Pleno del Parlamento de Canarias | Debate final de los presupuestos autonómicos para 2024

Aprobados los primeros presupuestos de la ‘era Asián’ que certifican el cambio político del 28M

Los grupos del cuatripartito dejan "en nevera" los pactos por la productividad y contra la pobreza infantojuvenil que incluyó el PSOE en sus enmiendas al articulado

Salvador Lachica

Salvador Lachica

Sin sorpresas. Ya está aprobado, con el voto en contra de la oposición de izquierdas (PSOE y NC-Bc), el primer presupuesto elaborado por la consejera de Hacienda, Matilde Asián, para diseñar las políticas del Gobierno cuatripartito (CC, PP, ASG, AHI) que preside Fernando Clavijo: 11.300 millones de euros, 1.120 millones de euros más que en 2023.

Unas cuentas con las que, como recordó Raúl Acosta (AHI), “certificamos el cambio político” que salió de las urnas el pasado 28 de mayo y gracias a las cuales, para Fernando Enseñat (PP), “vamos a transformar Canarias y cambiar la vida de los canarios”.

Obviamente, la oposición sigue insistiendo en que los presupuestos “dibujan una Canarias oscura, son pasivos ante la pobreza e incrementan la desigualdad”, como afirmó el socialista Sebastián Franquis, o que son “temerarios e imprudentes, elaborados por un Gobierno desatinado”, como consideró la canarista Esther González (NC-Bc).

Unas cuentas que no incluyen los dos grandes acuerdos que presentó el PSOE al Gobierno de Clavijo y que, en un principio, tanto el propio presidente como la consejera Asián o el portavoz de los nacionalistas, José Miguel Barragán, consideraron aceptables: uno por la productividad y otro contra la pobreza.

55 enmiendas

El conservador Fernando Enseñat fue el encargado de explicar esta aparente contradicción: “sus propuestas son decepcionantes, no tienen ficha financiera, pero no se preocupen, estos dos retos son importantísimos para el Gobierno y ya se está trabajando en estrategias más profundas y les tendemos la mano para negociarlas en su momento. No les decimos que no, quedan en nevera”.

Tras más de cinco horas de debates en ponencia y comisión, más la sesión plenaria en que se debatieron las enmiendas a la totalidad, los grupos gubernamentales aceptaron solo 55 de las 574 enmiendas parciales que permanecían aún vivas para el debate final. De ellas, 27 fueron presentadas por el PSOE (en total, se movieron 7,9 millones), 21 por Vox y 7 de NC-Bc, aunque los canaristas solo asumen la aceptación de una, pues las otras seis estaban transadas «y fagocitadas» por el cuatripartito.

Este resultado de las negociaciones no gustó, como cabía esperar, a la oposición (salvo a Vox, que agradeció el esfuerzo por aprobar su veintena de enmiendas sin escuchar «los estigmas absurdos que contra nosotros vierten la izquierda y la ultraizquierda») y así lo expusieron en el debate de aprobación final de las cuentas.

El PSOE consiguió que se aceptaran 27 de sus enmiendas, Vox un total de 21 y tan solo siete NC-Bc

Para el socialista Manuel Hernández, «han decidido pasar el rodillo y transmitir a la ciudadanía de Canarias una política de brazos caídos que renuncia a la justicia social y a afrontar los grandes retos que tenemos por delante».

En parecidos términos, Carmen Hernández (NC-Bc), insistió en que las cuentas autonómicas «ni son prudentes ni son sociales, han preferido abrazar las modificaciones de la ultraderecha y hacer un ejercicio absoluto de intransigencia contra NC al aprobar solo una de las 113 enmiendas, porque las seis que han transado solo han servido para fagocitar nuestras propuestas».

En la bancada gubernamental Enseñat («¿dónde está el sesgo ideológico de ultraderecha en aprobar enmiendas para las federaciones de lucha canaria o el juego del palo?») y el nacionalista José Miguel Barragán («aquello que sea bueno para Canarias debe estar por encima de quien presente esa propuesta, y no seré yo quien defienda a Vox, pero la sensatez política debe prevalecer») fueron los encargados de echar por tierra los argumentos de socialistas y canaristas.

Lo cierto es que como dijo Socorro Beato (CC), «estamos ante el primer presupuesto de esta legislatura y comienza otra forma de entender Canarias», por lo que recriminó al PSOE que presentara modificaciones «de cara a la galería e impropias de un partido con vocación de gobierno, a sabiendas de que son inviables» y a los canaristas que «planteaban, por ejemplo, autorizar ampliaciones de crédito en servicios sociales o en cultura sin decir ni dónde, ni cómo, ni qué cuantías».

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