El 30 de enero de 1948, el mismo día en que murió Mahatma Gandhi, venía al mundo en Valencia (Venezuela) Francisco de Palma. Poco tardó el niño precoz en arrimarse al piano, inspirado por un cóctel imposible de artistas. "Empecé a tocar solo, a los cinco años, y a los catorce ya lo hice profesionalmente. En mi casa había discos de todo tipo: Chaikovski, Mozart, Yma Sumac, Ernesto Lecuona... Tuve como juguete el piano", explica, evocando a aquel chiquillo seducido por los sonidos que surgían de los altavoces.

Fran conoció la edad de oro de las orquestas de baile, una auténtico filón para los músicos de la época. "Tocábamos pasodobles, merengues, boleros, lo que sonaba en las fiestas". Ahí tenía su modus vivendi, pero la pasión le llevaba a ensayar otras músicas mucho menos rentables, adelantándose a fusiones que después hicieron fortuna. "A la par yo tenía un grupo de rock con los muchachos de la época, pero eso no producía nada. Hacíamos canciones en un estilo que ligaba rock con ritmos venezolanos".

En 1974 probó suerte en Europa, apasionándose por el free jazz y llegando a compartir alguna interpretación con gente como Sonny Fortune y Don Cherry. "Éste último inventaba como unos bajos, uno tenía que escucharlos y empezar a tocar. Entonces él sacaba la pocket trumpet y comenzaba a hacerla sonar".

Tras unos años en Francia y Bélgica, volvió a Venezuela. De camino para un segundo periplo europeo hizo escala en Canarias y aquí se quedó. "Pare aquí, me gustó y aquí estoy", dice. Toca casi siempre en un pub de la calle Buenos Aires. Allí puede que usted lo oiga interpretar es canción suya tan bonita que dice "buenos días, doña Juana, se le ve muy de mañana pa llevarle una arepita al coronel". Y así, haciendo música siempre, mirando adelante. Como termina esa misma canción, "todos bailan sin querer mirar atrás".

Arriba el músico en la redacción de LA PROVINCIA. Sobre estas líneas, varias imágenes de Francisco de Palma en diferentes formaciones, tocando un Fender Rhodes, el instrumento que le ofrece su sonido preferido. Abajo a la derecha, en 1992 con los otros miembros de

el Taller de Música Experimental, conjunto que interpretó en la Universidad de Carabobo la 'Suite Nativa', compuesta por el teclista junto a Rafael Latouche y Enrique Lara. i ANDRÉS CRUZ/ LP