Buscamos en internet un albañil para contratarle, pero no queremos pagar el IVA. Enseguida damos con David. A sus 28 años, lleva tres en el paro y una hija a la que mantener. Aseguran que no les queda más remedio que trabajar sin contrato, por tanto sin Seguridad Social. Uno de cada cuatro euros lo genera la economía sumergida. La otra cara de la moneda son las empresas que se mantienen a flote a duras penas y tienen que hacer frente a esta competencia desleal.