Las estaciones del tren cambiarán el perfil urbano de las localidades por donde discurre y en el caso de Las Palmas de Gran Canaria facilitará la reordenación del frente marítimo en el tramo de San Telmo, donde se soterrará la autovía para prolongar el parque hasta el borde del mar. La construcción del ferrocarril también "se debe aprovechar" para resolver el planeamiento de la ciudad en la desem- bocadura del barranco Guiniguada o la salida de los túneles de Julio Luengo, declaró ayer el vicepresidente del Cabildo, Román Rodríguez, durante la presentación de los proyectos que están elaborando las empresas adjudicatarias de ocho de las once estaciones.

San Telmo será la estación más importante e integrará un intercambiador de guaguas y taxis, así como un aparcamiento para 1.110 vehículos particulares, todo en subterráneo. La propuesta que ganó el concurso, de la UTE formada por Euroestudios y Ardanaz-Cabrera Hernández Arquitectos, contempla la prolonga- ción del parque de San Telmo hasta el actual paseo marítimo. La adjudicataria tiene un plazo de diez meses para presentar el proyecto constructivo, por lo que las obras se podrán adjudicar a mediados del próximo año.

Román Rodríguez hizo un balance de los pasos que se han dado hasta ahora para implantar el tren del Sur y señaló que las obras podrán comenzar en el segundo semestre de 2012, por lo que la línea entraría en funcionamiento en el año 2016. Explicó que el ritmo de los trabajos va a depender de la financiación del Estado y dijo que no tiene dudas de que el Ministerio de Fomento cumplirá los compromisos adquiridos con los cabildos de Gran Canaria y de Tenerife.

Continuidad

El vicepresidente precisó que el Gobierno central ha pagado en su totalidad los 25 millones que se han dedicado a los proyectos constructivos del tren grancanario, por lo que el Cabildo "no ha puesto ni un euro". Al respecto, recordó que todos los grupos políticos de la corporación apoyan la creación del ferrocarril y apuntó que no hay razones para dar marcha en la próxima legislatura porque se trata de la obra pública más importante en la historia de Gran Canaria. "Si nosotros seguimos en esta responsabilidad, el proyecto del tren seguirá adelante; pero no podemos saber si todos los partidos harán lo mismo", apuntó.