Música

La riqueza audiovisual de Quevedo: cómo se grabó el disco en Gran Canaria

El responsable de localizaciones y la productora de Macaronesia Films hablan de cómo se hizo ‘Donde quiero estar’ El rodaje se realizó entre diciembre y enero

Momento del rodaje del disco ‘Donde quiero estar’, de Quevedo. En la costa de Moya, durante la canción ‘Yankee’.

Momento del rodaje del disco ‘Donde quiero estar’, de Quevedo. En la costa de Moya, durante la canción ‘Yankee’. / E.C.

Ante la presión, se advierte el tesón para mantener la calma. Eric Ceballos recibió la llamada de Antiestático un 5 de diciembre, día arriba, día abajo, casi con las fiestas navideñas encima y el fin de año a la vuelta de la esquina. ¿La razón? El primer disco de Quevedo. Que paren las máquinas. El artista del momento, que ha fulminado las listas de éxitos, que va y viene entre la península y su hogar, que está dando migas a su público creando la expectativa deseosa del lanzamiento... Quiere grabar en su isla. Sin más, así. No hay una cúpula acristalada ni suntuosidad en sus gestos. El canario quería impregnar el montaje audiovisual de Donde quiero estar con la esencia de los lugares en los que ha crecido, vivido, descubierto a través de la mirada de otros y de sus propios ojos, y con esa intención. A por ello. 

Con la dirección de El Cielo, dúo de directores formado por Joaquín Luna y Alfonso Riera, junto a la dirección creativa de Vélodrome, la productora madrileña Antiestático contactó rápidamente con el responsable de localizaciones, cuya amplia trayectoria le proporciona una vista de pájaro privilegiada para señalar rápidamente los sitios a los que ir, con el fin de realizar el rodaje en apenas dos semanas. Aún así, necesitaban más manos para sacar adelante un proyecto que necesitaba material audiovisual para los 55.57 minutos de duración del disco y tenía como fecha de lanzamiento en las plataformas de streaming y estreno en la capital madrileña el viernes 20 de enero. El reto era mayúsculo, por lo que no dieron ni un paso atrás

Rodaje exprés

Una introducción y 15 temas dejarían exhaustos a cualquier equipo, pero los apoyos llegaron en tiempo y forma cuando esta aventura los llevó al Archipiélago. Entonces, entró la empresa local de servicios de producción y alquiler de equipamiento especializado Macaronesia Films, lista para ofrecer el equipamiento técnico y humano necesario para la logística, ya fuera las luces, las cámaras, ¡el barco! o los drones que atraviesan los barrancos de la ínsula.

Por fin, todo estaba listo para empezar. «Pedro tenía muy claro lo que quería relatar, le gustaba la idea de pasear con sus amigos, ir a comer al restaurante de Guayadeque al que fuimos, al fin y al cabo, estar con su gente. Así que nuestro trabajo es contar todo eso a través de los lugares combinando sitios icónicos con los que se sienta identificado, ¡más con el poco tiempo que teníamos!», comenta Ceballos.

Al otro lado del teléfono, la coproductora del videoclip musical y también responsable de Macaronesia Films, Yadira Ávalos, recuerda que habían tenido una experiencia previa con Quevedo gracias a la presentación del Spotify Radar de junio del año pasado. Las migas estaban hechas y hacían crecer la sintonía entre ambos. «Es uno de los principales promotores de la isla», reflexiona Ávalos, «es muy emocionante como empresa local acompañarlo en este crecimiento, tanto musicalmente como en su persona en el que refleja su calidad humana, lo cual agradecemos».

«En el estreno que hicimos en Madrid me preguntaban si todo era rodado en la misma isla», afirma Ávalos

La clave estuvo en, además de empeñar los esfuerzos de cada miembro del equipo que atrajo a medio centenar de personas a los rincones de los barrios de San Cristóbal, de San José o los altos de Moya y San Bartolomé de Tirajana, contar con la agilización burocrática para los permisos de grabación por parte de las administraciones públicas. Es más, entre los agradecimientos de los créditos del audiovisual se nombra a los ayuntamientos de Las Palmas de Gran Canaria, Moya o Ingenio.    

Daba igual que intentaran ser lo más discretos posible. Desde que se corría la voz, los vecinos y seguidores del cantante grancanario acudían a los límites de las vallas de seguridad para darles su cariño. «¡A veces es imposible mantener el anonimato! Venían los niños cantando sus canciones, la gente con pancartas, era muy bonito ver esto... Fue una locura muy intensa», asegura Ávalos.

Local en el que grabaron el tema ‘Cuéntale’.

Local en el que grabaron el tema ‘Cuéntale’. / E.C.

Crecimiento

A la pregunta de si hubieran reaccionado de la misma manera con cualquier otro artista, con tan poco margen, dice que sí, porque la capacidad de trabajo y los recursos han ido creciendo a medida que los rodajes se han ido multiplicando con inversiones millonarias que intentan convertir a las Islas en un entorno paisajístico y social inmejorable para las producciones. «En el estreno en Madrid me preguntaban si todo era rodado en la misma isla, y les decía que sí, efectivamente, aquí puedes tenerlo todo en un espacio hiperconcentrado: desde una ciudad, unas dunas, bosques, una laguna, aunque no lo creamos», subraya.

«Somos capaces de sacar adelante el trabajo, y eso es fundamental para la industria que se quiere construir en Canarias, además de que otros artistas urbanos hayan mirado y miren aquí para grabar porque está claro que tenemos nivel», añade Eric Ceballos. Ya lo han hecho muchos otros antes, desde Los Coquillos en los albores de los noventa hasta las plataneras que envuelven a Locoplaya, un sinfín de grupos que han colocado en el mapa a las Islas y que ahora cuentan con el despunte sin precedentes de Quevedo. Donde quiero estar, más que un álbum, es el reflejo de un estrellato que combina las ansias por crecer con las ganas de permanecer.