II Conferencia Internacional por la Paz y Seguridad | Apuesta por el diálogo

Clamor al Polisario para que deje las armas y haya unidad saharaui

El Movimiento por la Paz reclama ser interlocutor ante la ONU v Apoyo desde África y Latinoamérica a la salida pacífica al conflicto

Jefes y notables de las tribus saharauis junto a miembros del MSP tras concluir la II Conferencia Internacional en Dakar.

Jefes y notables de las tribus saharauis junto a miembros del MSP tras concluir la II Conferencia Internacional en Dakar. / La Provincia

La II Conferencia Internacional por la Paz y la Seguridad en el Sáhara Occidental se cerró ayer en Dakar con un llamamiento al Frente Polisario para que abandone la lucha armada: «Hemos de convencer entre todos a quienes se empeñan aún en el método de las guerrillas, enviando a una muerte segura a jóvenes desesperados por la pobreza y la falta de horizontes, a que recapaciten y se aparten de las vías del suicidio». Como ocurrió el año pasado en la capital grancanaria, ningún dirigente de este movimiento saharaui asistió al evento pese a ser invitados. «El título de las representaciones y partidos únicos se ha enterrado con los penúltimos totalitarismos del siglo pasado», advirtió ayer el Movimiento Saharaui por la Paz (MSP), que quiere convertirse en interlocutor en el proceso de pacificación del conflicto del Sáhara Occidental con su propuesta de un estatuto de autonomía para la región.

El manifiesto con el que finalizó ayer la cita de Senegal lanza iniciativas concretas para ampliar la influencia del MSP. De esta forma se impulsan plataformas africanas por la paz integradas por intelectuales, políticos y expertos de diversos países del continente. Asimismo, se movilizará a los partidarios de la resolución pacífica del conflicto tanto en Europa como en América Latina. La presencia en Dakar de dirigentes políticos y académicos de Argentina, Perú y Chile sirve de acicate para que en el área de Hispanoamérica se difunda el proyecto del MSP.

Pero la principal clave para que esta alternativa cuaje es que la ONU la asuma como una opción a tener en cuenta en las mesas de negociación. Por ello el manifiesto insta al secretario general de la ONU a que persuada a su enviado en el Sáhara a invitar e incluir en el proceso político al Movimiento Saharauis por la Paz, así como a los representantes de la autoridad tradicional saharaui, que asistieron a la II Conferencia para manifestar su apoyo expreso al MSP y a su iniciativa de autonomía bajo la soberanía de Marruecos. También se solicita que países como España, Estados Unidos e incluso la Unión Europea se impliquen en la búsqueda de una salida pacífica mediando ante Naciones Unidas y el resto de protagonistas del conflicto.

Sin embargo, ante el temor de que los otros actores del conflicto, sobre todo Argelia y el Frente Polisario, continúen entorpeciendo la búsqueda de una solución pacífica, el MSP demanda al Gobierno de Marruecos que si fracasa de nuevo la mediación de la ONU «se abran vías de diálogo con la Comisión Saharaui por el Diálogo y la Paz a fin de explorar las posibilidades de un acuerdo definitivo, cuyo punto de partida sea la propuesta autonómica de 2007».

Diplomáticos y activistas

Además de la lectura del manifiesto final, la segunda jornada del encuentro celebrado en Dakar contó con la participación de diplomáticos y políticos africanos y latinoamericanos que reiteraron la necesidad de alcanzar la paz en la región saharaui mediante el diálogo y no las armas. Entre los que tomaron la palabra figuraron dos diputados chilenos: Andrés Longton, del Partido Reforma Nacional, y Raúl Leiva, del Partido Socialista de Chile, que, a pesar de la distancia que separa los dos continentes, se acercaron a Dakar para respaldar la iniciativa de «alejarse de la intransigencia» y «buscar el camino del diálogo y la tolerancia». En este aspecto recordaron las figuras de destacados dirigentes chilenos como Salvador Allende y Pablo Neruda, ambos partidarios de la paz y el diálogo entre los pueblos.

También intervinieron activistas de derechos humanos y representantes diplomáticos africanos. Entre ellos un miembro de una corriente interna del Frente Polisario que expuso los «insultos y amenazas» a los que están sometidos los que se oponen a la estrategia de los actuales dirigentes del Polisario: «La cerrazón del Polisario nos lleva a un callejón sin salida, la vuelta a la lucha armada fue una decisión que no fue tomada por la población», advirtió, por lo que se cuestionó si realmente sus actuales representantes están defendiendo los intereses de los saharauis. Ante ello demandó una solución «sostenible» para el Sáhara para acabar con la división y el sufrimiento de la población.

En la sesión final la representante de la Universidad de las Naciones Unidas por la Paz, Esther Ndutu, recordó que la ONU trabaja para proteger la paz y seguridad en las zonas en conflicto y lamentó que en África se hayan multiplicado los episodios de violencia y enfrentamientos. Por ello se comprometió a seguir trabajando por alcanzar una solución para la situación en el Sáhara Occidental porque «no hacer nada es peor», añadió.

Antes de la clausura del evento se le rindió un homenaje póstumo a Miguel Ángel Ortiz, presidente del Fórum Canario-Saharaui, y defensor también de la salida pactada al conflicto bajo un régimen autonómico para la antigua colonia española. El profesor canario Rafael Esparza fue el encargado de dedicar unas palabras de recuerdo a Ortiz, del que destacó su vinculación con el Sáhara cuando el territorio era colonia española y siempre se mostró crítico con el Frente Polisario, por lo que defendió desde Canarias una posición de acercamiento a Rabat que después se vio refrendada por el nacimiento en 2020 del Movimiento Saharaui por la Paz como oposición política a la dominación del Polisario, que se arroga toda la representación.

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