Cabildo

Las ovejas que comen fuegos

El Cabildo escenifica en Osorio el reconocimiento a los pastores por su labor en la lucha contra el fuego | Los ganaderos son remunerados por las hectáreas adecentadas

Pastoreo con ovejas 'bombero' para prevenir incendios en Gran Canaria

Juanjo Jiménez / José Carlos Guerra

Juanjo Jiménez

Juanjo Jiménez

El Cabildo revalidó ayer en Osorio con los pastores de la Isla el acuerdo que comenzó en 2018 a través del cual sus ganados participan activamente en la prevención de incendios, un contrato que se materializaba el pasado año con una labor remunerada y el reconocimiento a una cultura que no solo forma parte de la idiosincracia isleña, sino que es vector imprescindible para conservar tradiciones, valores y paisajes.

Cuando una cabeza de ganado isleña, sea oveja, cabra o vaca, camina rumbiando sobre un pasto va regando un mixturado de asombrosos milagros.

Con las patas machaca las hierbas secas del verano y con el hocico mantiene a raya los prados verdes del invierno y la primavera. Con la leche produce quesos que dan vueltas por el mundo, y con lo que suelta a rente el rabo fertiliza el suelo sosteniendo los paisajes. Con su sola existencia mantiene viva la cultura de los antiguos, y ya de paso, pero no menos relevante, previene incendios con más garbo que cubas y helicópteros porque los apaga antes de que prendan.

Las ovejas 'bombero' de Gran Canaria

José Carlos Guerra

Éste es el concepto por el que Cabildo de Gran Canaria reunió ayer en la finca de Osorio de Teror, en una imagen que no sería exagerar quedará para la historia, a varias decenas de pastores de Gran Canaria, y compadres de Fuerteventura, El Hierro, La Palma, La Gomera y Tenerife, para darles las gracias por existir, como en traducción libre atinó el presidente insular Antonio Morales, para reconocerles, en suma, el silencioso beneficio que le reporta al conjunto de la sociedad y para darles un espaldarazo para que jamás se hable de ellos en pasado.

En esto último se centraba, entre otras medidas, con el nuevo empleo en formato oveja bombero, remunerado desde el pasado año, que culmina un programa que estrenaron en 2018 cuando la corporación insular firmó con los pastores de Gran Canaria un protocolo de colaboración en que la primera comenzaba con hechos a reconocerles el enorme valor de la actividad, y los segundos apostaron por revertir esos beneficios al entorno rural y el medioambiente.

Fue el año en el que se estrenó el documental de Rafael Marrero Acosta Pastores de Gran Canaria: Gestión del territorio, del paisaje y la biodiversidad, un trabajo cuyo título ya de por sí preconizaba la intención de motivos. Y en 2019 se publica el libro Pastores de Volcanes y Alisios, de Javier Gil León, una joya que retrata la eminencia oculta -y la espectacular plástica-, del pastoreo.

Y ya es en 2020 cuando, manos a la obra, se destina más de un millón de euros a un proyecto con el que se limpian y desbrozan terrenos públicos a demanda de los propios pastores para adecentar pasos y estancias; se rehabilitan instalaciones y casas para los trashumantes; se levantan estratégicos vallados; y se dispensan collares GPS para la localización de los ganados. Se remata ese 2020 con una investigación de la Universidad de La Laguna sobre la vinculación del pastoreo y la biodiversidad.

El salto se da en 2022, cuando a través de Gesplan se realiza la primera remuneración económica a los pastores por el servicio de prevención de incendios, bajo el epígrafe Gran Canaria Pastorea, y que el Cabildo califica como «un hecho histórico y pionero en el archipiélago». Gracias al trabajo de miles de ovejas propiedad de 25 pastores se logró dejar a ras de suelo 38 superficies públicas, con un total de más de 1.638 hectáreas, en un trabajo que no hay máquina ni cuadrillas que lo superen, porque como ayer explicaba gráficamente el técnico del Cabildo Didac Díaz, «por no donde pasa una oveja no pasa el fuego». A cambio de la magia, los ganaderos facturaron más de 2.000 euros de media.

Un total de 25 pastores lograron desbrozar el pasado año más de 1.600 hectáreas de superficie pública

El resultado de este proceso, según Antonio Morales, tras cinco años de la firma del primer acuerdo con el Cabildo, es que «se han cumplido por ambas partes los compromisos de aquella alianza», subraya el presidente insular, aunque «los nuevos tiempos traen consigo nuevos retos y desafíos para nuestra isla, por lo que se hace necesario reeditar el pacto y seguir trabajando unidos para mantener un oficio tradicional que tantos beneficios reporta a la sociedad grancanaria».

Gran Canaria, sentenciaba por último, «está en deuda con los pastores y las pastoras, y con todas las personas del mundo rural que, durante siglos, han producido nuestros alimentos, preservado nuestro medio y conservado nuestras tradiciones». Los pastores, por su parte, agradecían el gesto a la institución insular, y aprovecharon el encuentro para emocionar con su mutuo reconocimiento al consejero de Soberanía Alimentaria, Miguel Hidalgo.

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