El futuro acuario de Las Palmas de Gran Canaria es un proyecto que está en plena maduración. Andrés Loza, responsable de Biología del Acuario de Gijón, da su opinión sobre la rentabilidad que una instalación de este tipo puede tener en la ciudad. Además, cuenta las particularidades que, desde su punto de vista como experto, necesita para tener éxito.

¿Qué características cree que debe tener un centro de recreo como este para alcanzar el éxito?

A la gente lo que le gusta es la espectacularidad. Por un lado, la gente quiere ver acuarios grandes. Por otro, especies que no estén acostumbrados a ver como tiburones, pingüinos... Además, biodiversidad, variedad de especies autóctonas y especies tropicales, de agua dulce... En definitiva, variedad.

Y en el acuario de Gijón, ¿qué es lo que más llama la atención de los visitantes?

A nivel biológico, está claro que en cuanto a biodiversidad de especies autóctonas, es muy amplia, yo diría que la más completa del norte de España. Pero lo que más llama la atención son los tiburones. Suelen ser los tiburones toros, los tiburones con cara de malos. Los tiburones, los pingüinos y las nutrias son, sin duda, las especies que más llaman la atención de niños y mayores.

Este acuario no contará con la presencia de algunas de las especies mamíferas más llamativas, como los delfines. ¿Cree que puede afectar negativamente la falta de este tipo de animales que suelen atraer tanto al público?

No tiene por qué. Podemos entender un acuario como algo estricto de peces o especies similares, y hay otros que se complementan con mamíferos marinos como focas, leones marinos... En principio, en el de Gijón solo hay peces. Además, la empresa que va a montar el acuario de Las Palmas de Gran Canaria es la misma que la de Loro Parque, y ahí si tienen muchas especies mamíferas. Por lo cual, entiendo que opten por tener más de una instalación única de peces.

¿Y cree que esto pueda afectar en el número de visitantes?

Depende. En zonas turísticas como Canarias, la gente va a entrar igual. Pero en sitios como el norte, donde el turismo no está tan arraigado y el número de visitas no es tan elevado, tener mamíferos marinos es un plus que llama mucho la atención. Son un atractivo muy grande para el público. Pero yo pienso que no afectará demasiado en Las Palmas de Gran Canaria, porque se trata de una zona de mucho turismo.

Habla de la gran afluencia turística que habrá, ¿que opina de la asistencia del público residente?

Todo va a depender de los precios. En muchos de estos lugares se deberían hacer precios populares para la gente de la zona. Pero creo que la mayoría de visitas será de gente de fuera. En Gijón vivimos del turismo los meses de verano. Julio, agosto, un poco de septiembre, un poco de junio, y Semana Santa. El resto del año se vive de la asistencia de colegios, grupos, visitas de la tercera edad... Un acuario, además de ser algo exclusivamente turístico, tiene que tener una función educativa, es básico. Y casi todos los colegios de Asturias hacen al año una visita para ver las especies en vivo y en directo. La labor educativa es básica en un acuario.

¿Conocía la intención de los impulsores de este negocio de colaborar con las universidades canarias en el sector de investigación y recuperación de especies?

Me parece algo acertadísimo y muy interesante. Siempre un centro de estas características tiene que estar de la mano de universidades, del Instituto Español de Oceanografía o de cualquier competencia. Un acuario no puede quedarse en un mero espacio de exposición de animales, sino que tiene que tener labor educativa, explicativa y de investigación.

¿Considera que esta iniciativa será un negocio que ofrezca rentabilidad a sus creadores y a la Isla en sí?

A nivel turístico, un centro de estas características, es siempre una oferta más al turista, por lo que enriquece la zona y da puestos de trabajos. Yo creo que en Las Palmas de Gran Canaria la rentabilidad va a ser muy buena, estoy convencido. Aunque depende, también, de la inversión que se haga. Hay pros y contras de gastar más o menos, en función de los visitantes que vayas a tener. Pero estoy casi convencido de que en esta ciudad el acuario va a ser un éxito. Además, allí no hay acuarios propiamente dichos. Está Palmitos Park, pero no es un acuario, tiene uno pequeño en sus instalaciones, pero no lo es. Lo más cercano puede ser el acuario de Lanzarote y bueno, el Loro Parque, que tiene una parte de acuario muy bien llevada. Por ello creo que no va a tener competencia en la Isla.

Como conocedor de este sector, ¿qué alternativas considera que pueden acompañar a este proyecto para mejorar su efectividad?

Todo acuario siempre va asociado a algo de hostelería, donde la gente, dentro de la visita, pueda hacer una parada y sentarse a comer. Esto es siempre rentable. Además, suelen tener, también, tiendas con artículos relacionados con lo que la gente vio en la exposición, otra fuente de ingresos. Luego, hay diferentes iniciativas, en distintos acuarios. Existen algunos en España donde el público paga un determinado precio, que estipule el acuario, y se meten a bucear con las personas que lo lleven. En el nuestro hay actividades como Durmiendo con tiburones, donde los niños, con sus padres, se quedan a dormir en el acuario, delante de los tiburones.

¿Confía en que el futuro acuario de la ciudad dará resultados positivos?

No tengo ninguna duda. Estamos en crisis, pero se trata de una zona donde el turismo se mantiene. Además, la empresa que lo va a montar tiene una amplia experiencia en el sector. Yo estoy convencido de que va a ser una instalación rentable.