El Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria ya tiene las ocho murgas finalistas del Concurso de Murgas 2018. Actuarán en la final del viernes por el siguiente orden: Los Nietos de Sary Mánchez, Los Twitty's, Los Chacho tú, Las Crazy Trotas, Los Chismosos, Los Trapasones, Los Serenquenquenes y Los Chancletas.

Además de los finalistas y el orden de salida, en la madrugada de este jueves quedaron desvelados los ganadores de los premios de vestuario. Fueron para Las Despistadas, primer premio, con fantasía de Josué Quevedo, diseñador también de la Reina del Carnaval. El segundo premio se lo llevó la murga Los Twitty's y Los Nietos de Sary Mánchez, el tercer premio.

El escenario de La magia y las criaturas fantásticas inició este miércoles la tercera fase del concurso de murgas. Con una semana de retraso, después de que el mal tiempo provocase su aplazamiento por segunda vez en los Carnavales, Los Lengüetudos, Los Moskeados, Declaradas, Los Chismosos, Las Kikirinietas, Las Despistadas y Los Serenquenquenes se subieron a las tablas para regalar al parque Santa Catalina una última dosis de humor e ironía antes de la gran final que tendrá lugar mañana viernes a partir de las 20.30 horas. En ella, se disputarán el oro tan solo ocho de las 21 agrupaciones que han participado en esta edición y que cuyo nombre, al cierre de este periódico, aún no había sido desvelado por el jurado.

El último duelo de murgueros arrancó anoche con Los Lengüetudos. Ataviados como Cazafantasmas con una original mochila en la que el tubo para aspirar espectros hizo las veces de pito, los de Vecindario inauguraron el proscenio con su pasacalles antes de ponerse a cazar a los fantasmas de la ciudad. Una primera canción en la que salieron a relucir temas como la disputa entre Miguel Ángel Ramírez y el concejal de Cohesión Social del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Jacinto Ortega.

Para interpretar la segunda de sus letras, mucho más humorística que la anterior, Los Lengüetudos se transformaron en chicos de correo exprés cargados de cartas de murgueros y gente del pueblo con las que agradecieron el trabajo de los letristas y el apoyo de las aficiones, así como recordaron a los pequeños desaparecidos hace años: Yéremi Vargas y Sara Morales. Su última puesta en escena estuvo cargada de sorpresas como el paquete del que salieron una abuela o el famoso negro del Whatsapp, dos manos del ya desaparecido programa veraniego el Grand Prix o la respuesta que le dieron a Los Mamelucos, la murga tinerfeña que les acusó de copiar.

Tras ellos, llegó el turno de Los Moskeados, que salieron ante el parque al puro estilo de los payasos de antaño que se transformaron en mercenarios para cantar el primero de sus temas. La trata de mujeres que vienen engañadas para ejercer la prostitución, el cáncer y los estragos que provoca en los jóvenes que no asimilan la enfermedad en sus familiares o la salvaje muerte a patadas y puñetazos que sufrió el año pasado durante los carnavales Jhonatan Orozco Calderón, de 22 años, fueron algunas de las críticas lanzadas desde el proscenio.

Más cargada de ironía fue la segunda canción en la que los murgueros se metieron en la piel de dos hermanos que son como la noche y el día: uno amante de las murgas antiguas, otro de la juerga y todo lo nuevo. Una situación que viven además dentro de la murga con los hermanos 'canelo', Joni y Pepillo que, aunque no han inspirado la letra, bien podrían haber sido sus protagonistas, según revela antes de la actuación su presidente, Jacob Rodríguez.

La primera femenina hizo su entrada en tercer lugar. A pesar de haber tenido un año difícil en el que han estado a punto de no participar, la murga Declaradas logró sortear los obstáculos para llegar a su meta, tal y como hiciera Penélope Glamour a quien rindieron tributo con su fantasía. Sin ningún cambio de vestuario en los 30 minutos establecidos para cada agrupación, las mujeres reivindicaron el amor al arte, y más concretamente a la danza, más allá de las tallas en un primer tema en el que sonaron distintos ritmos y estilos musicales y se criticó que las romerías se hayan convertido en puros botellones.

Para la segunda canción, las chicas de Declaradas quisieron contar en primera persona el proceso que vive una persona con Alzhéimer. Una enfermedad para la que lamentaron que, a pesar de los avances de la Medicina, todavía no se ha hallado cura.

El ecuador de la tercera fase del concurso fue para Los Chimosos que llegaron desde Santa María de Guía convertidos en magos a los que no faltaban guiños a su municipio a modo de adorno como el queso flor. Una indumentaria que se tornó más oscura para animar a los presentes con En la era de la información, los hackers llegan al Carnaval canarión. Una primera letra en la que los norteños reclamaron el final de la carretera de La Aldea, apoyaron la lucha contra el bullying o criticaron la apropiación que hizo el año pasado Tenerife de la Cueva Pintada de Gáldar.

