Óscar Pinchi busca su oportunidad en la UD

Una nueva oportunidad se abre para Óscar Pinchi en la UD Las Palmas. El gallego, que la temporada pasada jugó cedido en el CD Mirandés, donde dejó una grata impresión, iniciará mañana la pretemporada junto al resto de sus compañeros en Barranco Seco con el objetivo de agradar y tener una ficha de cara a la nueva campaña en Primera División. No lo tendrá fácil porque la competencia es grande, pero a su favor juega que cuenta con el aval de Luis Helguera, cuya idea de prestar al jugador para que disfrutara de más minutos surtió efecto.

En cualquier caso, Pinchi no tiene garantizada su continuidad y es uno de los candidatos principales a abrir hueco en la plantilla a los refuerzos que faltan, si bien al menos tendrá la oportunidad, por lo menos de inicio, de dejarse ver.

Su situación es completamente distinta a la de Unai Veiga, otro de los futbolistas amarillos que jugó cedido el curso pasado –además de Clau Mendes y Joel del Pino desde enero–. Si bien el vasco, al que también le quedaba un año de contrato, rescindió con el club el viernes pasado porque no contaba de antemano, el gallego no se ha desvinculado, sino que iniciará el periodo de preparación.

Sus buenos números en el Mirandés, con seis goles en 38 duelos, despiertan el interés de clubes

Cuando la dirección deportiva decidió cederle la temporada anterior lo hizo no con el objetivo de quitárselo de encima –en la primera vuelta quedó una ficha libre–, sino para que jugara en un equipo que entonces estaba dirigido por Joseba Etxeberria y que, por tanto, iba a jugar al ataque y donde iba a tener mucho protagonismo. De alguna manera, existía la confianza en algunos dirigentes amarillos de que el gallego podría ser útil.

Competencia

A partir de mañana tendrá la oportunidad de convencer a Xavi García Pimienta, aunque parte con el hándicap de que en las posiciones en las que juega él tiene a varios compañeros por delante. Los extremos de la plantilla actual son Pejiño, Benito y Cristian Herrera, además de Marc Cardona, que pasará a contar más para la banda que para el centro de la delantero. También Moleiro es un activo muy utilizado por el entrenador en el costado zurdo.

Cabe destacar que a día de hoy la UD Las Palmas cuenta con 22 fichas profesionales y faltan, en principio, cinco fichajes por llegar: un lateral derecho, un lateral izquierdo, un central y dos delanteros, además de un portero, que en tal caso ocuparía el lugar de Álex Domínguez, que saldría. Con tales previsiones el número de jugadores ascendería a 27, lo que significa que el club tendría que dar salida a dos. Uno de ellos será Joel del Pino; el otro, está abierto.

Si bien Pinchi es uno de los candidatos, Enrique Clemente, que también finaliza su contrato al final de la temporada que viene, también. En ninguno de los dos casos la cesión parecería la fórmula más viable, por lo que la UD trataría de renovarles o de sacar algún dinero por un préstamo. La rescisión sólo se contemplaría si alguno renunciara a cobrar todo el año que les correspondería.

Son varios los equipos de Segunda División interesados en hacerse con Pinchi, sobre todo el Racing de Ferrol, ascendido desde Primera RFEF este curso pasado y que tiene, a priori, un proyecto bastante ambicioso a corto plazo.

El gallego, por su parte, ha dado motivos para tener pretendientes, toda vez que completó una muy buena temporada en el Mirandés, donde sabía que iba a participar. Jugó 38 de los 42 partidos, la gran mayoría de ellos como titular y muchas veces en la mediapunta. Además, marcó seis goles, los mismos que Pejiño y sólo uno menos que los tres máximos realizadores amarillos: Sandro, Jonathan Viera y Marc Cardona. También dio tres asistencias.

Los números de Pinchi, por tanto, fueron buenos. El plan de Luis Helguera salió y ahora, con el equipo en Primera División, debe decidir si está capacitado para ser uno de los refuerzos de la plantilla. Al menos tendrá la oportunidad de iniciar la pretemporada, después de un año en el que maduró como futbolista. Su presencia definitiva no está garantizada, pero una parte está en su mano.

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