Navidad

Sus Majestades de Oriente saben a Kinder, dulce de leche o galleta Lotus

Los tradicionales roscones de Reyes se rejuvenecen para ofrecer nuevos rellenos | Los clásicos, eso sí, siguen triunfando

Elaboración del roscón de Reyes en dos obradores de Siete Palmas

Christian Afonso

Por mucho que pasen los años, y se trate de ofrecer nuevas combinaciones, los sabores tradicionales del roscón de Reyes siguen triunfando en las pastelerías y panaderías de todo el país. En Las Palmas de Gran Canaria, son muchas, eso sí, las que en los últimos años han traído sabores atípicos que buscan rejuvenecer un dulce legendario para engatusar a las nuevas generaciones. Así, sus Majestades de Oriente saben ahora a Kinder, galleta Lotus, Ferrero, dulce de leche, Kit Kat, Oreo o crema chantilly. Porque los tiempos cambian y, con ellos, también las costumbres se adaptan. Lo que no varía es el delirio colectivo para tenerlo, la mañana del día 6 de enero, sobre la mesa en el desayuno, y los obradores no dan a basto desde hace unos días para poder cubrir la demanda.

Pese a que los nuevos sabores empiezan a abrirse paso, sobre todo entre los más jóvenes que buscan algo que se salga de lo habitual, todavía representan un pequeño porcentaje sobre las compras que se hacen en estas fechas. Suponen, más o menos, entre un 15 y un 20% del total y se tienen que pedir por encargo. De hecho, esta "moda", como la califican algunos pasteleros veteranos, llegó hasta los establecimientos porque alguien solicitó en algún momento que si podían hacerle un roscón con estos gustillos tan novedosos.

La llegada del Kinder, el Oreo, la galleta Lotus o el Kit Kat a los rellenos de los roscones no es algo que pille por sorpresa. Los pasteleros señalan que es algo que se arrastra de la heladería, que hace años que ya juega con estas variedades en su escaparate de productos. Es más, los concentrados que se usan para la fabricación artesanal de helados son los mismos que se han trasladado a la repostería, y que son los encargados de darle esos sabores tan intensos.

Crema y nata siguen mandando

Azuleida Santana Ortega es la dueña actual de la pastelería Sanmartín, en la calle Fondos de Segura de Siete Palmas. Desde hace cierto tiempo, los roscones que preparan los primeros días de enero tienen rellenos que van más allá de las emperatrices crema, nata y trufa, y que intentan destronarlas de sus posiciones de poder. Uno de ellos es el de chantilly, un tipo de crema batida con ligereza y que tiene toques de vainilla u otros aromas. "Esta se ha popularizado después de que un cliente asiduo del establecimiento pensara que podría quedar bien, ya que era un gran fan del Capricho del Papa, una de nuestras señas de identidad que se hace con este tipo de producto repostero", explica la joven mientras a su alrededor el ajetreo no descansa.

También llevan casi una década colmando el interior de los roscones con dulce de leche, una opción no apta para personas que padecen de azúcar. "Lo llevamos haciendo desde que se puso de moda en las Islas el polvito uruguayo, que básicamente está hecho sobre base de dulce de leche", comenta Santana Ortega. Más allá de estos, que ya están más o menos fijos en la carta, otros han llegado en los últimos tiempos -"hará como tres años"- para sumarse, siempre porque algún cliente los solicitó expresamente y ya se quedaron como opciones: el Kinder Bueno, el Ferrero, el Kit Kat o las Oreo. De hecho, uno de sus pasteleros, Alfonso, indica que él mismo tritura las famosas galletas con nata y las mezcla con el relleno para que quien deguste el roscón note que, efectivamente, son las obleas las que está comiendo.

Ana, pastelera de Hijo de Rosarito, rellena con crema y nata un roscón de Reyes para un encargo

Ana, pastelera de Hijo de Rosarito, rellena con crema y nata un roscón de Reyes para un encargo / José Carlos Guerra

Por su parte, el propietario de la pastelería Hijo de Rosarito, en la avenida Felo Monzón, Sergio Santana, apunta que su opción de galleta Lotus -con toques de caramelo- o de Kinder llegaron a los expositores el año pasado, pero que, por la Covid, no se pudieron sacar conclusiones sobre el éxito que podrían haber tenido porque la campaña de Navidad se vio muy mermada. Así que este será, realmente, la primera toma de contacto con el parecer de su clientela respecto a estos sabores atípicos. "Son para todas las edades, obviamente, pero sí es verdad que están más asociados a la gente joven", agrega en un pequeño descanso de su trabajo en el interior del obrador, donde ha tenido que reforzar turnos para poder llegar a satisfacer sus encargos.

Cariño en la elaboración

Si de algo gozan las pastelerías tradicionales es del mimo a la hora de elaborar sus productos. Cada uno de ellos está hecho concienzudamente y, por ello, suelen demorarse más en su realización. "Solemos tardar de media unas tres horas en cada uno de los roscones, o incluso más, porque nuestra producción artesanal es más compleja", valora el propietario de Hijo de Rosarito. Por este motivo, centran la producción estos días en únicamente tres cosas: los dulces tradicionales de Reyes, el pan y los queques.

Uno de los trabajadores de la pastelería Sanmartín prepara los roscones que ya están listos para entregar

Uno de los trabajadores de la pastelería Sanmartín prepara los roscones que ya están listos para entregar / José Carlos Guerra

La producción, por tanto, tampoco es cuantiosa. Tanto Sanmartín como Hijo de Rosarito elaboran para estas fechas unos 300 roscones, la gran mayoría de ellos bajo pedido, aunque dejan algún exceso de producción para los apurados de última hora. Lo que sí notarán los bolsillos de la población es que se han encarecido un poco, ya que, tal y como reconoce con pesar Azuleida Santana, "era inviable no hacerlo con el alza de las materias primas que hemos experimentado". Con todo, las mesas de la capital grancanaria se llenarán la mañana más mágica del año de este desayuno tan propio de la Navidad.

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