La uralita de la glorieta de Santa Brígida se traslada en contenedores al Puerto

Toneladas de escombros con uralita han sido trasladados desde la obra de la glorieta de acceso a Santa Brígida que construye la empresa Hermanos García Álamo S.L hasta el puerto de La Luz desde donde serán enviados hasta una empresa de la Península para su desecho. La retirada de este material del que todavía queda buena parte por sacar, y que espera depositado dentro de sacos, está ralentizando los trabajos de construcción de este nuevo acceso a la Villa ya que está paralizado el relleno de todo el espacio que queda entre los dos muros de contención que se han levantado desde la GC 15 para sostener el tramo de vía sobre la que pasarán los vehículos para entrar o salir de Santa Brígida. 

 Hasta unos 50 contenedores cargados con una media de 18 sacos, que suponen unos 20.000 kilos cada uno, han salido desde esta obra, que se encuentra justo al lado de la Casa del Vino y la entrada a la Finca El Galeón, con destino al Puerto de La Luz . El pasado viernes llegó a la obra una pluma precisamente para dejar un contenedor y llevarse otro con escombros. Centenares de sacos, algo menos de la mitad del material que ya ha sido retirado, aguardan sobre el terreno 

 vallado para ser llevados hasta el Puerto. Pero en la obra apenas trabajan ahora cinco trabajadores, la mitad de los que había cuando comenzó la obra, se dedican a colocar las placas que imitan piedra sobre los muros de contención, mientras que en el hueco que hay que rellenar se ha formado un gran charco con las últimas lluvias.

Fue a raíz de una denuncia que le llegó a finales del pasado año al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) cuando la Benemérita junto a la Inspección de Trabajo intervino y descubrió que todo el material que se estaba utilizando para rellenar toda la altura que queda entre los dos pilares estaba compuesto por desechos de construcción entre los que habían muchos restos de uralita. Aunque la Guardia Civil ha investigado la procedencia de estos escombros, se baraja la posibilidad de que este material lo obtuviera la empresa que lo suministró de las obras de reforma de un colegio. 

A lo largo de los últimos meses trabajadores equipados con trajes Epis han ido extrayendo poco a poco todos los restos de uralita para depositarlos en los sacos. Para realizar estas labores se procedió a vallar toda un terreno que linda con la Casa del Vino, y la entrada a la Finca El Galeón, en el que se colocó un cartel en el que se prohibía la entrada al personal no autorizado por la presencia de amianto.

La obra la sacó a licitación el Cabildo insular por importe de 1,5 millones de euros

Este periódico se ha puesto en contacto con la empresa Hermanos García Álamo para saber porqué utilizaron estos restos de uralita que están prohibidos porque son tóxicos, pero rehusaron dar explicaciones al respecto. 

Los trabajos de construcción de la nueva rotonda de entrada a Santa Brígida fueron adjudicados en febrero el pasado año por la consejería de Obras Públicas del Cabildo de Gran Canaria a la empresa Hermanos García Álamo S.L. por importe de casi 1,5 millones frente a los 1,7 millones por los que se sacó a licitación. 

Con esta nueva rotonda ya no hay que llegar hasta la Casa del Vino para acceder hasta el casco de Santa Brígida por el Paseo del Guiniguada, lo que aligerará el tráfico puesto ahora la circulación está regulada por un semáforo, y para salir hay que esperar a los coches que acceden a San Mateo.

 Desde el departamento de Obras Públicas del Cabildo insular señalaron que se trata de un problema que tiene que resolver la constructora, y que según les dijo la empresa la retirada del amianto no va a afectar a los plazos de finalización de la obra. A su vez, en la concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Santa Brígida se limitaron a decir que el proyecto lo adjudicó el Cabildo y que «no sabían nada más». 

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