Análisis

Agustinito el del Fondo cumple 97

El agricultor preservó el interior de la Caldera de Bandama hasta la pandemia y sus caminatas le hacen gozar ahora de una buena salud

Agustinito el del Fondo cumple 97

Agustinito el del Fondo cumple 97

Juan Manuel Rodríguez

Agustín Hernández Torres nunca imaginó que algún día su forma de ser, su trabajo como agricultor, serio, responsable con su entorno, un ecologista, pero sin saber que lo era, vigilante y defensor para que la afluencia cada vez mayor de senderistas y visitantes no deterioraran más el paisaje que le rodeaba, sería reconocido públicamente por instituciones públicas, aunque ya lo era por una parte de la ciudadanía, (…su sola figura en la distancia de celoso guardián sin serlo, huidiza y vigilante al tiempo, ha inspirado el respeto y el cuidado con el medio natural de los que allí se acercaban.)

Pero vayamos al principio. Agustinito, diminutivo cariñoso y respetuoso como se le conoce, nació el 2 de febrero de 1927, uno de los ocho hijos de una familia humilde, trabajadores de la tierra. En 1936, año en que estalló la Guerra Civil Española, a la edad de nueve años, se trasladó con su familia al Fondo de La Caldera de Bandama.

Allí creció aprendiendo el oficio de agricultor, junto a su familia, arrancando de la tierra con trabajo, sudor y mucho respeto, los productos que ayudaban en la subsistencia de familiar.

Su vida transcurrió en el Fondo de La Caldera hasta 1948, cuando tuvo que prestar el servicio militar con 21 años, destinado a Fuerteventura durante 18 meses. Fue la única vez que estuvo alejado de su Caldera

Finalizado su periodo militar, regresó a la isla, al lugar donde seguirá toda su vida, donde al poco tiempo se construye una casa, la primera y única construcción en hormigón en El Fondo de Bandama. Cerca de las llamadas «casas de abajo» y donde había transcurrido parte de su vida anterior. Allí, dedicado de nuevo a la agricultura, subiendo lo cosechado, a veces cargado, otras con en burro, casi siempre solo, para luego bajar y volver a subir, hasta once veces al día, veintidós, corrigió un día a un periodista que lo entrevistaba, once para subir y once para bajar.

De esta manera superaba en cada recorrido a pie los doscientos treinta y dos metros de desnivel. Por estas subidas y bajadas, alguien ha comentado que es posible que Agustinito sea la persona que más desniveles ha realizado en España en su vida, porque hasta el año del Covid, y con 93 años, siguió realizando su bajada y subida diaria.

Este ejercicio es sin duda una parte importante para haber mantenido una gran vitalidad, salud y sano aspecto para llegar hasta los 97 años, edad que cumplirá este 2 de febrero del 2024. También, el vivir en contacto diario con la naturaleza, sin prisas, sin coches, sin ruidos y alejado de la contaminación, sin televisión. (… decidió poder mirar el círculo del cambiante cielo todos los días con parsimonia, interpretando sus señales; decidió observar el vuelo de las aves, sentir el calor y el frío, gozar de la inmensa serenidad que inspira el vivir en El Fondo. Decidió mimar el crecer de las plantas, dibujar y cuidar la tierra y los animales que le da el sustento.)

Trabajar la tierra no ha sido para él solo un medio de vida, ha sido su vida. El dibujar la tierra con el sacho y el arado, haciendo que fructificara en cada estación conveniente, con sus vacas, sus burros, cabras y ovejas.

Agustinito ha sido testigo del cambio experimentado en el lugar a lo largo de todos estos años que ha vivido y trabajado en El Fondo de Bandama. (…Vio pasar los tiempos, … sufrió la emigración de sus familiares, la llegada de la soledad buscada. Una soledad a medias, porque Agustinito ha compartido siempre su vida de soltero con sus familiares más allegados, que habitan en el cercano caserío de Las Casas de Bandama, situado al borde de La Caldera)

Ha conocido a los distintos propietarios que nunca le pidieron que abandonaran las tierras. Fue conocedor de los distintos proyectos que intentaron realizar en El Fondo, el hotel, un túnel, el proyecto de un embalse, e incluso una pista de carrera de caballos y su graderío aprovechando la morfología del terreno. Ha sido testigo del cambio que ha experimentado la naturaleza, como se fue reduciendo y abandonando los antiguos campos de cultivo, como el matorral y la erosión ha ido destruyendo los antiguos bancales, la red de acequias para el regadío. No todo ha sido malo, pues el desarrollo y aumento continuo del bosque termófilo ha devuelto el paisaje inicial de la caldera.

Agustinito siguió con su labor agrícola, con el tiempo y la edad, redujo su esfuerzo y pasó a pequeños huertos junto a su casa, calabaza, batata, papas, millo, judías, garbanzos, cebollas, arvejas, ajos, pimientos…, y cuidando y recolectando los frutos de los naranjeros, los guayaberos, las higueras y los almendros plantados.

La Caldera de Bandama es el único lugar con un camino habilitado para senderistas, que tiene una puerta de acceso que desde el año 1995, año en que se realizó una reforma el último y actual propietario de La Caldera de Bandama,

El Cabildo de Gran Canaria depositó la llave del portal de hierro y la confianza en Agustinito, él abrió y cerró diariamente facilitando su acceso hasta el año del confinamiento del Covid, 2020.

…(La presencia silenciosa de Agustinito en La Caldera de Bandama, ha tenido una notable trascendencia en su conservación durante este tiempo, de abandono y ausencia de gestión pública, en el que el número de senderistas y visitantes ha ido en aumento paulatino).

Esa actitud de vigilancia silenciosa, conocimiento del entorno, gratitud para transmitir el conocimiento del entorno a investigadores e interesados en general, generó la necesidad de pedir un reconocimiento a su persona. Reconocimiento que tomaron como suyo, la Asociación Amigos de Bandama y la Asociación Drago de Sataute, solicitando al Cabildo de Gran Canaria, como propietario y gestor del Monumento Natural de Bandama, un merecido homenaje, solicitando a la par al Ayuntamiento de Santa Brígida, municipio donde está integrado el espacio, el nombramiento de Hijo Adoptivo de la Villa de Santa Brígida.

Homenaje y nombramiento que aceptaron de inmediato las dos instituciones, realizándose con su presencia en julio del 2021 a la edad de 94 años. Una placa en la entrada y la señal que indica la bajada del sendero al Fondo de La Caldera con el texto: «Camino de Agustinito», conmemoran ese merecido homenaje. Para terminar, reproduzco las palabras de Alex Hansen Machín, presidente de la Asociación Amigos de Bandama y secretario de la Asociación Drago de Sataute, que le dirigió el día de su homenaje y nombramiento como Hijo Adoptivo de Santa Brígida.

«Agustinito, eres y has sido una fuente de conocimiento, un ejemplo de vida, de humildad, de generosidad y fortaleza, y por encima de todo ello, eres una fuente de inspiración. Celebramos haberte conocido y te damos las gracias por todo ello».