Villa de Moya

Candelaria Rodríguez, pregonera de las fiestas de San Antonio

Conocida como Lalita Torres, es una de las figuras más conocidas de la zona

Ha estado ligada al festejo durante toda su vida

Candelaria Rodríguez, más conocida como Lalita Torres, junto a su piano. |

Candelaria Rodríguez, más conocida como Lalita Torres, junto a su piano. | / La Provincia.

La Provincia

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Candelaria Rodríguez, más conocida como Lalita Torres, será la pregonera de las fiestas de San Antonio 2024. Unas fiestas a las que ha estado ligada en sus 93 años de vida y que ahora le toca inaugurarlas. «Para mí es todo un honor y una responsabilidad. Desde que me lo propusieron no he dejado de darle vueltas a la cabeza e ir apuntando todas las ideas que se me ocurren para el pregón», señala con su viveza habitual.

Lalita Torres es una de las figuras más conocidas de la Villa de Moya. Ella se define como una madre de familia, orgullosa de sus cinco hijos y con un marido ejemplar, que ha estado siempre ligada a la esfera cultural del municipio. Ha colaborado y trabajado en la parroquia durante más de 30 años, además, fue pionera en el cuadro artístico de Tomás Morales, hace más de 70 años.

«Tengo guardados con mucho cariño todos los papeles que fui interpretando a lo largo de los años y numerosas fotos. Fue una creación muy importante dentro de nuestro municipio, en nuestros comienzos actuábamos en el cine y después fuimos capaces de llevar el teatro a la calle y no solo eso, sino que tuvimos la oportunidad de llevarlo hasta Gáldar, por ejemplo. Allí fuimos a realizar una obra en el Cine Guaires, el 7 de mayo de 1956, todo un hito para los que formábamos parte del cuadro artístico de Tomás Morales», destaca.

En su juventud, Lalita tomó clases de solfeo y siempre fue algo que tuvo hasta que decidió apuntarse en la Escuelas Artísticas Municipales, en su apertura. «Siempre me había gustado y no perdí la oportunidad de seguir aprendiendo», destaca. Las clases le duraron poco porque se vio obligada a dejarlas tras el fallecimiento de su esposo, pero quien tuvo siempre retuvo y no duda en ponerse a los mandos del piano cuando se lo piden para deleitar con la primera partitura que aprendió.