Cuando los audios de WhatsApp se convierten en arte: la instalación sonora de José Iges retumba en el Castillo de Mata

'Arte a veces | Mortales acaso', el montaje sonoro del creador madrileño reproduce más de 160 audios sobre la trascendencia del arte, según la filosofía de George Stainer

El artista José Iges, en el Castillo de Mata

El artista José Iges, en el Castillo de Mata / LP/DLP

El imprevisible universo de la creatividad avanza en formato audio, se difunde por WhatsApp y puede crearse desde cualquier parte del mundo. En esta ecuación de mensajería digitalizada, el núcleo del museo del Castillo de Mata es el remitente. Esa es la mirada contemporánea del artista sonoro José Iges (Madrid, 1951), quien defiende en sus instalaciones audiovisuales una metodología acuñada como propia y que se formula sin miedo a reinventarse.

El origen de estos audios se remonta a 2020, cuando un José Iges confinado e inspirado por la filosofía de George Steiner pidió a sus amigos que grabaran sus voces con el móvil. En concreto, preguntó a 99 personas cercanas de diferentes nacionalidades si podían recitarle en español algunas de las frases pensadas por el ensayista. Cada uno de ellos cumplió como coautor de esta instalación audiovisual, a pesar de la barrera lingüística con la que contaban algunos participantes.

De izqda a dcha, la galerista Saro León, el concejal de Cultura del Ayuntamiento capitalino, Adrián Santana, y el autor, José Iges

De izqda a dcha, la galerista Saro León, el concejal de Cultura del Ayuntamiento capitalino, Adrián Santana, y el autor, José Iges / LP/DLP

Eran tiempos de encierro, pero José Iges tramaba una "exposición abstracta", que tampoco deja de ser biográfica, ya que recaba más de 160 piezas sonoras elaboradas por el entorno cercano del autor; porque "tu círculo habla también de ti". Una instalación audiovisual gestada en pandemia, "pero que nada tiene que ver con ella", se adelanta a matizar.

La traducción del texto de Stainer, la 'madre' inventiva de esta exposición, recoge la reflexión trascendental: “si el arte logra a veces no ser superficial es acaso porque somos mortales”. El pensamiento del filósofo toma forma en piezas sonoras que requieren del uso de un teléfono móvil para escucharlas.

Algo parecido a una especia de audioguía "como las que hay en todo museo" que dirige al visitante mientras pasea por el monumento con su dispositivo. Todo culmina en un "cierre poético-tecnológicamente según el proceso, dado que comenzó y concluye con el uso del teléfono móvil de quien participa de un modo u otro en la obra”.

Reformar y transformar

En un proceso de "reformar y transformar" que se da gracias a la tecnología, pero donde también cabe la plasticidad y la escultura. El montaje comprende una serie de "piezas visuales", hechas en forma de sombrero y partir de papel, donde aparecen escritas las mismas frases humanistas de Steiner. Estas obras de papiroflexia están moldeadas en folios de gramaje de 140 y se colocan sobre cabezas de maniquíes.

El arte a veces | mortales acaso

El arte a veces | mortales acaso / LP/DLP

El resultado es una obra compuesta por cinco ficheros de audio, o "fuentes", de unos 15 minutos de duración, que retumban en el cubelo del Castillo de Mata. "Es el juego de los ausentes. Sonidos que suenan por ahí como si fueran fantasmas, y al mismo tiempo es mi propia utopía porque está toda la gente que quiero", resume el autor. Aunque está pensada para ser expuesta tanto en espacios de interior como de exterior, el artista reconoce que el Castillo de Mata es "un sitio interesante" para esta propuesta que trasciende los límites de lo digital.

En el mismo lugar donde se reedificó el cubelo de San Lázaro para proteger a la ciudad de asedios piratas, arte a veces | mortales acaso propone una instalación de experiencia singular, orquestada en conjunto por Iges y la galerista grancanaria Saro León. La relación entre ambos autores se consolidó profesionalmente en 2021 con la instalación audiovisual Laberinto Fluido, pero los cimientos se dieron a través de la artista de proyección internacional Concha Jerez (Las Palmas de Gran Canaria, 1941), la pareja artística y compañera de vida de José Iges.

Metodología propia

"El diálogo de lo imposible", como califica a la exposición el artista, responde a una técnica "de autor" parecida a la usada en Laberinto Fluido. Aunque defiende que "no le gusta repetirse", y bromea con que le parece "excesivo", la modernidad de su técnica, a pesar de sus 73 años.