"Ya era hora, 'Feluco' se lo merecía"

El cronista oficial de Ingenio se reencontró anoche con su pasado y su presente en el emotivo homenaje popular que llenó el teatro Federico García Lorca del casco

El evento, sazonado con música de jóvenes talentos, contó con todas las áreas que ha tenido en su vida ‘Feluco’, como lo conocen

Desde su familia, sus exalumnos y profesores de historia, sus colegas cronistas, asociaciones y amigos de pesca, no faltó nadie

Homenaje a Rafael Sánchez Valerón, ‘Feluco’

T. M. R.

El pueblo de Ingenio se volcó como se esperaba. Abarrotó anoche el Teatro Federico García Lorca para celebrar en conjunto, mano a mano, el homenaje que por primera vez recibía el cronista oficial de la Villa, Rafael Sánchez Valerón, ‘Feluco’ para todos, por parte de la base de la ciudadanía. Familiares, amigos de siempre, cronistas colegas, exalumnos, profesores, pescadores y un sinfín de allegados de este historiador e investigador de toda su vida, no se perdieron una cita tan emotiva como espectacular por su contenido. Sencilla pero cargada de emociones, recuerdos, muchas anécdotas y no faltó la música del gusto del maestro a cargo del timplista David Díaz, con jóvenes músicos talentos. Y tampoco se escatimó en las lágrimas.

Entre el sinfín de anécdotas , un amigo pescador, una de las grandes aficiones de Feluco, recordó que un día que fue a pescar a Tasartico y fue recriminado por algunos lugareños, compañeros de caña, echándole en cara que en Ingenio ya no había cochinos negros. Feluco no se amilanó y solo defendió que en Ingenio sí había ejemplares del preciado cochino. La cosa quedó ahí. Pero a los 15 días, llegó nuevamente Feluco a Tasartico. Esta vez viajó acompañado. Ante todos, sacó un enorme ejemplar de cochino negro y dijo, «ahí lo tienes. Al que dijo que en Ingenio no había cochinos negros en mi pueblo». Las risas no se hicieron esperar. El humor particular del cronista lo caracteriza. Y así lo relataron durante uno de los bloques del acto el portavoz de los compañeros de pesca. 

Esta fue una de las reseñas de las tantas de las que pudo disfrutar anoche Sánchez Valerón, que se vio arropado en todo momento por su familia, su mujer Águeda y sus dos hijas, caras conocidas de toda la vida y que, a pesar de ser un huidizo de los eventos públicos y reconocimientos, se encontró con su pasado con los suyos.

El organizador del evento, Cupacan, que lidera Cuko Peñate, sentía orgullo al decir que «ya era hora, se lo merecía». Y destacó que su figura no podía pasar en balde a la hora de hacerle una distinción especial. «Él ha reescrito la historia de Ingenio y contribuido con ello al patrimonio de la Villa».

El acto, de casi dos horas de duración, se dividió en distintos bloques. En cada uno subía al escenario uno de los portavoces y al leer un pequeño recordatorio, se proyectaban en la pantalla del teatro distintas imágenes del cronista de Ingenio y antaño profesor.

En los bloques destacó un exalumno de Sánchez Valerón, que habló en nombre de todos los estudiantes a los que dio clase en el Dr. Espino Sánchez con un texto tierno y bonito. Disertó de su particular manera de impartir la enseñanza de historia, sin libros y en la calle, que Feluco trató de expandir a la comunidad educativa. Igualmente, participaron los docentes con los que compartió aulas.

El cronista de la Aldea, Francisco Suárez, habló en nombre de todos los cronistas de Canarias, delante de compañeros de Gáldar, Telde o Valsequillo.

La intervención de una de sus hijas dio pase a vídeos de su vida en tertulias del mundo cultural de la Villa y Carrizal con pintores, escultores o escritores.

Tuvo cabida para colectivos y asociaciones, que destacaron su ayuda y participación altruista.

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