Cuarenta internos del centro penitenciario de Salto del Negro reciben clases de informática de la mano de un grupo de 24 jubilados de la Asociación de Voluntarios de Informática Mayores de Gran Canaria (Avimgran), en un proyecto de la Obra Social de La Caixa llamado CiberCaixa Solidaria .

Dicha iniciativa, que es pionera en el acercamiento de las nuevas tecnologías a la población reclusa en proceso de reinserción sociolaboral, y que ya ha tenido éxito en otros centros penitenciarios nacionales, logra además que las personas mayores puedan desarrollar un rol social activo, transmitiendo su experiencia a personas en situación de exclusión social.

La presentación institucional del curso, que tuvo lugar ayer, contó con las presencias del director general de la Fundación La Caixa, Jaime Lansapa; el director territorial de La Caixa en Canarias, Andrés Orozco; la directora general de Políticas Sociales de Canarias, Ángeles Nieves Fernández; la responsable del Área de Formación de la Subdirección General de Tratamiento y Gestión Penitenciaria, Asunción Muriel, y el director del Centro Penitenciario de Salto del Negro, Manuel Moreno.

El grupo de jubilados que se encarga de la docencia, y cuyas edades oscilan desde los 60 años hasta los 93, provienen de los Centro de Mayores de Santa María de Guía, Ciudad Alta, La Isleta y Agaete y acuden de lunes a viernes.

María Luisa Barrameda, del centro de Escaleritas señala que las redes sociales hoy en día son importantes para que los internos puedan hacer un curriculum y moverse lo más mínimo. "Nosotros somos personas mayores que aprendemos un poco para compartirlo con ellos", señala. "Les damos una noción de clases y nos enriquecemos mutuamente".

Objetivos

Domingo Bolaños Díaz, del Centro de Santa María de Guía, reconoce que se lo pasan tan bien "que al terminar nos da pena no venir". Finalmente, Rafaela Naranjo, del centro de Ciudad Alta, señala que el objetivo inmediato "va desde conocer lo que es un ordenador hasta empezar a hacer currículums".

Entre los internos, Fernando Martín Padrón, recuerda que en el primer mes ya ha aprendido lo que son los primeros pasos de una página web, una carpeta, etc. "Para los que no hemos podido llegar a la informática, es una satisfacción tener una base y asentarnos en la sociedad y en el trabajo", señala. Óscar Martínez, por su parte, reconoce que ya ha podido manejar información y colocación de las herramientas, y añade que ésto es esencial de cara al futuro porque "windows te lo piden en cualquier lado".