La plaza de Belén María cierra para los actos multitudinarios del Carnaval

La rotonda o plaza de Belén María, situada entre el Puerto de Las Palmas y el barrio de La Isleta de Las Palmas de Gran Canaria, cerrará de manera puntual durante los actos más multitudinarios del Carnaval 2024, que tendrá lugar entre el jueves 25 de enero y el 19 de febrero. Así lo especificó la concejala titular de la Sociedad de Promoción, Inmaculada Medina, junto a la alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria, Carolina Darias, tras la firma del convenio de retransmisión de la fiesta a través de Radio Televisión Canaria y Radio Televisión Española.

La celebración de las carnestolendas en una explanada cedida por la Autoridad Portuaria está suscitando preocupación por los problemas de movilidad que podría ocasionar un evento multitudinario como este, de ahí que el Ayuntamiento esté teniendo reuniones con vecinos de La Isleta y empresarios del Sebadal. Mientras tanto, las obras para adaptar la zona a las necesidades del Carnaval están en marcha cuando faltan diez días para el pregón que marca el inicio de la fiesta.

Darias señaló que será en la Junta de Seguridad, que tendrá lugar la próxima semana, cuando el Ayuntamiento dé a conocer los cortes de calles y alternativas que podrán utilizar vecinos y trabajadores de la zona. Medina puntualizó que los cortes se realizarán «solo cuando tengamos grandes eventos»; esto es, en coincidencia con el horario de galas y conciertos y «no durante los 28 días de fiesta». La edila apuntó que el horario de estos actos del Carnaval «no compiten» con el de mayor actividad tanto en el interior del Puerto como en la zona industrial del Sebadal, al ser nocturnos o en festivos y fines de semana.

Medina indicó a los medios de comunicación que durante los últimos meses han mantenido reuniones tanto con los vecinos como con la asociación de empresarios del Sebadal. La concejala señaló que avisarán cuando esté el plan definitivo sobre las alternativas tanto para entrar y salir del barrio de La Isleta como para aparcar en la zona, además de las zonas de carga y descarga. «Se está trabajando en generar el menor impacto incómodo para los vecinos», matizó al respecto.

Medina: «Basta que un vecino venga a hablar con nosotros para que tomemos medidas»

La idea del Consistorio es minimizar los inconvenientes que provoque la fiesta. «Basta que un vecino venga a hablar con nosotros para que tomemos las medidas necesarias para poderlas aplicar y poder celebrar el derecho a la fiesta y el derecho al descanso», apuntó Medina. Sobre si temen o no una nueva judicialización de las carnestolendas, como ya ha ocurrido en Simón Bolívar y Vegueta, la concejala señaló que se debe tener en cuenta «que estamos hablando de una fiesta de carácter internacional [el año pasado logró ser reconocida como Fiesta de Interés Turístico Internacional] y que aporta a la ciudad 40 millones de euros, según una investigación de la universidad».

Hojas informativas y redes sociales

«Lo que hemos hecho es reunirnos con todos los vecinos que nos lo han solicitado, mantener reuniones para explicarles y que tengan la mayor tranquilidad de cómo van a quedar las entradas y salidas al barrio de La Isleta», resaltó Medina. Una vez tengan aprobadas las medidas la próxima semana, el Ayuntamiento capitalino procederá a comunicar tanto a vecinos como a trabajadores mediante hojas informativas y a través de redes sociales. La concejala citó que la celebración del Carnaval afectará principalmente a los residentes de los edificios de la Junta de Obras del Puerto, pero también a los de Manuel Becerra, La Naval y Juan Rejón.

Y es que el cambio forzoso de ubicación del Carnaval por las obras de la MetroGuagua en Santa Catalina está provocando incertidumbre entre los isleteros y los trabajadores de la zona. De hecho, un grupo de vecinos de La Isleta tiene previsto reunirse este martes en la plaza de los Bomberos para valorar qué acciones tomar ante la fiesta que, entienden, no solo les originará complicaciones de movilidad a la hora de entrar y salir del barrio, sino también contaminación acústica.

A los problemas de ruido y convivencia ciudadana ocasionados por la fiesta que tradicionalmente han traído de cabeza al Ayuntamiento -con sendas causas perdidas tanto en Vegueta como en la rambla de Simón Bolívar-, ahora se les une el factor movilidad en una zona de la ciudad conflictiva de por sí por todos los tráficos que soporta a diario.