Transformados para la última parte de su espectáculo en aborígenes, Los Chismosos sacaron su parte más divertida a base de comparaciones entre las costumbres de los primeros pobladores y los de la actualidad. Que antes se sacaban músculos a base de levantar piedras y ahora se hacen con mancuernas, o que antaño se ligaba a la cara en vez de a través de Whastapp fueron algunos de los ejemplos antes de rendir homenaje a los antepasados y criticar el incendio de Tejeda que tuvo lugar hace tan solo unos meses.

Posteriormente, les siguieron Las Kikirinietas, Las Despistadas y Serenquenquenes que, al cierre de este periódico todavía no habían pisado el escenario de La magia y las criaturas fantásticas. Con la suerte echada una vez finalizada la actuación de las últimas siete murgas de la tercera fase, fue el jurado el que tomó la palabra para revelar su deliberación tras haber escuchado y visto a las 21 agrupaciones que han pasado este año por el Carnaval capitalino. De todos ellos, tan solo ocho volverán a subirse sobre las tablas mañana en la gran final que se cerrará con un único ganador.

Desde Arucas, pero vestidas como si lo hicieran desde el lejano Oeste con una fantasía en la que no faltaron los guiños a la alegoría de este año, llegaron Las Kikirinietas a Santa Catalina. La segunda se transformó en pez para su primera canción en la que se enfundaron un traje de Dori para buscar a Nemo a través de un tema en el que recordaron el accidente de Armas o el gallo de Manel Navarro en la pasada edición de Eurovisión. Tras recomendar un curso de balleno al jurado, las mujeres criticaron la polémica que rodeó a la actuación de Drag Sethlas, entre otras cosas, antes de marcharse con su anaranjado amigo de vuelta a Poema del Mar, de donde se habían escapado.

Posteriormente, las aruquenses hicieron un viaje a la televisión del pasado para traer al escenario el ya desaparecido Un, dos, tres... responda otra vez para interpretar la segunda de sus canciones. El concurso estuvo dedicado únicamente al Carnaval y en él abordaron preguntas, por 400 pesetas, como quién es la chica chicharrera a la que no le gusta su acento, refiriéndose a la concursante de Operación Triunfo, Ana Guerra. El programa en directo en el que no faltaron las azafatas, la presentadora, ni Ruperta, se cerró con la prueba de verdad o mentira.

Como coloridas brujas con narices puntiagudas, pociones, escobas y calderos hicieron su entrada en penúltimo lugar Las Despistadas. En su octavo año, las isleteras sacaron la primera parte de su repertorio del fondo de un bolso amarillo. Del complemento "inseparable" salieron un set de maquillaje, toallitas íntimas, carteras, llaves, móvil y un sinfín de críticas enfocadas contra a la violencia de género, la transfobia o la falta de igualdad en los sueldos entre hombres y mujeres. Asimismo, las murgueras se quedaron en ropa interior para denunciar el salvaje caso de la manada.

Con un hechizo, cuyos ingredientes eran ganadores pasados, empezaron su segunda canción en la que volvieron a convertirse en brujas que, con bola y escoba en mano, se atrevieron a predecir el futuro, no sin antes pedir al jurado que una murga femenina gane el concurso. Cataluña, o el incendio de Tejeda fueron algunas de los temas de actualidad que salieron a colación en una letra en la que también lanzaron un divertido sortilegio a Inma Medina, Kiko Barroso, Israel Reyes, Javier Santana, Tito Rosales y Junior Alonso. Su paso por la tercera fase se cerró con una pedida de matrimonio, directo, en el backstage.

Los últimos en desfilar por el escenario de 'La magia y las criaturas fantásticas' fueron Serenquenquenes, que aterrizaron desde Agüimes como coloridos maestros de ceremonias de circo. Tocado fuera llegó el turno de mostrar lo aprendido en la Academia de murgueros. Con gafas rojas de empollones, los de la afilarmónica empezaron su primera canción con una ristra de consejos como mantener el seseo fuera de Canarias, así como aclararon la diferencia entre Gran Canaria, Las Palmas y Las Palmas de Gran Canaria. Los murgueros también mostraron su conocimientos de inglés del que ni ellos mismos se enteraban.

El segundo tema que prepararon los serenques fue un popurrí con los momentos más estelares de Eurovisión entre los que destacaron el paso de Azúcar Moreno, eso sí, versionado para criticar al PP y Nueva Canarias. 'Quién maneja mi barca' de Remedios Amaya les sirvió para rememorar el accidente del Armas y el 'La, la, la' de Massiel para resaltar cómo ha cambiado el concurso de murgas. Hasta José Vélez y su sonó en el escenario con su 'Bailemos un vals' que se dio un giro más actual en un "vamos a perrear". Mocedades y su 'Eres tú' pusieron el broche final dedicado al público.