La playa bendita de Semana Santa

Los días festivos y el buen tiempo invitan a familias y amigos a disfrutar de la costa | Playa del Inglés se convirtió el Jueves Santo en un hervidero de gente

Un Jueves Santo en Playa del Inglés

El sur de Gran Canaria vuelve a ser uno de los destinos favoritos para familias y amigos en esta Semana Santa. El buen tiempo ha empujado a miles de personas a disfrutar de las playas de la isla, aprovechando los días libres y la gratuidad de estas, pues han sido varias las personas que han asegurado que los apartamentos y hoteles están prohibitivos.

Desde la hora del mediodía, la caravana para llegar hasta San Bartolomé de Tirajana era visible, pues a la altura de Telde ya se podían observar varias retenciones. Los coches y autocaravanas, llenas hasta la bandera con maletas, bolsas del supermercado y alguna que otra tabla de surf o bicicleta. Un equipaje que hacía entrever que las vacaciones se alargarían hasta el domingo de Resurrección. 

La playa del Inglés en concreto fue el pasado jueves un hervidero de gente. Encontrar aparcamiento resultaba imposible para algunos, que se daban cuenta de que llegar a la hora del mediodía a la zona costera no era buena idea si ibas en coche. Los termómetros al sol, que marcaban una temperatura de 28 grados, invitaban al baño a todo el que paseaba por la orilla, y las familias y grupos de amigos disfrutaban de la isla, cada uno a su manera. 

María del Carmen Mederos disfruta del buen tiempo sentada en una silla de playa junto a la orilla del mar, sus dos hijos y sus cuatro nietos que corretean con los cubos y las palas con intenciones de hacer castillos de arena. Nacida y criada en La Isleta, las vueltas de la vida hicieron que se mudara hace más de 30 años a San Fernando, lugar donde nacieron sus hijos y donde ha pasado gran parte de su vida. «Desde que vivo en el sur, sólo piso la playa del Inglés, siempre ha sido mi favorita», asegura entre risas mientras observa a sus nietos divertirse. «Hoy tocó pasar el día con ellos, que sin duda alguna son mi vida», expresa con total emoción. 

Varias personas pasean por la orilla y disfrutan de las buenas temperaturas

Varias personas pasean por la orilla y disfrutan de las buenas temperaturas / Juan Castro

Sus dos hijos, Víctor y Héctor Afonso rememoran su juventud en San Fernando, cuando sólo había un colegio y la luz y los coches escaseaban, no como hoy en día. Ellos, con los años, cambiaron de aires y eligieron Vecindario para vivir, pero de vez en cuando, cuando van a casa de su madre, se encuentran con sus amigos de la infancia. «Desde entonces todo ha cambiado mucho, no hay comparación con la actualidad», insisten los Afonso tras explicar que trabajan en la hostelería, que están de día libre y que los niños son felices en esa playa, sobre todo por la arena. Víctor y Héctor, criados en las grandes playas del sur de Gran Canaria, a veces buscan un cambio de aires. «Nos encanta El Puertillo y todas las playas del norte, al final siempre buscamos lo que no tenemos tan a nuestro alcance», explican sin perder de vista a los niños. 

María del Carmen: «Desde que vivo en el sur no piso otra playa que no sea la del Inglés»

La familia González Sánchez y Pérez Sánchez también han elegido playa del Inglés para pasar el jueves Santo. Una iniciativa que han tomado por varias razones: por salir de la zona de confort, por la inmensidad de la playa, por el excesivo precio de los apartamentos y por elección de los niños, que ven en El Inglés un lugar amplio donde poder jugar con más tranquilidad y la comodidad que supone que sea una playa de arena al completo. De Agüimes y de Arinaga, han aprovechado este puente de Semana Santa para celebrar con antelación el cumpleaños de una de ellas. «Si nos hubiésemos quedado en alguna playa por el sureste no desconectas tanto como cuando vienes hasta aquí, que ya vuelves a casa cuando se ha ido el sol», explican mientras clavan la sombrilla contra la arena. 

La familia González Sánchez y Pérez Sánchez

La familia González Sánchez y Pérez Sánchez / Juan Castro

Una de las parejas, asegura que hace unos años ponían rumbo a la isla de Fuerteventura para pasar esta Semana Santa, pero el mal tiempo que les acompañó en sus últimas visitas les hizo replantearse esa opción. «Ya no nos arriesgamos porque además la situación económica no está para tirar cohetes. También echamos un vistazo a los apartamentos hasta que nos chocamos con la realidad», aseguran mientras se ponen crema solar. 

