El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), Antonio Castro Feliciano, zanjó ayer de forma tajante la polémica sobre los traslados periódicos de los jueces de la Audiencia Provincial de Las Palmas a Lanzarote y Fuerteventura. "Yo estuve 18 años desplazándome y nunca tuve ningún problema", aseguró.

La polémica desatada por la reanudación de los viajes a las islas periféricas para celebrar juicios vivió ayer un nuevo capítulo cuando Castro Feliciano, argumentó que "es más barato enviar allí a los magistrados que traer a Gran Canaria los juicios porque no hay que pagar el viaje de abogados, testigos, imputados y víctimas entre otros".

La postura del presidente choca con la que mantienen la mayoría de los magistrados de las secciones penales de la Audiencia Provincial -ocho de doce- que han presentado un recurso de alzada ante el Pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) contra el acuerdo de la Sala de Gobierno del TSJC que reanuda los desplazamientos. Los jueces rebeldes defienden, entre otros argumentos, que el gasto de dinero será mayor.

La opinión de Castro Feliciano fue secundada por uno de los cuatro magistrados que no han recurrido el acuerdo. El presidente de la Sección Primera, Miguel Ángel Parramón, explicó que "una vez que el nuevo equipo de la viceconsejería de Justicia pone los medios necesarios para facilitar de una manera adecuada y digna los desplazamientos fuera de la sede del Tribunal, entiendo que lo mejor para el servicio público de la Justicia, que menos disfunciones provoca y que beneficia a los ciudadanos y a los profesionales es reanudar los traslados".

Beneficios

En este sentido se expresó otro de los magistrados que defiende los traslados periódicos de la Audiencia. El presidente de la Sección Sexta, Emilio Moya, aseguró que él siempre ha mantenido que "los juicios de Lanzarote y Fuerteventura han de celebrarse en Lanzarote y Fuerteventura". El juez aseguró que comparte el recurso que secundaron la mayoría de sus compañeros, pero que no quiso firmarlo porque cree que los juicios deben celebrase allí.

Los jueces que no han protestado contra los desplazamientos a las islas periféricas, coincidieron en señalar que con la vuelta de los traslados periódicos se beneficia al ciudadano y a los profesionales del mundo de la Justicia. "Creo que el problema se ha dado porque la gente quiere que los juicios se celebren en su Isla", apuntó Moya. "El ciudadano, el justiciable, prefiere que la vista se celebre allí", aunque reconoció que el sistema no será igual de eficaz que el de celebrar la mayoría de los juicios en Gran Canaria.

Uno de los problemas que preocupa a magistrados, rebeldes o no, y funcionarios de las secciones penales es la cuestión de las contraprestaciones económicas, laborales o profesionales por los desplazamientos. Históricamente, no han recibido nada por los viajes, algo que entienden que debe cambiar.

Parramón cree que "la contraprestación es necesaria e imprescindible por dos razones: el aumento de la carga de trabajo en las secciones penales y la necesidad de conciliar la vida familiar con la laboral". Moya, por su parte, opina que "debería haber algún incentivo aunque no debería ser necesariamente económico, algo como un aumento de los puntos en el baremo de las sentencias".

Un funcionario de la Sección Sexta, habituado a viajar en los traslados, coincidió con los magistrados al señalar que "se nos obliga a viajar y a trabajar el doble de horas sin ningún plan de actuación que prevea una remuneración; además, a la vuelta, tenemos que recuperar el tiempo perdido". Él, al igual que otros trabajadores de la Audiencia, aclararon que ellos no se quejan por viajar.