Los países frontera instan a la UE a reforzar la inversión en cooperación

Los ministros del Interior y Migraciones de España, Italia, Grecia, Malta y Chipre muestran a Canarias el respaldo de Veintisiete en el reto migratorio

Los países MED5 reclaman a la UE una mayor cooperación con los países emisores de migrantes

Vídeo: Europa Press / Imagen: Ángel Medina / Efe

Isabel Durán

Isabel Durán

Más fondos de Europa para invertir en cooperación con los países de origen de los migrantes. Esa es la petición que han lanzado los ministros del Interior y de Migraciones de España, Italia, Grecia, Malta y Chipre tras reunirse en el marco de la cumbre MED5, formada por los países mediterráneos que forman la frontera sur de la UE y que soportan la mayor presión migratoria. Además, hicieron un llamamiento a pasar de las medidas reactivas a las preventivas, para evitar que los migrantes tengan que plantear su futuro fuera de sus Estados. El objetivo del encuentro, que tuvo lugar hoy en Las Palmas de Gran Canaria, era analizar la aplicación del nuevo Pacto de Migración y Asilo, votado en el Parlamento Europeo hace apenas diez días. Los cinco ministros mostraron satisfacción con el acuerdo, calificándolo como "un paso en la buena dirección" y un "mínimo común denominador", pero a la vez reconocieron que todavía existe un gran margen de mejora en las políticas migratorias de la UE. 

Esta cumbre es la séptima que celebra el MED5 y la primera que organiza fuera del arco mediterráneo. "La elección del lugar no es casual. El lugar es el mensaje. Un mensaje de respaldo a Canarias en su esfuerzo constante para afrontar el reto migratorio y a la solidaridad que ha demostrado en momentos de gran dificultad", afirmó el ministro español del Interior, Fernando Grande- Marlaska. A este mensaje se unió su homólogo griego, Dimitris Kairidis, quien apuntó que han venido desde la otra punta de Europa "para decir al mundo que estamos juntos en esto"

Los ministros sellaron una declaración conjunta en la que reclaman una mejora de la financiación para cubrir todos los procedimientos previstos en el pacto migratorio, "desde la prevención en la fuente de los flujos ilegales hasta las medidas de solidaridad". Marlaska explicó que se trata de "adelantar fronteras" para promover que las personas salgan de forma "regular, legal y ordenada" y no se vean obligadas "a caer en manos de las mafias, corriendo riesgos evidentes para su vida". Por esto, instaron a la Comisión Europea a poner el foco en la prevención de los flujos migratorios con más inversión en los países emisores y ampliando acuerdos como los que la UE tiene actualmente con Túnez y Mauritania, España con Senegal e Italia con Libia.

En este documento, firmado por los cinco países mediterráneos, también hacen un llamamiento a la mayor implicación de las agencias europeas en la prevención en los países emisores, "con especial atención a Frontex, que puede contribuir enormemente a la lucha en origen contra las mafias que trafican con personas y se aprovechan de su vulnerabilidad y desesperación", precisó Marlaska.

Los miembros de MED5 manifestaron su "pleno compromiso" con la aplicación del acuerdo de forma "eficaz y eficiente". El ministro del Interior de Italia, Matteo Pieantedosi, destacó que ahora toca preparase para "la fase de actuación, conservando la unidad de acción". A su juicio, la gestión del fenómeno migratorio no debe ser "un tributo de solidaridad con algunos Estados miembros, sino un beneficio para toda la Unión Europea". Por su parte, el director del Servicio de Asilo de Chipre, Andreas Georgiades, hizo hincapié en la importancia de "salvaguardar el derecho internacional y los derechos humanos", como pilares de la UE. 

Retornos

El ministro del Interior maltés, Byron Camilleri, considera que el pacto "no es la panacea" y no servirá para solucionar todas las aristas de la gestión migratoria. "Seamos realistas, la situación sigue siendo complicada. Hay decenas de miles de personas que ponen su vida en riesgo en el Mediterráneo cada año", aseguró. Por esto, instó a la Comisión Europea a colaborar más estrechamente con Libia. "Que concedan todos los derechos del mundo a las personas que son auténticos refugiados, pero también hay que tomar medidas contundentes contra quienes abusan del sistema", afirmó Camilleri, quien añadió que se debería trabajar más "en la prevención y después en los retornos", para "tener un sistema migratorio mejor ajustado".

"Es un pacto histórico, que llega después de décadas de discrepancia y que proporciona por primera vez un marco legislativo único, común y eficaz para la gestión de una migración ordenada y regular", declaró Marlaska. El ministro español también destacó el compromiso del acuerdo con "los valores de la UE, con la legislación internacional y con la protección de los derechos humanos y de asilo". 

Kairidis recordó que Europa es la región del mundo que más lucha por preservar los derechos humanos, pero señaló que "la UE tiene fronteras y las tiene que defender". El ministro griego concluyó que el pacto "tiene déficits, cosas malas y áreas problemáticas y, aunque no es el final del camino, es un paso en la dirección correcta".

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