Misa, una reina del mundial en casa

Misa evita polémicas: «Lo que importa es lo que hemos conseguido; es una hazaña»

Llegada de Misa Rodríguez al Aeropuerto de Gran Canaria tras ganar el Mundial

H. U. D.

«Espero en Telde un recibimiento en el que todo el mundo esté en la calle disfrutando. Mi familia, mis amigos, y toda la gente que nos quiera acompañar», compartió Misa con los aficionados y familiares que fueron a recibirla en su llegada al aeropuerto de Gran Canaria, a tan solo unos kilómetros de el barrio de La Garita, de dónde es originaria la campeona del mundo con la selección española. La reina de La Garita ya está en casa. Misa Rodríguez tratará de descansar unos días en su Isla antes de regresar a la capital de España y volver a los entrenamientos con el Real Madrid.

María Isabel ya está en su casa. Su familia y cientos de personas la recibieron en la mismísima puerta de la terminal de llegadas del aeropuerto de Gran Canaria con un único propósito: alentar la llegada de la portera e inmortalizar un momento junto a una mujer de oro. La primera que apareció en escena fue su hermana quien se colocó en primera fila delante de todas los seguidores para abrazarla antes que nadie, después de más de un mes viéndola en el televisor.

Los cánticos de «¡Misa, Misa o Campeona, Campeona!» avisaban que la portera se aproximaba a la puerta. La campeona del mundo salió con la medalla de Oro colgada en el cuello y con una sonrisa de oreja a oreja, rezumaba alegría, emoción y afecto a una Isla que le esperaba con ganas e ilusión.

Mientras, su madre Fefi Rivero, con la que viajó en avión desde Ibiza y que disfrutó de la fiesta de la Roja que organizaron en el archipiélago balear con las campeonas, rápidamente se apartó de los focos para dejar a su hija en el primer plano de la afición reunida tras las barandillas: «La famosa es ella» exclamó Fefi Rivero tras pasar la puerta en la que esperaban decenas de flashes que tenían como único objetivo a la chica del metal en el cuello. El resto de su familia, con el padre de Misa, Juan Rodríguez a la cabeza, que estuvo en la final de Sídney junto a su mujer arropando a la grancanaria en la más dura de sus suplencias, se encontraba rezagado detrás de la marabunta.

Todos esperaba que Misa les firmara camisetas del Madrid, de la selección o incluso de la UD. La teldense se hizo cientos de fotografías con todo aquel que se le acercara; no negó ni una sola. Selfies continuamente. Su familia esperó a que acabara el baño de masas para poder abrazar y besar a su ‘pequeña’ Misa. Lo que sí negó, a diferencia de fotos, y lo hizo de forma reiterada fue responder a preguntas acerca de la polémica surgida en Sídney por el beso de Rubiales a Jennifer Hermoso: «No voy a responder ninguna pregunta sobre el tema, hay que hablar de lo que verdaderamente importa, de todo lo que hemos conseguido; es una hazaña histórica», sentenció.

La emoción de los más pequeños resaltaba el gran día para la portera y su regreso esperado con el título mundial de fútbol femenino. La ciudad de Telde la esperaba y ella a su gente. El alcalde Juan Antonio Peña recibió a la vecina de oro de La Garita para agradecer y felicitar por todo lo que ha conseguido para la ciudad de Telde y para el fútbol femenino de las Islas y trató de complacerla tanto a ella como a su tierra natal, organizando una fiesta a la altura de una campeona del Mundo: «Telde te va a preparar una fiesta en el corazón de la ciudad, para que vaya todo el municipio, toda la isla y todo el mundo que te quiera acompañar, cuando descanses y te apetezca», dijo Peña.

La portera de la Garita se hizo paso entre una multitud en la que sobresalía niños y niñas para compartir sus impresiones, rodeada de medios informativos:

¿Qué significa para Misa ser campeona del mundo? le preguntaron. Y respondió: «Significa muchas cosas; el empuje a todas esas niñas que practican fútbol, para que crean en sí mismas y se puedan dedicar a ello. Se puede soñar en grande. En España sacamos muy buenas jugadoras y ahora podemos decir que de nuestro país se sacan campeonas del Mundo», comentaba emocionada la portera del Real Madrid.

María Isabel Rodríguez, con tan solo 24 años, ya puede decir que tiene una copa del Mundo en sus manos, y recordaba que no hace mucho era un niño como los que la rodeaban y los que le pedían fotos y autógrafos.

Contenta

Misa será hoy la encargada de hacer el saque de honor esta tarde en el partido de la UD frente a la Real Sociedad en el Estadio de Gran Canaria (18.30 horas, M+LaLigaTV): «Estoy muy contenta, para mí estar mañana en el Estadio de Gran Canaria es un sueño. Mi padre me llevaba al estadio, y yo esperaba a los jugadores a la salida para que me firmaran y regalaran camisetas y mañana voy a estar dando el saque de honor. Ya le he dicho a Kirian que se la voy a pasar a él», mostró su sonrisa la grancanaria.

No solo de fútbol habló Misa. Se acercó a ella una fan agradeciendo que se acordará de Tenerife, y el momento por el que pasan, mandando apoyo durante las celebraciones del triunfo español en el Mundial: ‘Muchas gracias por todo lo que estás haciendo acordándote de el incendio de Tenerife’, a lo que la cancerbero le contestó: «Hay que estar unidos, ¿cómo va la situación?».

Lo próximo de la nueva estrella mundialista del fútbol grancanario es descansar con la familia y poder disfrutar de su tierra y de la gente de siempre: «Tenía muchas ganas de estar en casa», fue su frase más repetida en el recibimiento de campeona para Misa Rodríguez.

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