRÉS CRUZ / Pablo Fuentes

Hay muchas maneras de ganar, pero a la UD Las Palmas le faltaba una que se guardó para la segunda vuelta: la remontada. No había logrado ganar a un rival después de haberse puesto por debajo en el marcador hasta que lo hizo la semana pasada en Ibiza (1-2) y anteayer frente al CD Mirandés en el Estadio de Gran Canaria (2-1). Cierto es que tampoco tuvo muchas ocasiones de hacerlo porque en la mayoría de partidos el cuadro amarillo golpeó primero, pero la demostración de que también sabe reponerse no hace sino confirmar el poderío de un equipo en vuelo hacia el ascenso.

Lo hizo, además, en dos encuentros en los que el equipo, por momentos, no estuvo fino, lo da mayor lustre a los hechos. En Can Misses, Las Palmas comenzó sin intensidad y muy lejos de su mejor nivel y producto de ello recibió el 1-0 del colista, que se aprovechó de un error grave de Álex Domínguez para adelantarse, si bien el portero catalán había ganado ya un mano a mano.

No fue hasta la expulsión del lateral izquierdo Escobar al inicio de la segunda parte cuando la UD se fue a por el choque y no tardó en conseguirlo. Primero Sandro, con un disparo que se coló en la portería porque un defensa desvió la pelota, y luego Jonathan Viera, que se aprovechó de un regalo, aunque luego definió con maestría, remontaron para los amarillos, que si bien tenían un jugador más sufrieron hasta el final.

El viernes pasado, en un partido distinto en el que la UD falló hasta cuatro ocasiones de gol claras en la primera parte en un buen cuarto de hora, los de García Pimienta tuvieron que sobreponerse al golazo de Roberto López desde casi el centro del campo. Esta vez lo hizo gracias a un tanto de Óscar Clemente, que se aprovechó de un mal despeje de Raúl Navas, y otro de Marc Cardona, que encontró la portería contraria por séptima vez en el curso justo cuando había rematada mal, según sus propias palabras al término del choque.

Como el fútbol va de ganar, la UD abraza los últimos seis puntos como vitales en su objetivo inmediato de encadenar una racha positiva que le despegue de manera definitiva del tercer clasificado, o por lo menos del cuarto o del quinto.

En los otros cinco partidos que Las Palmas comenzó por debajo, el balance es de dos empates y tres derrotas finales. Las dos igualadas llegaron fuera de casa, la Primer en Vitoria frente al Deportivo Alavés (1-1) y la segunda en Valencia contra el Levante (1-1-), mientras que las derrotas fueron una lejos de la Isla, en Huesca (1-0), y dos en el Estadio de Gran Canaria, ante el Burgos (0-2) y el Albacete (1-2). En total, por tanto, la UD sumó ocho puntos en los siete encuentros en los que comenzó perdiendo.

Ahora los amarillos reciben a un rival contra el que perdieron en la primera vuelta, aunque por las ocasiones que fallaron en la segunda parte del choque de El Alcoraz no lo merecieron. La revancha de un equipo poderoso.

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