Los hospitales, los centros educativos y los servicios sociales públicos, las carreteras y las pensiones son algunos de los servicios, infraestructuras y prestaciones que se financian a través de los impuestos que los contribuyentes pagamos cada año a Hacienda.
Para ello, la Agencia Tributaria se encarga de velar porque los ciudadanos cumplan con sus obligaciones a Hacienda para sostener los gastos públicos de acuerdo a la capacidad económica de cada contribuyente, tal y como recoge el artículo 31 de la Constitución Española (CE).
"Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio", recoge el artículo 31.1 de la CE.
¿Cómo mide Hacienda la capacidad económica de cada contribuyente?
La capacidad económica y la cantidad de impuestos a pagar van unidos y se basa en el principio de equidad y de justicia distributiva, por lo que a una mayor capacidad económica, mayor cantidad se debe tributar a Hacienda.
Dentro de la planificación económica de un particular, un autónomo y una empresa se debe tener en cuenta el gasto anual destino a cumplir con Hacienda.
Para Hacienda, la capacidad económica de cada ciudadano se mide a través de los siguientes parámetros y en base a ellos se establecen distintos tipos de impuestos:
- Riqueza en términos de patrimonio
- Ingresos o rentas obtenidos
- Consumos realizados
¿Qué tipos de impuestos hay?
Los impuestos son los tributos más importantes y se clasifican de la siguiente manera:
- Impuestos directos: gravan la capacidad económica de los ciudadanos.
- Impuestos indirectos: gravan el consumo y se fundamentan en el valor que los productos adquieren según se produce su fabricación o distribución.
Los impuestos que pagas al año a Hacienda
Impuestos directos
- Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF): son los ingresos obtenidos en un año por una persona física y es el más importante de los impuestos directos. El IRPF se va abonando mensualmente a lo largo del año mediante las cantidades que nos retienen en la nómina. Al llegar la campaña de declaración de la renta se debe restar todo lo que se ha ido pagando durante el año en concepto de retenciones. Si tras descontar todas las reducciones y deducciones que se han ido reflejando en la nómina la cantidad es positiva, la declaración de la renta saldrá a pagar, pero si el resultado es negativo significa que hemos pagado de más a la Agencia Tributaria y la declaración de la renta nos saldrá a devolver. Tener hijos menores de tres años o una persona dependiente a su cargo, entre otras situaciones personales, permite realizar una deducción en la declaración de la renta. A lo anterior hay que añadir los descuentos que establecen las comunidades autónomas para sus residentes.
La Agencia Tributaria ha establecido el siguiente calendario para la campaña de la declaración de la renta de 2023:
- 3 de abril hasta el 1 de julio de 2024: presentación por Internet de las declaraciones de Renta y Patrimonio 2023.
- 7 de mayo hasta el 1 de julio de 2024: la Agencia Tributaria le podrá confeccionar su declaración de Renta 2023 por teléfono (solicitud de cita desde el 29 de abril hasta el 28 de junio).
- 3 de junio hasta el 1 de julio de 2024: la Agencia Tributaria le podrá confeccionar su declaración de Renta 2022 presencialmente en sus oficinas (solicitud de cita desde el 29 de mayo hasta el 28 de junio).
- Impuesto sobre la Renta de no Residentes: este impuesto se aplica a la renta obtenida en España por personas que no viven en este país
- Impuesto sobre el patrimonio: grava la riqueza que posee un ciudadano como viviendas, tierras, joyas, obras de arte.
- Impuesto sobre sucesiones y donaciones: el impuesto sobre Sucesiones y Donaciones se paga por las personas cuando reciben dinero u otros bienes de forma gratuita, como por ejemplo una herencia de una persona fallecida y una donación en vida. Este impuesto lo recaudan las comunidades autónomas.
- Impuesto sobre Sociedades: recae sobre el beneficio que obtienen de su actividad las empresas una vez descontados los gastos.
Impuestos indirectos
- Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA): es el más importante de los impuestos indirectos. Recae sobre las ventas. El IVA es igual para todos los consumidores que adquieren el mismo producto o servicio. Este impuesto grava las entregas de bienes servicios efectuadas de autónomos y empresarios y profesionales y también las importaciones dentro y fuera de la Unión Europea. No obstante, quienes realmente pagan el IVA son los consumidores finales, que abonan el impuesto en el precio que pagan por los bienes y servicios En las Islas Canarias no se aplica el IVA sino otro impuesto indirecto parecido que es el Impuesto General Indirecto Canario (IGIC). En Ceuta y Melilla, tampoco se aplica el IVA sino el Impuesto sobre la Producción, los Servicios y las Importaciones en Ceuta y Melilla (IPSI).
- Renta de Aduanas: el impuesto de Renta de Aduanas grava la importación de bienes de terceros países.
- Impuestos Especiales: los pagan aquellos que compran o consumen determinados bienes como tabaco, hidrocarburo, matriculación de vehículos y alcohol y bebidas alcohólicas.
- Impuestos locales: los recaudan los ayuntamientos y los más relevantes son el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE), y el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (conocido como rodaje).
