El sector de reparaciones navales mantiene el nivel de actividad en el Puerto de Las Palmas. El Ensco DS-9, uno de los cuatro buques perforadores que tenía atracados la empresa Valaris en el puerto capitalino, partió rumbo a Angola, donde tiene previsto permanecer durante dos años, tras el acuerdo alcanzado con la empresa petrolífera Exxonmobil.
De momento, la compañía alemana mantiene en La Luz otros tres drillships, en concreto, los Ensco DS-7, DS-8 y DS-11, que están a la espera de cerrar alguna contratación, algo que podría suceder en un corto espacio de tiempo, teniendo en cuenta que el mercado del combustible está en la actualidad bastante abierto. Cabe recordar que la Autoridad Portuaria de Las Palmas y Valaris cuentan con un convenio para usar el puerto como base de operaciones, y que se prevé que lleguen dos embarcaciones más de este tipo hasta 2024.
Meses atrás, la reactivación del sector petrolero provocó que las embarcaciones que ya se encontraban en La Luz en estado de preservación con sus equipos protegidos de la corrosión mediante productos lubricantes, pasaran a ser reactivadas. Para ello, han venido siendo sometidas a las labores necesarias para tal fin, como la adaptación de la plataforma, la preparación para las tripulaciones o la dotación de equipamiento, entre otras.
El DS-11 cambia de planes
Estos trabajos de mantenimiento se ajustan a los requisitos necesarios para la realización de los proyectos de perforación que se vayan a ejecutar. En el caso de los buques de Valaris, cuya consignataria en el puerto capitalino es Canarship, estos servicios se han llevado a cabo en las instalaciones de aguas profundas que tienen Astilleros Canarios (Astican) en el muelle Reina Sofía.
En lo que al DS-11 se refiere, hay que reseñar que los planes de trabajo cambiaron el pasado mes de febrero, puesto que su recuperación estaba programada con la vista puesta en 2024, fecha de inicio de un acuerdo de tres años, que se había alcanzado con la compañía TotalEnergies, y que estaba previsto desarrollarse en el Golfo de Méjico.
Sin embargo, TotalEnergies decidió rescindir el acuerdo por motivos estratégicos, teniendo que pagar una tasa de penalización por cancelación.
