La presunta estafa ideada por Liberto Martín, conocido también como el Madoff canario por la semejanza en su modus operandi con la del financiero estadounidense, afecta ya a medio centenar de inversores canarios, que reclaman una cantidad sin justificar de 3,5 millones de euros. Se trata del dinero que los inversores privados entregaron al gestor canario para comprar productos financieros a través de la empresa Tax Finanzas y Mercados, S.L, una franquicia de la que era delegado Martín.

El empresario ofrecía a sus clientes rentabilidades del 11%, captaba pasivo en nombre de Bankinter y usaba como garantía el nombre de esta entidad, así como de la sociedad franquiciada, con sede central en Gerona. Los ingresos tanto en cheques al portador como nominativos se realizaban a través de las cuentas que la sociedad Tax poseía en Bankinter. Fue este banco el que destapó la trama financiera, pues detectó la fuga de estos ahorros mediante varias transferencias "al exterior" y decidió denunciar las irregularidades del gestor. Los pequeños y medianos inversores le entregaron depósitos de 50.000, 300.000 y 600.000 euros en uno de los casos, entre otras cantidades, para comprar productos financieros de alta rentabilidad, pero el dinero no aparece. El agujero de 3,5 millones de euros incluye el capital principal y los intereses prometidos.

Los dos locales de Tax que fueron precintados por la Policía, ambos situados en las calles Luis Doreste Silva y Carvajal de la capital grancanaria, permanecen cerrados en la actualidad. Y es que aún no está claro si Liberto Martín actuaba con conocimiento del citado banco o se hacía pasar por su agente comercial para captar los fondos de los inversores.

Según fuentes próximas al caso, el imputado siempre ha sostenido -tanto en el interrogatorio inicial como en el de la semana pasada- que la entidad financiera estaba al corriente de sus operaciones, incluso que llegado el momento podría justificar dónde estaba el dinero. Pero la explicación del paradero del dinero no se ha producido, sino todo lo contrario. El Cuerpo Nacional de Policía, mediante una laboriosa investigación de cuentas bancarias y documentos, ha acreditado de manera indiciaria la existencia de un agujero superior a los 3,5 millones de euros que es achacable a la gestión de Liberto Martín.