Cabildo

Ansia de baifo

Más de 2.000 personas participan en la Granja Agrícola del Cabildo el segundo tenderete dedicado a la tradicional golosina isleña

Vista de la afluencia del público en el segundo Tenderete del Baifo celebrado este sábado en la Granja Agrícola Experimental del Cabildo. | | LP/DLP

Vista de la afluencia del público en el segundo Tenderete del Baifo celebrado este sábado en la Granja Agrícola Experimental del Cabildo. | | LP/DLP / Juanjo Jiménez

Juanjo Jiménez

Juanjo Jiménez

Dos mil personas se afanaron este sábado sin mucho disgusto aparente a dar cuenta de 5.000 tapas en las que el baifo era el protagonista indiscutible al punto de bautizar la cita como el Tenderete del Baifo, en su segunda edición, y que culminó con un público chupándose los dedos y pidiendo tercera entrega. 

Más de 2.000 personas, según las cuentas del consejero de Soberanía Alimentaria del Cabildo de Gran Canaria, Miguel Hidalgo, se dieron cita este sábado en la Granja Agrícola Experimental en el que ya es el segundo Tenderete del Baifo -y subiendo-, organizado al alimón por la corporación y Asoquegrán para dar cuenta de 5.000 tapas de baifo, cabra y queso en sus más variados sabores y colores, todas elaboradas por el alumnado y profesorado de los centros CIFP Felo Monzón, San Cristóbal, Villa de Agüimes; y los IES Bañaderos, Faro de Maspalomas y Noroeste. Y a la vista de la velocidad con que el condumio desaparecía vía tráquea, los jóvenes alumnos aprobaron con nota.

Eso sí, guiados del conocimiento de docentes como Toni Cabanillas del CEIP San Cristóbal, al mando de una decenas de futuros cocineros y que presentaba en este segundo tenderete un guiso al estilo majorero y, atención, un perrito caliente de baifo, como suena. «Molemos, aderezamos y embutimos, y presentamos con una base de ensalada de col, queso artesano, un alioli suave de mojo picón y cebolla frita». Sobra decir que el perrito salió pitando, porque entre otras, incluso el pan que arropaba al invento era de elaboración propia, como también la tarta de queso asado de flor con su salsita de papaya.

Justo al lado las cosas no iban peor, en el puesto del IES Faro de Maspalomas, con sus seis alumnos y dos profesores, Paco Romero y Braulio Sánchez, que se lanzaban por la caldereta de baifo -majada de ajo, comino, clavo, pimienta de la puta la madre e hígado frito del mismo baifo, «para que todo se quede ligadito»-, y la garbanzada de la misma materia, para rematarlo todo con un mouse de yogur de cabra y miel. Ahí estaban Romero y Sánchez, con su joven cuadrilla alardeando además de nuevas tecnologías, adaptando el científico chisme denominado Ronner de cocción a baja temperatura en el que mediante una bomba de circulación mantiene la temperatura constante en una bandeja en la que mantiene sumergidas sus diferentes preparaciones en bolsas selladas al vacío, algo que jamás imaginó el baifo, ahora hecho pasta, cuando salió rumbo al matadero.

Baifo a presión de manga pastelera. | | LP/DLP

Baifo a presión de manga pastelera. | | LP/DLP / Juanjo Jiménez

Y que no fueron pocos. Ya que según ambos, solo para su centro docente recibieron 154 kilos de materia, provenientes de 16 machorras, algunas de tal porte que dejaban a «un rottweiler pequeñito». Un poco más a babor, el IES Noroeste, con un batallón de profesores, Luis Suárez, José Rodríguez, José Marrero y Eva Bolaños, que presentaba el plato Catruca, tal cual, en homenaje al padre de José, y unos sin par rollitos de baifo con cocción de baja temperatura en su propia salsa, para rematar con un sin igual guiamisú, la versíón Santa María de Guía del tiramisú de toda la vida pero festejado con bizcocho de tuno indio y queso de la localidad. «De cada cosa, 300 tapas», que iban saliendo rián la barra a velocidad de cabra del monte, mientras la Banda Guiniguada iba enralando el ambiente a ritmo de pachanga.

Ahí estaba también público presente, a dos miles, como el matrimonio formado por Mariola Tejera y Manuel García, que salieron de Hoya de la Plata por el mañanero para presentarse a degustar un plato que, entre que el padre de ella era pescador y el baifo siempre ha presentado un precio algo fino, no ha entrado en el recetario familiar, aunque ambos dos ya se ha fijado en un objetivo: dar burns cuenta de la caldereta del Faro de Maspalomas.

Las elaboraciones fueron ejecutadas por profesores y alumnos de los cinco centros de formación de la isla

Hidalgo se encontraba bajo el primero de los cinco grandes laureles que cobijan el enorme chiringo que acoge los aspavientos en la Granja animada del Cabildo, «satisfecho», según afirma, de tener a las cinco grandes escuelas de formación recreando la tradición y promocionando un producto local ahora en el conocimiento tanto de los aspirantes a chef como de un creciente número de isleños.

Ello gracias a las últimas campañas que tanto el Cabildo como Asoquegrán han puesto en marcha para dar salida al ganado -y entrada económica complementaria a los ganaderos-, en una iniciativa que, como detallaba la presidenta de la asociación de queseros, Mari Carmen Pérez, surgió primero en los propios centros educativos para, con el paso de los años culminar en este nuevo Tenderete que en resumidas cuentas, resulta la traca final de una iniciativa que a la vista del frangollo todo indica que no tiene paso atrás.