Ingenio.

La caída de tres rocas de un metro obliga a cerrar una zona de El Burrero

El área afectada será evaluada por geólogos para valorar un posible cierre definitivo | «Un milagro, hay bañistas y a las tres, cuando cayó, van a comer»

La socorrista Tamara señala donde ocurrió el desprendimiento. Detrás, el cartel de peligro por desprendimiento y El Roque.  | | P.P.

La socorrista Tamara señala donde ocurrió el desprendimiento. Detrás, el cartel de peligro por desprendimiento y El Roque. | | P.P. / Pepa Pallarés

La tranquilidad en la playa de El Burrero, en Ingenio, se interrumpió con un gran estruendo este martes sobre las 15.00 horas. Se desprendió una enorme roca en El Roque, monumento natural y emblemático en cualquier estampa del municipio. La piedra se despedazó en 3 pedazos con dimensiones de un metro cuadrado cada una. Se precipitaron justo encima de donde es habitual la presencia de jóvenes y niños jugando, pescadores a caña o bañistas para tomar el sol. No hubo ninguna desgracia personal y se procedió de inmediato al balizamiento de la zona afectada y a prohibir el paso.

«Fue un milagro que no ocurriera ninguna desgracia humana», indica Tamara, una de las socorristas de Proactiva que presta servicio este verano en el Burrero. Explica que cuando ocurrió el percance, sobre las 3 de la tarde, «la gente se suele ir a comer y vuelve por la tarde». Por eso fue casi un milagro, porque en esa zona hay muchos niños jugando por las rocas, o gente que se busca un sitio para tomar sol y pescadores a caña. «Se me ponen los pelos de punta solo con pensar que pudo pasar algo, pero no murió nadie», dice una emocionada Tamara.

El alcalde de Ingenio, José López Fabelo, corrobora los hechos e indica que «momentos antes del derrumbe un bañista paseaba por las rocas, y no le sucedió nada». Además «ocurrió entre semana, que la playa no está muy concurrida, y en esa área igual», dice. Se tomaron medidas inmediatas y preventivas para el balizamiento de El Roque, al que estará prohibido el acceso hasta el informe de una empresa que será contratada por la vía privada por Ingenio de expertos en Geología, que evaluará el estado actual de El Roque. López Fabelo sopesa que según los informes, no se descarta el cierre total de El Roque a toda persona si realmente representa un peligro. Destaca que El Roque es un emblema del municipio de Ingenio, y como tal, debe ser tratado para su recuperación.

El desplome ocurrió en una zona muy concurrida; policía y efectivos piden mucha precaución

De momento se encuentra vallado desde el mismo martes, tras la actuación inmediata tras el desplome para impedir el acceso a la zona afectada. Estuvieron los titulares de concejalía de Vías y Obras y Playas y Presidencia, además de efectivos de la Policía Local, Protección Civil, Oficina de Seguridad y un técnico municipal.

El primer edil adelanta que ayer mismo procedieron a comunicar a la Demarcación de Costas del incidente. Les sugirió a su vez que hicieran el informe geológico «para que evalúen la dimensión del derrumbe», indica el primer edil.

Ya se están elaborando las señaléticas y paneles informativos que indicarán la prohibición del paso y los motivos por los que se actúa así para que los bañistas entiendan que es por su seguridad.

En caso de que la medida del cierre a El Roque sea definitiva tras los informes, se buscará la forma de hacerlo con unos medios acordes al medio y no ocasionen un impacto visual, asegura Fabelo.

El jefe de la Policía Local de Ingenio, por su parte, Justo Santana, también se pronunció ante un acontecimiento inusual, y que ante todo pide a gritos la responsabilidad de los bañistas y usuarios a El Burrero y a El Roque. En este sentido, aclara que en principio se encuentran cerrados todos los accesos a El Roque. Por activa y por pasiva.

Santana apela al sentido común y pide que ni jóvenes ni nadie se arriesgue a saltar el vallado, por su propia seguridad personal.

Entiende que es verano y El Roque es una de las zonas habituales para estos bañistas, pero vuelve a alertar del peligro que eso supone. Más, porque después del desprendimiento nadie conoce el estado actual de El Roque.

A tal fin, y como estipuló el alcalde de la Villa, Santana indica que las medidas para acotar la zona son provisionales y que se determinarán otras medidas para que la delimitación sea más efectiva.

Tras el acontecimiento, fueron muchos los vecinos que quisieron pronunciarse al respecto.

El alcalde está a la espera de informes para analizar el posible cierre del monumento natural

Por ejemplo, ayer mismo, un residente con vivienda a pie de playa dijo ser consciente que los vientos de la zona hacen mella en la estructura de una obra natural y que va erosionando y es «emblemática» de Ingenio. «No me imagino despertar un día y que no esté El Roque». Es algo que descarta.

Daniel Ruiz paseaba con su mujer por la avenida para ir a la playa de El Burrero y darse el bañito diario. Llevan cuatro años viviendo en una «playa tranquila». Reconoce que no se habían enterado del desprendimiento, pero no por ello van a dejar su «baño diario» en el charcón aledaño a El Roque.

También hicieron presencia, en un día de escasa concurrencia de bañistas a El Burrero, tres emblemáticos y señeros vecinos, que tienen casa en la zona costera de «toda la vida» y a los que no falta el chapuzón diario. «Aquí nos damos las últimas cuatro afeitadas», contaba entre risas Paco Castro, panadero de toda la vida en El Burrero y hoy día, jubilado. Apuntó que desprendimientos así ni los había visto, pero ve normal que estos monumentos naturales se vayan erosionando con el tiempo: «Mira lo que pasó con el Dedo de Dios de Agaete». Junto a sus colegas de baño, Juan y Jacinto, fueron al ritual diario del su chapuzón.

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