Dos años, dos discos. Viltown, la banda de raíz grancanaria que tiene al frente al santanderino Javier Vila, cierra el año este viernes 30 de diciembre en The Paper Club. Un cierre festivo, como no podría ser de otra forma, para celebrar que 2016 no solo les ha reportado un segundo disco, 'Mecha corta', sino que además, las canciones ya tienen el sello de la casa y suenan en el circuito peninsular gracias a una gira de diez conciertos en distintas ciudades de la Península.

Javier Vila, guitarra y voz; Cristo Socorro, guitarras; Jeremías Lemes Bueno (teclados); Paco Montilla (bajo); Alejandro Marcos (batería); César Martel (trompeta) y Alberto González (armónica) son Viltown. Y la progresión que ha experimentado el grupo desde que se lanzó el primer álbum, 'Canciones de andar por casa' (2014), hasta llegar a 'Mecha corta' va más allá de lo meramente musical.

"En menos de ocho meses han pasado un montón de cosas buenas", explica Javier Vila. No le falta razón por cuanto se agotó la vida promocional y en directo del disco de debut, gestado mediante micromecenazgo, y se abrió la puerta para encarar el segundo trabajo, siempre complejo para cualquier grupo. No es gratuito, en este caso, afirmar que nunca antes una 'Mecha corta' dio para tanto. "En abril salió el disco y se presentó en el Teatro Guiniguada", apuntan Vila y el guitarra Cristo Socorro. Editado por el grupo en su sello Viltown Records, el grueso de la producción y grabación se hizo en Lalavalab Creative Lab en Madrid, con Carlos Sosa, Rayco Gil y Alberto Martín, en los estudios de Cristo Socorro y Viltown Records.

La secuencia de 'Mecha corta' fue distinta al primer álbum. "El disco lo produjimos Cristo y yo, y teníamos la incertidumbre de ver cómo funcionaba, y creo que la acogida ha sido realmente buena. A nivel nacional ha entrado muy bien y al público en la Península le ha gustado bastante", afirma Javier Vila. Se dio una circunstancia poco habitual, ya que hubo de hacerse una segunda tirada con vistas a la gira que hizo la banda por la Península en ciudades como Madrid, Segovia, Santander, Salamanca, Valencia, Jaén o Soria. "El público ha comprado discos y eso motivó una segunda tirada. Han aumentado las reproducciones en redes sociales, las descargas también, y nos hemos dado cuenta de que es realmente muy importante salir a tocar. Es fundamental para la banda", subraya Cristo Socorro.

Fueron diez conciertos seguidos y como bien puntualiza la voz y guitarra de Viltown, "podríamos haber hecho más pero no es fácil para una banda canaria estar 20 días en la Península". El resultado es que "la banda ha crecido mucho en la gira y se nota. Es como ir a esquiar una tarde, o irte una semana a los Alpes. Al final bajas por cualquier pista y es lo que gusta. Haces esto para tocar y llegar a un público nuevo, y llegas a la conclusión de que es en los conciertos donde conectas con la gente".

La liga en la que juega Viltown es la de salas de pequeño y mediano aforo. Y la música fluye en la dirección que ansiaba Vila desde que aunó voluntades en torno a este proyecto. Se aferra ahora a un sonido hecho a la medida de la banda, y dejando a un lado la amalgama que presidía 'Canciones de andar por casa', donde el repertorio pivotaba entre reggae, tango o rock.

En total, Viltown ha encarado una quincena de conciertos en 2016, que "podrían haber sido más, pero arrancamos en abril y cerramos la gira en The Paper Club, el mismo local que nos acogió para presentar el primer disco, y es como volver al inicio a celebrarlo", recuerda Javier Vila.

El primer single 'Halcón Negro' tuvo pegada. Un trabajo de Jorge R. Márquez que se ambientó en un combate de boxeo de Jerobe 'Chocolatito' Santana y que le valió al púgil el título de campeón del mundo de la Copa Conferados (WBC) en marzo pasado. A partir de ahí, se activó la promoción y gira. El guitarrista y productor Cristo Socorro señala que el tour peninsular permitió cohesionar a la banda y sobre todo conocer cómo funciona el negocio cuando trabajas por tu cuenta. "Tenemos claro que cosas no debemos de hacer de cara a una próxima gira para abaratar costes, movilidad, aprendimos mucho de la convivencia, y sobre todo, nos sentimos felices".

Invitados

El concierto en The Paper Club contará con algunos músicos invitados a los que Viltown le debe mucho. Dice Javier Vila que "nos habría gustado invitar a media isla. Hay un talento y nivel aquí tremendo. Es increible con la calidad que salen los discos, el respeto por el acabado del producto y la imagen. Cualquiera hoy te dice que ha grabado en Reno o Estudio Uno. Pero hay otros que producen aquí con mucho nivel. Para nosotros es un orgullo poder formar parte de esta escena que hay en Canarias".

No fue fácil decidir con quién contaba Viltown en la noche del viernes 30. Decidieron tirar de los músicos que han presentado disco en diciembre, y ahí está Jiménez, de Red Beard, "con quien hemos colaborado y nos han asesorado mucho"; Ruyman Franco, que "fue nuestro bajista y comenzó con nosotros, y ahora ha sacado nuevo disco con Banadú"; Jorge Brito, de La Volpe Band, que según Vila era un asunto pendiente ya que "llevábamos tiempo para cantar una canción desde que salió el disco y por una cosa u otra no ha sido posible. Y quizás por el punto más rockero, estaríamos más cerca de La Volpe que de las otras bandas"; el guitarrista Juanma Barroso, que "colaboró en nuestro primer disco y estará en representación de los músicos que participaron en la grabación de 'Canciones de andar por casa' (2014), que fueron casi 20; y finalmente, Marcial Bonilla, "que ha estado con nosotros en ensayos, sesiones de grabación y en dos conciertos de la gira en Valencia y Jaén".

A 'Mecha corta' le queda vida por delante, aunque tal como adelanta Cristo Socorro, "ya estamos trabajando en nuevos temas con la visión de un tercer disco para dentro de un tiempo no muy lejano. Y en una nueva gira".

El sonido de Viltown cabalga de cara al futuro en "un terreno intermedio entre el primer y segundo disco, quizás quitando ese rock un tanto psicodélico del segundo para llevarlo a un terreno más folk, que era más patente en el primero", vaticina Javier Vila. Lo urgente ahora es despedir 2016 en el escenario rodeado de público y amigos.