La interacción con mascotas ha sido una fuente de felicidad y compañía a lo largo de la historia, con perros y gatos ocupando un lugar especial como miembros valorados de muchos hogares. Estos animales no solo nos reciben con entusiasmo al volver a casa, sino que también nos brindan apoyo emocional en momentos difíciles.

Una costumbre común entre los dueños de mascotas es permitirles dormir en la misma cama. Esta práctica no solo nos proporciona calor y cercanía física, sino que también ofrece beneficios significativos para nuestra salud mental y emocional. La doctora Ann Berger, médica e investigadora en el Centro Clínico de los NIH en Bethesda, Maryland, destaca la empatía natural de los perros: "Están muy presentes y pueden ofrecer amor y compañía constante, especialmente cuando detectan que sus dueños están atravesando momentos difíciles".

Los beneficios de compartir nuestro espacio de descanso con mascotas son respaldados por múltiples estudios. La convivencia con animales ha demostrado reducir la presión arterial, disminuir los niveles de estrés y combatir la sensación de soledad. Además, la presencia constante de un compañero peludo puede mejorar significativamente nuestro estado de ánimo y ayudar a manejar condiciones como la ansiedad y la depresión. Compartir la cama con una mascota puede ser una experiencia profundamente sanadora, reforzando un vínculo emocional que beneficia tanto a humanos como a animales.