María del Carmen Díaz Sosa, una profesora que merece honores

Alumnado y familiares recogen firmas para que el Ayuntamiento la reconozca con el título de Hija Predilecta a título póstumo por su aportación educativa y social

La profesora María del Carmen Díaz, en el centro de la foto, rodeada de exalumnos del IES Alonso Quesada a los que dio clases y a quienes marcó personalmente.

La profesora María del Carmen Díaz, en el centro de la foto, rodeada de exalumnos del IES Alonso Quesada a los que dio clases y a quienes marcó personalmente. / ANDRÉS CRUZ

José A. Neketan

José A. Neketan

Marceliano, Arturo y Tomás, tres de los seis hijos de la profesora María del Carmen Díaz Sosa, aún se añurgan y emocionan cuando hablan de su madre, que falleció el pasado 25 de abril en Las Palmas de Gran Canaria. Al dolor de sus familiares se le suma el de muchos exalumnos que pasaron por sus clases y que aún la recuerdan como «una persona y una maestra excepcional».

Fue tan profunda la estela que dejó en todos ellos, tanto en lo educativo como en lo personal, que han iniciado el proceso con una recogida de firmas para que el Ayuntamiento la reconozca con el título honorífico de Hija Predilecta a título póstumo. La iniciativa también cuenta con el apoyo de la familia de la profesora y se ha vuelto una demanda popular.  

Sus hijos calculan que durante sus más de 50 años dedicada a la educación, más de tres generaciones conocieron su forma de enseñar conocimientos y valores. 

Muchas personas recuerdan la sonrisa de su profesora Doña Carmen durante sus clases.

Muchas personas recuerdan la sonrisa de su profesora Doña Carmen durante sus clases. / LP/DLP

«Veía a su alumnado como si fuese de su propia familia, y se alegraba cuando se superaban», explican sus hijos, que coinciden que fue una «mujer adelantada a su tiempo» por los valores que tenía y que transmitía a los jóvenes de aquella época. Sus descendientes señalan que el origen de esa mentalidad abierta quizás fuera herencia de su padre, Manuel Díaz Sosa. Emigrante canario en Cuba, se dedicó al comercio de mercancías entre La Habana y Estados Unidos, y fue testigo directo del movimiento feminista sufragista en la ciudad de Nueva York, el primer estado en conceder el voto a las mujeres en 1917. Y con esa idea en la cabeza regresó a su Isla para dar educación y titulación a sus tres hijas y a sus cuatro hijos, sin distinciones.

También se refieren a su madre como «una persona sin límites, para la que nunca existió un no se puede». Prueba de ello es el currículum que la avala: fundadora de varios colegios, fundadora y directora del Instituto de Enseñanza Media Alonso Quesada en 1967, maestra, profesora, empresaria del taxi, catedrática de Enseñanzas Medias de Lengua y Literatura españolas por oposición desde 1966, directora del Instituto de Bachillerato Santa Teresa de Jesús, donde se jubiló como catedrática, y profesora tutora de la UNED de Fonética y Fonología españolas durante muchos años. A todo esa trayectoria se le suma haber sido «una madre maravillosa».

Con palabras de sus hijos, dicen que Carmen Díaz Sosa nunca quiso ser como una poetisa que sus versos no tuviesen rima. Ni una novelista de barra de bar incapaz de acabar un capítulo de su novela, «pero tampoco quiso ser nunca una profesora de alumnos que solo llenaran pupitres. Ella siempre quería tener algo más, crear la relación de discípulos».

Para preservar la memoria de esta carismática enseñante ya hay en marcha otras iniciativas. El IES Alonso Quesada pondrá una placa a la biblioteca con su nombre, además de apoyar la causa recogiendo firmas en el centro educativo. 

Referente de mujer

Uno de los discípulos que apoya convencido la idea de alcanzar ese reconocimiento oficial a la que fuera su profesora apunta que la recuerda como «una persona muy preocupada por los demás».

Explica que la iniciativa nació de uno de los encuentros del Instituto Alonso Quesada. Se volvieron a reunir después de casi 50 años y tuvieron la suerte de poder contar con ella. «Nos decía que se sentía muy orgullosa de nosotros y que estaba viviendo el reflejo de aquella época». Gracias a ella salieron adelante alumnos de barrios «en aquella época un tanto marginales», que ejercieron en sus vidas de médicos, jueces o mecánicos. 

El IES Alonso Quesada pondrá una placa con su nombre en la biblioteca del centro educativo

El magistrado Arcadio Díaz Tejera fue uno de los alumnos que pasaron por sus aulas. Guarda «muy buenos recuerdos de ella como profesora y como directora», asegura, y añade que era un «referente de mujer que no se acomodó a los patrones de cómo debía de ser la mujer según la sección femenina».

Díaz Tejera subraya que «al declarar predilecta a Doña Carmen estamos rindiendo homenaje a muchas personas docentes, muchas venidas de muy diversas tierras, y también canarios, que han formado generaciones». Y apunta que «se lo merece ella y se lo merece la gente que como ella, cambiaron los modelos imperantes».

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