Un fenómeno meteorológico extraordinario

La limitación de la potencia eléctrica y la arquitectura dificultan la refrigeración de la aulas

Muy pocos colegios cuentan con sistemas de aire acondicionado

El frío en las clases era hasta ahora la mayor preocupación en centros de medianías y cumbres

El tiempo en la Playa de Las Canteras (6/10/2023)

Juan Castro

Javier Bolaños

Javier Bolaños

Tiritando de frío y, ahora también, sudando la gota gorda. Niños y profesores de muchos colegios canarios tenían que sortear hasta ahora los efectos causados por las bajas temperaturas que podían sufrir los municipios del interior de la islas en los meses de invierno. Sin embargo, la ola de calor en estos días pone al descubierto las deficiencias que sufre la gran mayoría de los centros de las islas, que no están preparados para este tipo de situaciones a las que históricamente hemos estado exentos por las bondades climáticas. La gran mayoría de colegios no dispone de aire acondicionado, pero es que tampoco están preparados para tenerlo, tanto por la falta en muchos casos de potencia eléctrica para sostener ese aumento de consumo y por el diseño técnico exterior, donde la falta de sistemas aislantes propicia que la refrigeración se pierda y pase a ser poco efectiva.

Las quejas de comunidades educativas de las medianías y cumbres quedaban documentadas con imágenes de escolares y profesores en las aulas con guantes, bufandas y grandes abrigos, más propios de países nórdicos que un destino turístico de bondades climáticas todo el año como Gran Canaria. Pero solo lo sufrían unos pocos centros, muchos de los cuales lo han ido corrigiendo.

El cierre veraniego de las aulas evitaba que se diera el efecto contrario del calor, o fuese en pocos días y zonas determinadas. Sin embargo, este fenómeno vivido en octubre saca a la luz las deficiencias de las infraestructuras.

El secretario de comunicación del sindicato de la enseñanza pública Anpe, Bernardo Huerga, destaca que el diseño de los colegios «no está preparado para estas eventualidades». Y cita como ejemplo que las construcciones de bloques y la falta de dobles acristalados restan eficacia a los sistemas de aislamiento del exterior. Huerga apunta que, aunque se instale el aire acondicionado, buena parte del frescor se pierde y no logra el objetivo de mantener estable la temperatura.

El colectivo reivindica de igual forma «la eliminación total de los llamados barracones, en los que en días de calor como los de estas semanas se hace insoportable la permanencia a determinadas horas del día».

A esto se suma que muchos colegios carecen de potencia eléctrica suficiente como para sostener encendido el aire acondicionado sin que implique un apagón general.

La consejería de Educación reconoce que no hay un censo de los centros que cuentan con esta maquinaria para mantener estable la temperatura, entre otras razones por la cierta autonomía de la que gozan los colegios y porque muchos dependen de los ayuntamientos. Pero admite que son muy pocos, y también hay quienes lo tienen solo en determinadas aulas. Además, Educación no oculta que existen limitaciones eléctricas que habría que solventar antes de colocarlo.

El portavoz de Anpe defiende que había que suspender las clases solo donde fuese necesario en las circunstancias excepcionales por las altas temperaturas, pero cree que no debería ser una medida generalizada, ya que hay determinados colegios que sí están preparados, señalando casos como Vecindario, San Mateo y Valleseco.

El colectivo de profesores requiere un plan de infraestructuras a medio plazo, para que evitar que se tenga que tomar este tipo de medidas drásticas.

"Teníamos que haber activado las clases a distancia"

Bernardo Huerga cree que la mejor opción hubiese sido no parar las clases, sino retomar la educación a distancia durante estos días, ya que todos los colegios deberían estar preparados tras la pandemia que obligó al trabajo a distancia. «Los centros deben tener más autonomía para decidir en este tipo de situaciones», remarca el representante del colectivo, criticando que se haya adoptado una medida generalizada.

La consejería de Educación admite que la ola de calor ha sacado a la luz en estos días la necesidad de aprobar un protocolo de actuación ante estas adversidades, para cuidar el bienestar de los niños. Como también cree necesario trabajar en la creación de zonas de sombra en los colegios.

Ampas: "Pedimos que se adecúen los centros para que sean entornos seguros en cualquier circunstancia»

La Federación de Ampas de Gran Canaria Fapa Galdós ha manifestado a través de un comunicado que «entendemos que la consejería de Educación del Gobierno de Canarias considere que, en estas circunstancias, al igual que cuando llueve o sopla mucho viento, los centros escolares de las Islas no son seguros para la comunidad educativa». Y lamenta «el ejercicio de irresponsabilidad institucional que ha supuesto la desidia histórica de las administraciones en materia de infraestructuras educativas que deriva en el reconocimiento de que los centros escolares no son entornos seguros. Por ello reivindica que se «elaboren de urgencia un informe sobre la situación de las infraestructuras educativas, planifique la resolución de problemas y adecúe los centros para que sean entornos seguros en cualquier circunstancia».

En este sentido, el Ayuntamiento de Teguise, en Lanzarote, ha insistido «en su vieja reivindicación para que se «acondicione cuanto antes patios con zonas cubiertas en los centros educativos del municipio». La concejala de Educación, Mar Boronat, añadió que «no se trata de pedir mejoras que respondan a un capricho, sino a una necesidad objetiva, atendiendo también a las preocupaciones expresadas por las asociaciones de madres y padres de alumnos (Ampas) ante la suspensión recurrente de las clases cuando el tiempo no acompaña. 

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