San Bartolomé de Tirajana

Las protestas vecinales logran paralizar el parque fotovoltaico de Juan Grande

La concejalía de Urbanismo y la empresa responsable deciden paralizar el trabajo hasta septiembre por «mutuo acuerdo»

Los vecinos aseguran estar más aliviados ante esta decisión, pero siguen intranquilos

Marichal en las obras de Juan Grande, recién paralizadas.

Marichal en las obras de Juan Grande, recién paralizadas. / LP/DLP

Las obras del parque fotovoltaico de Juan Grande se verán paralizadas hasta el próximo mes de septiembre, cuando la empresa encargada, Energy Solutions by Scandinavians, vuelva a retomar las obras en la zona. La decisión se toma por un mutuo acuerdo de la Concejalía de Urbanismo y la empresa, después de que los vecinos de la zona se quejaran de las grandes columnas de polvo que se levantaba a consecuencia de las obras y del viento. Tras este acuerdo, el trabajo de la empresa se limitará, durante el presente mes, a hacer el perimetrado d ela zona y a poner el picón en la carretera, tal y como ha confirmado a este medio Davinia Ramírez, concejala de urbanismo de San Bartolomé de Tirajana.

"Convoqué a la empresa la semana pasada para una reunión por las quejas de los vecinos en relación con las obras", explica Davinia. "La empresa corroboró que el mes de agosto es el más ventoso en la zona, por lo que acordamos paralizar los trabajos que supusieran un levantamiento de tierra o polvo". Desde la concejalía de urbanismo, reiteran que la empresa estuvo de acuerdo en todo momento, que "siempre han colaborado" y que desde la propia empresa "vinieron a hacernos la misma proposición de paralizar las obras y continuar en septiembre".

El parque fotovoltaico, sin embargo, no cuenta con la aprobación de los vecinos de la zona, que a pesar de que ahora mismo están aliviados de que se paralicen, no apoyan la idea de que se vuelvan a retomar. Ana Demetrio, la secretaria de la asociación de vecinos Amurga, defiende la postura que han mantenido, que no es otra que la de apoyar la industria, pero no la idea de que se concentre todo en un mismo espacio. "Hasta ahora no han cumplido con las medidas necesarias", explica. Y es que según asegura Demetrio, los vecinos llevan tiempo exigiendo un informe de impacto medioambiental, algo que no les han facilitado. "Si no hubiese impacto, perfecto, pero creemos que sí lo hay", confiesa.

Los vientos frecuentes de esta época del año en la zona de Juan Grande ha sido la gota que ha colmado el vaso en los vecinos, que aseguran que lo único que piden es que se les informe de las obras y movimientos que se van a hacer. "Aquí ni siquiera ha habido una cartelería que diga la obra que se está realizando", explica Ana Demetrio. Por otro lado, la indignación de los vecinos nace de la incertidumbre sobre las medidas que se tienen previsto tomar para evitar las nubes de tierra y polvo, así como la contaminación del aire que están suponiendo esos levantamientos constantes.

Los vecinos de Juan Grande sospechan que existe impacto medioambiental en la obra del parque

"Nosotros queremos confiar en que se van a respetar nuestros derechos fundamentales y hay que busar soluciones", comenta Ana, que asegura que están cansados de tener las ventanas cerradas y los coches y casas llenas de tierra. "Para nosotros es importante que se tenga en cuenta a las personas que viven aquí, porque nuestro hábitat ha sido transformado poco a poco", comenta visiblemente molesta.

Secadero de lodos

Otro de los temas que indigna a los vecinos de Juan Grande es la instalación de un secadero de lodos de aguas depuradas en la misma zona. "Nos enteramos de estas cosas cuando ya se están haciendo, como es el caso del secadero de lodos de aguas fecales", dicen los vecinos. Sin embargo, el primer teniente de alcalde, Alejandro Marichal, ha aclarado que el expediente fue paralizado por el Gobierno de Canarias el 26 de junio del presente año, ante “la imposibilidad de continuar con el procedimiento de evaluación de impacto ambiental”. Por este motivo el proyecto denunciado por lo vecinos “ya no existe”.

Sin embargo, Marichal ha dejado abierta la posibilidad de que esta obra se retome en cualquier caso, asegurando que en caso de que se quiera volver a retomar las negociaciones iniciadas con la empresa, existe un acuerdo "para que el nuevo proyecto cuente con la premisa de ‘cero emisiones’ con lo que se evitará que los malos olores puedan llegar a los barrios colindantes”. Así mismo, se les ha exigido que todo el procedimiento sea “totalmente transparente y se realice contando con la opinión y las indicaciones de los vecinos”.

Marichal explica que el proyecto de la instalación del secadero de lodos «ya no existe»

La solución de los vecinos ante el aumento de obras en el espacio de Juan Grande, no es otra que evitar el levantamiento de polvo en zonas donde pasen camiones o tractores. Además, desde la asociación Amurga proponen plantear la posibilidad de que no se dejen montículos de tierra suelta, así como fomentar la reforestación o hacer barreras vegetales. "Nosotros no somos expertos, pero sabemos que tiene que haber soluciones para que se eviten estos impactos en la población".

Ante esta situación, Alejandro Marichal ha explicado que el objetivo de la concejalía de urbanismo es “tender la mano al empresariado para promover inversiones en el municipio", aunque también es prioritario "defender los derechos y el bienestar de los vecinos". Además, ha advertido que "es posible que convivan el crecimiento económico y el bienestar social, sobre todo cuando hablamos de apostar por obras que permiten el crecimiento sostenible y la apuesta por las energías renovables”. En este sentido, añade que la concejalía mantiene las negociaciones para la instalación de un corredor con vegetación que proteja del polvo a los barrios colindantes.

Suscríbete para seguir leyendo