Astican aboga por colaborar con Zamakona en el negocio de la energía eólica marina

Germán Suárez demanda cualificación y unidad empresarial para impulsar un centro logístico 'offshore' en el Puerto de Las Palmas

Román Rodríguez y Germán Suárez en Asticán.

Román Rodríguez y Germán Suárez en Asticán. / LP / DLP

El consejero delegado de Astilleros de Canarias (Astican), Germán Suárez, tiende la mano a su principal competidor en el Puerto de Las Palmas, Zamakona, con la finalidad de implementar la energía eólica marina y aprovechar juntos la oportunidad de negocio que se le presenta a Canarias. 

«Se nos abre una oportunidad de que el sector naval canario trabaje conjuntamente. No vamos a ser los fabricantes de las turbinas, que ya existen, pero Astican por ejemplo deberá colaborar, y no competir, con Zamakona. Con todo el sector unido podemos ser un lugar de manipulación, carga y descarga de grandes piezas, así como acopio, montaje y ensamblaje de estructuras que ocupan muchos metros y son muy pesadas», sostiene Suárez, que ayer recibió la visita a sus astilleros del vicepresidente de Canarias, Román Rodríguez.

Una unidad empresarial que también ha reclamado en varias ocasiones el presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLA), Luis Ibarra, cuyo organismo ha convocado el primer gran concurso para montar un centro logístico de energía offshore en un puerto español. El plazo para presentar las ofertas, con 30 millones de presupuesto en juego, finaliza a finales de mes. De ahí la expectación que vive el sector, con al menos dos empresas interesadas en concursar, entre ellas una filial de Zamakona.

El objetivo es crear una plataforma logística en el Puerto de Las Palmas destinada a la construcción, reparación, mantenimiento, transformación y desarrollo de artefactos tanto offshore como terrestres vinculados a las energías renovables, entre ellos los aerogeneradores previstos para el sureste de Gran Canaria en el plan de ordenación del espacio marítimo de Canarias.

Durante el encuentro con el vicepresidente del Gobierno canario, el responsable de Astican ha destacado la capacidad del sector naval para redistribuir riqueza, aunque advierte de la falta de perfiles profesionales como ingenieros, mecánicos navales, tuberos o caldereros para desarrollar la eólica marina. Su implantación podría servir para «exportar servicios y talento» de Canarias «no solo a la península, sino a otros países de Europa», añade Suárez.

Y es que ensamblar las piezas en territorio peninsular para luego instalarlas en Gran Canaria no sería competitivo por las «horas de trabajo». Por eso reclama que La Luz se especialice en esas primeras fases de montaje y ensamblaje, con la finalidad de posicionar a los astilleros regionales para futuros mantenimientos de infraestructuras como los aerogeneradores flotantes. Estos artefactos, de casi 300 metros de altura, tienen una vida media de 30 años. «Si participamos en el ensamblaje y la instalación en fase cero, quizás seamos los que estemos mejor posicionados para ese mantenimiento recurrente en el futuro», agrega.

Suárez aclara que tanto Navantia como los pequeños y medianos astilleros como Astican forman parte de un Perte (los proyectos estratégicos financiados con fondos europeos), con unos 220 millones de euros destinados a la diversificación del sector naval que hará especial hincapié en la eólica marina, la digitalización, la mejora de la competitividad y la descarbonización. El Puerto de Las Palmas, y en general el sector naval en Canarias, no puede competir por precio con China, pero sí en eficiencia y tiempos de entrega, o en cuestiones relacionadas con la sostenibilidad, un tema «que los clientes ya exigen».

Rodríguez coincide con Suárez en la oportunidad que el desarrollo del sector supone para Gran Canaria. «Hay una apuesta estratégica. La eólica marina no solo es una industria de producción de energías renovable a gran escala, sino que detrás de eso hay montaje, hay reparación, hay industrias auxiliares y, por lo tanto, una dimensión de futuro para la industria naval», subraya el vicepresidente canario. 

También existen oportunidades en el proceso de descarbonización de los barcos, pues los «grandes buques tendrán que «adaptarse tecnológicamente» y apostar por la sostenibilidad».

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