Mientras que dos de ellos, funcionarios, podrán disfrutar del buen tiempo y de los planes en familia hasta el lunes, otros tendrán que volver a su puesto de trabajo el sábado. Sin embargo, dos días son suficientes para poder aprovechar la máximo, y es que la familia González Sánchez y Pérez Sánchez también tiene planes para el viernes, que acudirán al Parque Sur. «Vamos para allá para hacer planes diferentes. Mejor isla no podemos tener», afirman entre risas y con la vista ya puesta en el mar. 

A las doce de la mañana ya no quedaba ninguna hamaca disponible en la zona de la Playa del Inglés

Entre familias enteras que acuden con niños, las parejas que pasean de la mano por la orilla o los extranjeros que alucinan con el buen tiempo de la isla en pleno mes de abril, destacan los grupos de amigos. Los que se agolpan con los balones y las palas y los que prefieren charlar en la toalla y bajo la sombrilla, como es el caso de Carlos, Paula, Alejandro, Héctor y Besay. Son estudiantes y disfrutan del sur y del buen tiempo antes de empezar con los exámenes, que los tendrán al regresar de las vacaciones. «Venimos a pasar el día sólo hoy, pero nos volveremos por la noche a Arucas porque la gasolina está muy cara», argumenta uno de ellos. Con ganas de playa, no dudaron en elegir playa del Inglés para pasar el Jueves Santo, lugar donde recuperarán fuerzas para al día siguiente participar en la procesión del municipio llevando uno de los tronos. «Llevo cinco años participando en estos actos religiosos. Una pasión que me viene de mi padre», explica uno de ellos ante la atenta mirada de Paula, que asegura que ella los acompaña pero desde fuera. «Yo les doy el agua y les apoyo, pero sin empujar», comenta entre risas. 

A pesar de que la mayoría de los que acuden estos días a la playa lo hacen con sus neveras y sus propios alimentos, siempre llega un punto del día en el que la bebida o bien se agota, o apetece acudir a uno de los chiringuitos que hay a lo largo de toda la playa. En ellos se encuentra Eduardo Suárez, encargado de los quioscos que conforman toda la playa del Inglés. «Las primeras horas de hoy han sido un caos absoluto, nos ha venido de repente una avalancha de gente que pedía cervezas, agua o coca colas», explica Suárez tras reconocer que lo que va de Semana Santa ha sido excelente en cuanto a ventas. 

Dos turistas disfrutan de un aperitivo en un establecimiento de la zona

Dos turistas disfrutan de un aperitivo en un establecimiento de la zona / Juan Castro

«A las doce de la mañana ya no quedaba ninguna hamaca vacía», asegura Eduardo mientras observa la hora en su reloj de mano. Tanto peninsulares, como canarios y extranjeros han elegido el sur de la isla para pasar estos días festivos, acompañados por un tiempo que invita a pasarlo bien a pesar de que en un principio habían avisos por lluvias y viento. «Nosotros abrimos todos los días de 10.30 a 18.30 horas y damos servicio a toda la playa», explica. 

La situación en los negocios del paseo es muy diferente, pues no todos muestran alegría con la situación que están viviendo. La falta del personal ha hecho que algunos restaurantes hayan tenido que verse obligados a cerrar sus puertas, y el turismo cada vez acude menos a estos restaurantes de playa, pues prefieren disfrutar de hoteles con todo incluido. «De nada sirve que se llenen los negocios si la falta de personal me impide ofrecer un buen servicio a mis clientes», se queja Don José, afirmando que hay trabajo, pero es la gente la que no quiere trabajar. «Las personas hoy día prefieren cobrar ayudas antes que venir a un puesto de trabajo», argumenta. Una Semana Santa para disfrutar junto a la orilla de la playa de la familia, de los reencuentros inesperados y de los amigos, a los que también se les podría denominar como «familia». 

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La Asociación para la prevención de ahogamientos, ‘Canarias,1500 Km de Costa’ lanza algunos consejos para disfrutar con seguridad a la hora de darse un baño en playas, piscinas o charcones. La bandera roja indica que está prohibido el baño, mientras que la amarilla  indica que hay que entrar con precaución. Evitar playas que carecen de vigilantes de seugridad, las corrientes que impidan volver a la orilla. Si estás en una playa y observas a alguien en peligro de ahogarse, llama al 1-1-2. Además, los flotadores hinchables o manguitos generan una falsa sensación de seguridad y se deben utilizarlos adecuados al tamaño del niño, para evitar que se salgan al levantar los brazos. Al pescar en zonas rocosas, es conveniente llevar el equipo necesario que garantice tu seguridad, así como un casco o chalecos salvavidas. En cuanto a los mayores, se recomienda que se metan con precaución y lo eviten en caso de sentir frío. | LP/DLP

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