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Un viaje de ida y vuelta a Japón

Las grancanarias María Núñez y Almudena Rodríguez y la valenciana Silvia Navarro, portera del Rocasa, buscan en el Mundial un billete para los Juegos de Tokio 2020

Silvia Navarro, María Núñez y Almudena Rodríguez, ayer, en el último entrenamiento de la selección en España. RFEBM

En la cabeza de las 'Guerreras' no hay otro objetivo: volver a Japón en unos meses. La selección española femenina de balonmano emprende hoy un viaje de un día entero hasta el país asiático, sede del Mundial 2019 y cuya capital, Tokio, acogerá el próximo verano los Juegos Olímpicos 2020. "No es solo el sueño de Silvia Navarro, es el sueño de toda la selección", explicó la guardameta valenciana del Rocasa Gran Canaria hace unos días, una de los tres jugadoras con el sello de Las Remudas que estará en la cita nipona.

Una tarea compleja para la que también están preparadas las grancanarias María Núñez y Almudena Rodríguez, canteranas del Rocasa. Y es que el billete de forma directa solo lo garantiza el oro. Lo siguiente es encontrar una plaza para lo torneos preolímpicos, donde se reparten seis huecos. La presencia de uno de los combinados ya clasificados entre la segunda y séptima plaza (Francia, Brasil, Angola, Corea del Sur y Japón), permitirá que los turnos corran en dicha fase clasificatoria.

"Estamos superconcienciadas para eso. Todas sabemos de lo que tenemos en juego", apunta María Núñez, pivote del Besançon francés. Ella, a punto de cumplir 31 años y con 61 partidos con la selección absoluta -más de 130 en todas las categorías- es una de las 'veteranas' de un combinado que vive un proceso de regeneración que sigue en construcción. En su tercer Mundial absoluto -estuvo en Alemania 2017 y Dinamarca 2015-, la jugadora de Maspalomas asume su rol. "Empiezo a ser veterana en todos lados, en mi club y aquí, la edad no perdona", comenta entre risas Núñez. "Hay gente con muchas internacionalidades, como Silvia [Navarro], Shandy [Barbosa] o Nerea [Pena] y después gente joven que viene con muchas ganas. Es una buena mezcla", sentencia.

Las cuatro medallas

La época dorada de la selección española se cerró en 2014, en el Campeonato de Europa de Hungría y Croacia, donde España acabó subcampeona tras caer en la final ante Noruega (28-25). "De aquello han pasado ya cinco años. No me pongo a pensar en eso. Son recuerdos muy bonitos que están ahí y ya está, no me gusta mirar para atrás. La selección ha cambiado bastante y cada torneo es un reto nuevo", narra Núñez, presente en la última gran gesta de las 'Guerreras'. Antes, la selección había logrado tres medallas internacionales más en los últimos seis años: otra platas europeas (Macedonia 2008), un bronce olímpico (Londres 2012) y otro mundial (Brasil 2011).

Desde entonces, los resultados han sido más bien discretos. En los últimos tres Mundiales, España no pasó del décimo puesto en Serbia 2013; del duodécimo en Dinamarca 2015 y del undécimo en Alemania 2015. Tampoco fue buena la clasificación en el pasado Europeo de Francia 2018, donde las 'Guerreras' fueron decimosegundas, ni el anterior en 2016, donde la selección acabó undécima. Por el camino hacia la puerta de salida han desfilado jugadoras como Marta Mangué, Eli Pinedo, Beatriz Fernández, Macarena Aguilar, Begoña Fernández o Verónica Cuadrado, mitos del balonmano femenino nacional.

Sin embargo, España no falló a su cita en los Juegos Olímpicos de Río en 2016. Y volver es la meta. "Todo deportista que no vaya se queda con esa espinita. Cuando no estás, no estás en la preparación, no estás convocada... pues te queda esa espinita. Poder acudir sería increíble, pero para eso queda muchísimo. Vamos a ver dónde estamos cuando acabe el Mundial y entonces se podrá valorar todo y hacer el balance", explica la pivote del Besançon, que ha dejado atrás unas dolencias que arrastraba en la rodilla. Lo que no ha dejado atrás es al Rocasa, aunque saliera de la Isla hace más de una década. "El otro día me las encontré en Barajas cuando ellas venían de Rumanía. Las sigo, cuando las ponen por Teledeporte, veo los resultados, eso lo mantengo", comenta.

Un encuentro casual en el aeropuerto donde también estaba Almudena Rodríguez. La lateral teldense llega a la cita con galones en los esquemas de Carlos Viver. Después de dos años en el Bistrita rumano, Rodríguez pasó este año al Thüringer de Alemania, donde vivió su primera experiencia mundialista con la selección. "Noto la confianza que tiene en mí. Que el trabajo se vaya viendo recompensado con la oportunidad de estar en un Mundial. Estoy contentísima de volver a estar aquí. Ya empiezo a llevar un tiempo aquí y, obviamente, toca aportar", explica Rodríguez, que suma 50 internacionalidades.

En su mente, la misma del grupo: "meternos en los Juegos Olímpicos". La primera piedra, el 30 de noviembre, día en el que arranca el campeonato frente a Rumanía. Después esperan Hungría, Senegal, Kazajistán y Montenegro. Un grupo duro.

"Tenemos un equipo que va en la misma dirección, con garra y hambre. No nos vamos a dar por vencidas", añade la lateral teldense, que hace ya tres años que abandonó la Isla para seguir su carrera fuera. "He aprendido muchísimo. Era un reto personal para mí, de superación, para conocer otro balonmano", confiesa Rodríguez, que quiere dejar su huella con España. Todo por volver a Japón. "Tenemos clarísimo lo que queremos". Y punto.

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