Entrevista | María Cárdenes Técnica Restauradora de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria

María Cárdenes: «La restauración de la basílica del Pino de Teror es un modelo que marca precedente»

La Técnica Restauradora del Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria ofrecía este miércoles, en el marco de las Jornadas de Patrimonio que ofrece la parroquia de Teror, una conferencia en la que detalla el proceso de restauración y conservación de la basílica del Pino, que considera como un precedente y un modelo de gestión para abordar futuros proyectos en la isla.

María Cárdenes

María Cárdenes / LP/DLP

Juanjo Jiménez

Juanjo Jiménez

Aporta usted un cierto optimismo en las Jornadas de Patrimonio de la Basílica, con la conferencia titulada ‘La conservación en la Basílica de Teror: intervenciones y propuestas futuras, una mirada al desarrollo de los trabajos que se han llevado en los últimos años en el templo’.

El párroco Jorge Martín de la Coba quería que explicara lo que he podido observar durante este tiempo de actuaciones en la iglesia del Pino, entre lo que destacaría los graves problemas que presentaba su cubierta y las grandes filtraciones de agua que terminaron afectando a muchos de los bienes muebles del templo, como ocurrió con los retablos, pero que gracias a la diligencia de Martín de la Coba, que ha logrado conseguir presupuestos suficientes para ello, se han podido ir salvaguardando. Pero insisto, porque él ha sido capaz de lograr ese dinero.

¿Y cómo se hace eso?

Es que no lo sé. Hace magia potagia tanto con las entidades públicas como privadas, logrando un apoyo económico que han permitido ejecutar unas intervenciones muy correctas y, además, con personal profesional en cada momento.

Esto en un templo que se asienta, como el resto del centro de la villa, sobre una inquietante arcilla expansiva.

Bueno, a nosotros como restauradores de bienes muebles nos preocupan detalles como las vidrieras, y el problema principal residía en las cubiertas, como ya dije, porque en su momento no se realizaban revisiones periódicas, y hago hincapié en ello, porque después de tanta inversión y esfuerzo técnico hay que elaborar un plan de mantenimiento que incluya inspecciones manuales, así como trabajos de limpieza y arreglos cada año para que en un futuro una potencial intervención no sea tan grande.

Dígame, para usted ¿cuáles son las joyas de los bienes muebles de la basílica de la patrona?

En sus grandes cinco retablos y en las esculturas, con piezas muy relevantes como un San Ramón Nonato, un Cristo crucificado, el Señor atado a la columna, los santos varones y, por supuesto, la propia Virgen del Pino.

¿Y cómo está la patrona?

Está bien, estable, por lo que también se ha podido actuar con los ángeles que lleva en el trono, que también han sido intervenidos.

¿Qué destacaría como lo más importante realizado en el interior de la basílica en los últimos cuatro años?

Una de los logros más importantes ha sido poner a punto el museo de la iglesia, que ahora acoge toda la colección de orfebrería, que es magnífica, y en estos momentos se está valorando ejecutar la conservación y restauración de los tejidos. Ahora hay unas alumnas que van a terminar la carrera y vamos a intentar que sean ellas las que comiencen a restaurar ese patrimonio textil que alberga una colección magnífica.

Con sus famosos mantos, ¿no es así?

El de Los Pinos y el Azul, que son joyas, entre otros.

¿Por qué tienen tanto valor los mantos del Pino, que llevan tanta fama?

Bueno, en el caso de estos que les cito porque son muy antiguos y están tejidos con fibras de oro.

Es decir, que por lo que explica al templo le han dado un repaso desde la punta de la cúpula al ropero.

Ahí hay que destacar que estas intervenciones realizadas en la iglesia la convierte en un referente de conservación, porque se ha intervenido en el inmueble propiamente dicho, es decir en el edificio que protege los bienes muebles. Se han restaurado las vidrieras, el órgano -que ha corrido a cargo del Cabildo-, y después en todos sus elementos. Ahora se va a restaurar uno de los retablos, que se hará gracias a los fondos donados por la Unión Deportiva cuando subió de categoría, porque en este aspecto hay que destacar que se han involucrado empresas privadas.

Algo que no es habitual, según expresa.

No, no, no. Lo importante de estas actuaciones de conservación en el templo de la patrona, y que lo distinguen, es que se están ejecutando con la ayuda de la participación ciudadana.

Habrá otros precedentes, ¿no?

Ese precedente ahora mismo está en Teror. Y la ‘culpa’ la tiene este párroco que no sé como lo consigue. Investigue usted por ahí, a ver (ríe).

Tras tanto trajín, ¿qué nota le pone a la conservación del templo? De uno a diez.

Un 8,5. Pasa también que hay otra diferencia comparada con otras iglesias, y es que cuenta con un equipo estable de mantenimiento muy importante, que la conserva y limpia, que ha aprendido de los propios restauradores a tratar las piezas y a moverlas correctamente. Se trata de un equipo muy eficiente y que incluso cuenta con un elevador -también donado por una empresa-, para poder llegar a las zonas inaccesibles, que puede acceder a los zócalos y hacen un repaso a fondo antes de las fiestas.

Lo que antiguamente se llamaba limpiar de alto.

Exacto, Y eso facilita muchísimo la conservación preventiva del inmueble y las colecciones que alberga.

En definitiva, ¿estamos ante una iglesia modelo?

Estamos ante una restauración y una conservación de inmueble modelo. Eso sí, ahora queda un plan de conservación preventiva y un plan de emergencia y seguridad, ante el potencial peligro del agua, de actos vandálicos, incendios y terremotos.

Actos vandálicos, dice usted. Con los sistemas actuales, ¿se podría repetir el famoso robo que sufrió el templo en enero de 1975?

No, no. Además de cámaras de seguridad y otros elementos, dispone de un sistema de alarma en su interior que lo haría inviable.

Consta que los miles de visitantes que llegan a la calle Real y echan una mirada al templo se quedan impactados, después de la restauración en 2020 del edificio que comandó el arquitecto José Miguel Rodríguez con la jefa de obra, Toñi Fernández, el también arquitecto Francisco José Herrera y el aparejador Juan Miguel Alonso.

Eso también fue un encargo que abonó la Presidencia del Cabildo, y que hacía falta porque se trata de la basílica representativa de la diócesis, la de nuestra patrona, y se merecía una restauración integral de edificio. Quedó preciosa, y más ahora, en el que se están restaurando los retablos con un resultado muy óptimo. En este sentido creo que es muy importante que la ciudadanía sepa del valor patrimonial que acoge para que pueda ser difundido, porque cuando no hay conocimiento no se quiere conservar. Creo que por este motivo son tan importantes las ponencias de estas jornadas porque difunden sus valores y justifican la inversión en este espacio.

Un espacio que ahora es el de una iglesia que parece que se está estrenando.

Es una puesta a punto, pero también, como ya expresé, una referencia para continuar en la misma línea con la conservación de otros templos, con estas intervenciones integrales, en la que culminas lo que empiezas y continúas con unos planes de conservación y seguridad contando con profesionales capaces de solventar cualquier incidencia.

Suscríbete para seguir leyendo