Entrevista | José María Cabrera Pérez Párroco saliente de la Basílica de San Juan en Telde

José María Cabrera Pérez, párroco saliente de la Basílica de San Juan en Telde: "Me voy con el corazón roto después de los mejores 14 años de mi vida"

"Mi consejo para mi sucesor es que cuide la devoción al Santo Cristo, que es la fuerza de la Basílica"

"Algunas noches, siento el vacío de la soledad y entro a la Basílica y miro al Santo Cristo en la Cruz, que me devuelve la serenidad"

El cura José María Cabrera se despide de sus feligreses de la Basílica de San Juan en Telde

T. M. R.

Con obediencia, pero ¿también con un poco de magua después de 14 años?

Me voy con el corazón roto después de los mejores 14 años de mi vida, que coinciden con mi madurez ministerial y también la humana. Pero en Telde no son solo 14. Cuando me ordené sacerdote estuve los tres primeros años en San Gregorio mientras daba clases en el IES José Arencibia Gil, y después me fui a Jinámar, donde estuve otros ocho años.  

De su paso por la Basílica de San Juan, ¿qué se lleva?

Me llevo en primer lugar la experiencia que la gente ha traído hasta aquí. Me llevo dos cosas físicas: velas y flores. Las velas son los tiempos de males y las flores, el tiempo de dones. La basílica es una unidad situaciones buenas en las que la gente viene a dar las gracias y malas, cuando vienen doloridas a pedir. Y, sobre todo, me llevo la devoción que sienten por el Santo Cristo.  

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Su paso por esta parroquia ha dejado tanta huella que, incluso, ha habido personas que se movilizaron para pedir a la Diócesis Canarias que diera marcha atrás con la decisión de su traslado. ¿Qué opina?

No lo esperaba, porque uno trabaja y hace las cosas que cree que debe hacer con la sabiduría y las limitaciones que uno tiene, pero lo he acogido como un homenaje popular y espontáneo esta iniciativa de recoger firmas, sabiendo que nosotros nos ordenamos para ir a donde el obispo nos destine y vamos con mucho gozo y alegría. 

A quienes recogen las firmas, a quienes me han llamado e, incluso, quienes han venido desde el sur para firmar les digo que sí, que me voy con pena y con el corazón roto, pero esto es así. Hacemos la promesa de obedecer al obispo y a sus sucesor y me voy con gusto, alegría y gozo a mi nuevo destino. Me estoy animando internamente.  

Más feligreses

La cercanía y cariño que le muestran los feligreses estos días a cada paso, ¿se ha traducido también en un incremento de asistencia a la iglesia durante estos años?

Sí, hasta el punto que tuvimos que poner una misa más;antes no existía la misa de las doce y todas se llenan. Creo que la razón es fundamentalmente para expresar el amor al Santo Cristo, un amor que ya existía y que se transmite de unos a otros, que vienen a verlo y darle las gracias. Y esto se completa con mi perfil, la forma de celebrar y el mensaje que les doy. Y creo que también el cómo se los doy. La gente me dice que les llego al corazón y yo solo soy un canal de Dios. 

"Me gustaría poder seguir paseando por la noche, después de las 22.00 horas, desde la basílica hasta San Gregorio y volver, como hago muchas veces, mientras voy dándole vuelas a las cosas en la cabeza"

José María Cabrera Pérez

— Sacerdote

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¿Le ha ayudado su formación en Psicología?

Antes de ser cura ya trabajaba en el Cabildo. En 1969 empecé a trabajar, aunque saqué las oposiciones en 1979, un año después de ordenarme sacerdote. Cuando terminé el COU estudié Capataz Agrícola y me ofrecieron hacerme cargo la escuela. Luego hice Pedagogía y la especialidad en Organización y Dirección de Centros Educativos, y me presenté a las oposiciones de Jefe de la Escuela de Capataces Agrícolas. Luego hice Psicología y me especialicé en Gestalt, que es precisamente la mejor herramienta que tengo porque los seres humanos somos un haz de virtudes y un haz de dificultades y la psicología ayuda. 

Tanto en la Bajada como en la Subida del Cristo se le quebró la voz varias veces por la emoción de la despedida, aunque le quedaban las misas de ayer y de hoy.  

Me despedí para la gran masa que viene de fuera que no son feligreses de Telde porque sentí que era mi obligación decirles adiós. Y aproveché el viernes para entregarles un documento con una pequeña misiva y un memorándum de todo lo que he hecho estos años. He , pero es obligación mía decirles adiós y les entregaré un documento que pequeña misiva pongo as u vez memorándum de todo lo que he hecho. 

He bautizado a más de 3.200 niños, oficiado 7.700 eucaristías, 1.323 funerales y entierros, realizado 2.408 horas de confesionario, 84 celebraciones de primeras comuniones... Y también les dejo un informe de la tesorería. 

Relevo

¿Qué consejo le deja a su sucesor, Antonio Juan López?

Es una persona joven, valiosa, con cualidades humanas y habilidades sociales, por lo que imagino que trabajará mucho con la juventud. Pero mi consejo es que cuide la devoción al Santo Cristo, que es la fuerza de la Basílica. 

De hecho, en la celebración de la Bajada de la imagen usted agradeció públicamente el privilegio de haber podido servir durante 14 años a sus pies. 

Yo lo recibí el relevo y ahora se lo doy yo a él. Por eso le digo que cuide la devoción al Santo Cristo; la gente lo necesita. Las personas tienen la necesidad de tener un ideal, un icono con el que identificarse, a quien mirar, a quien tocar, y que simbolice lo que uno espera. Y Cristo es este icono. 

Algunas noches, siento el vacío de la soledad, elegida, pero soledad, y como mi casa conecta con la basílica entro y miro al Santo Cristo en la Cruz, que me devuelve la serenidad. 

¿Qué deberes deja para el nuevo párroco?

La rehabilitación del templo. Estamos empeñados en impermeabilizar cuanto antes la cubierta y ya tenemos el dinero y el proyecto hecho. Solo hay que buscar a tres empresas que presenten sus propuestas y elegir a la más económica para que lo haga. 

Ahora que vivirá en Tafira, ¿qué lugares de Telde echará de menos y querrá visitar?

Algo que me gusta mucho es ir las cafeterías que hay en San Juan y encontrar a alguien con quien tomar un café, y vendré a hacerlo. También vendré a comer algún día a El Cubillo y a pasear el parque de San Juan. Y me gustaría poder seguir paseando por la noche, después de las 22.00 horas, desde la basílica hasta San Gregorio y volver, como hago muchas veces, mientras voy dándole vuelas a las cosas en la cabeza. Y la basílica, que es un sitio encantador, así como las vistas que hay camino a Valsequillo, desde Caserones o La Gavia.